-Kenzie, ¡ya levantate hija! -gritó mi madre.
¡Agh!
Ayer habiamos llegado de la playa, fue muy divertido pasar mi cumpleaños ahí.
Lo único que tengo que decir es que . . . ¡Fue el mejor cumpleaños de toda mi vida!, pero ya saben todo lo bueno no dura para siempre, y husto hoy tocaba ir al instituto.
Hoy era Lunes.
¡Odio el instituto!
Me dí una ducha, lavé mis dientes y me coloqué el uniforme.
-Buenos dias madre.
-Buenos dias cariño.
Desayuné y fuí a esperar a los chicos, esos chicos siempre se demoran en venir a recojerme, y eso que viven cerca, demasiado cerca de mi casa, ¡vivimos en el mismo edificio!, el problema es que ellos se levantan tarde.
Estaba viendo mi celular cuando tocan mi hombro.
¡Al fin habían llegado!
-Hola gruñona.
-Hola Emilio ¿y los chicos?
-Mateo, Laura y Daniel se fueron juntos y Lucas no vino hoy al igual que Gabriela.
-¿Lucas no vino hoy?
-No, me dejó a cargo de tí por hoy.
-¡¿Qué?!
-¡Vamos que llegamos tarde! -me agarró la mano y corrimos hacia la tortura.
Llegamos al instituto y nos encontramos con Laura, Mateo y Daniel.
-¡Chicos! -grité captando su atención.
-¿Donde están Lucas y Gabriela? -preguntó Laura.
-No vinieron -respondí.
-Ohh, ya veo.
Pensandolo bien, que raro que Lucas y Gaby no hayan venido el mismo día.
¡Debo averiguar que está pasando entre esos dos!
-En las primeras horas no tenemos clases -informó Mateo.
- ¿Por qué?
-Los maestros tienen una reunión.
-Entonces ¿que hacemos? -preguntó Emilio.
-¿Esperar a que termine su reunión? -dijo Daniel ganandose las miradas de todos.
-¡Que aburrido! -gritamos al unísono.
-Juguemos algo -propuso Laura.
-¿Que cosa? -preguntamos todos.
-Verdad o reto.
¡Claro que no!
-Paso -dije.
Estos juegos nunca terminan bien.
-¡Vamos, Kenzie, no seas aburrida! —insistía Lucas.
-Seguro las clases ya empiezan, debemos hacerle caso a Daniel y esperar.
-¿Tienes miedo a que descubramos algo sobre tí, gruñona? -preguntó Emilio en mi oído.
¡¿Como se acerca tan rápido?!
¡¿Y por qué me pone demasiado nerviosa?!
-Ehh . . . no, no, nada -dije nerviosa.
¡Estúpido Emilio!
¡Eres el único que causas cosas raras en mí!
Laura iba a hablar pero el timbre sonó.
-Ya acabó la reunión, vamos a clases -informó Daniel.
Fui a mi clase correspondiente y tomé asiento en una silla de la primera fila.
¡A aprender se ha dicho!
♡♡♡
-¿Por qué se demora tanto Emilio? -me pregunté a mí misma.
Las clases ya habían acabado, ahora estaba sentada en el patio esperando al idiota de Emilio para que me llevara a mi casa.
Laura, Mateo y Daniel se habían adelantado, ellos se fueron hace algunas horas.
Agarré mi celular decidida a llamar a Emilio.
Iba a marcar el número cuando lo ví . . .
Estaba besándose con Fernanda en una esquina del patio.
Me llené de rabia al ver esa situación.
¿Razón?
¡Ni yo misma la sé!
Iba a acercarme a ellos pero luego pensé.
¿Por qué le haría problema si no somos nada?
El es un mujeriego.
Y yo solo soy yo.
Lo dejé ahí y me fui yo solo a casa.
Al llegar a casa mi teléfono empezó a explotar de mensajes.
Si.
Todos de Emilio.
-¿Por qué ignoras mis mensajes?
-Porque no quiero hablar contigo . . . espera ¡¿que?! -me volteé y ví a Emilio apoyado en la pared.
-¿No quieres hablar conmigo?
-No tengo ganas de pelear Emilio.
-¿Que sucede? ¿Por qué no me esperastes?
-No te esperé porque estabas bien ocupado en otras cosas -dije y sentí un fuerte dolor en el pecho.
¡¿Por qué mierda me duele hablar sobre esto?!
-¿Nos viste?
-Si te refieres si vi como pasabas saliva con Fernanda, sí, sí los vi.
Iba a abrir la puerta de mi casa pero Emilio me detiene.
-No es lo que parece Kenzie, yo te lo puedo explicar.
-¿Explicar? ¿por qué deberias explicarmelo? Tu y yo no somos nada -dije y vi algo de decepción en su mirada.
¡Como amo a esos hermoso ojos azules!
Abrí la puerta de mi casa y entré.
-¡¿Por qué me sigues?! -grité viendo como Emilio también entró cerrando la puerta.
-¿Estas celosa, Kenzie? -preguntó acercándose a mí.
Esa es una buena pregunta.
¿Estoy celosa?
-¡Claro que no, Idiota! -dije retrocediendo.
Algo dentro de mí decía lo contrario.
-¿Segura? -cada vez se acercaba más
-Segura.
Emilio seguia acercandose y yo seguia retrocediendo hasta que choqué con algo duro.
¡Agh!
¡Estúpida pared!
-Dejame explicarte Kenzie, has malinterpretado las cosas -dijo apoyando sus brazos alrededor de mi cabeza.
-No he malinterpretado nada, ¿por que insistes tanto?
-¡Para no estar así contigo! -gritó.
Logré zafarme de su agarre.
Estar en esa posición me daban ganas de besarlo.
¡¿Que estoy diciendo?!
-Déjalo como está.
-¡No, Kenzie!
-¡Emilio, entiende, esa es tu vida personal, no tiene por qué importarme eso en lo absoluto!, Si quieres estar con Fernanda ese es tú problema.
-¡Yo no quiero estar con ella! ¡Dejame explicarte!
-Emilio, por favor yo no insistas más y vete.
-¡Escuchame Kenzie, joder!
-¡Ya dije que no tienes que explicarme nada!
-Pero Kenzie . . .
-¡Vete!
-¿Qué?
-¡Vete Emilio!
-¡Kenzie!
-No Emilio, no te confundas más y no me confundas a mí, Vete por favor.
Hiso lo que le pedí y se fue.
¡Diablos!
¡¿Que demonios me pasa?!
¡¿Por qué me puse celosa si no deveria de estarlo?!