-¡Dime Kenzie! ¿que sucede?
Había llamado a Laura y Gabriela para contarles lo que sucedió con Emilio.
Justo ahora estabamos en mi habitación tiradas en el suelo.
-Verán, ayer vi a Emilio besarse con Fernanda, no sé por qué, pero me llené de celos, el me vio y dijo que me lo iba a explicar, yo le dije que no, es su vida y no tenía por qué importarme -les contaba.
-Perdimos a un soldado -bromeó Gaby.
-Ahora sí Kenzie, hablemos serio ¿que sientes por Emilio?
-¡No sé! solo te puedo decir de que cada vez que lo veo me sonrojo, me pongo nerviosa y empiezo a tartamudear.
-Definitivamente la perdimos.
-¿Creen que estoy enferma? -pregunté preocupada.
¿Y si es una enfermedad grave?
-Si, bien enferma.
-¿Y qué enfermedad tengo?
-¡La del amor tonta!
-¡Estas enamorada de Emilio!
¡¿Qué?!
¿Enfermedad del amor?
La teoría que me negaba a aceptar se confirmó.
Estoy enamorada de Emilio.
¡Esa es la teoria que me negaba a aceptar!
¡¿Pero por qué?!
Me enamoré de Emilio y no sé como pasó eso.
-¿Y ahora que hago?
-Debes decirle lo que sientes.
-¡¿Están locas?!
-Solo dile lo que estas sintiendo.
-¡¿Y si me rechaza?!
-No lo hará, se nota que tambien le gustas -dijo la pelinegra.
-¿Como estas segura de eso?
-No lo estoy, solo quiero darte ánimos.
-¡Que buenas amigas tengo! -grité sarcástica.
-¡Lo sé!
♡♡♡
-¿Han escuchado sobre la fiesta de este viernes? -preguntó Mateo.
-¡Más fiestas no por favor!
Estabamos en una pizzería.
Si.
Pizzería.
Nos habíamos cansado de tanto comer helado.
En fin, el punto es que estoy nerviosa, muy nerviosa.
¿Por qué?
Pues porque Emilio está sentado al frente mío y no deja de mirarme.
Y eso me incomoda, desde que estoy consciente de mis sentimientos hacia el no he podido mirarlo a la cara.
-¿Te apuntas Kenzie?
-Oh claro -dije.
La verdad ni siquiera sabía de que estaban hablando.
¡¿Entonces para qué aceptas si no sabes de que hablan?!
-Perfecto, me parece grandioso que todo el fin de semana vayas a limpiar la biblioteca.
Espera ¡¿qué?!
¡Te lo advertí!
-¡¿Qué?! -grité y mis amigos se empezaron a reir.
-Sabía que no nos estabas escuchando.
-Lo siento ¿de que estaban hablando?
-Te preguntaba si te apuntas para ir a la fiesta este viernes? ¡Será de disfraces!
-Bueno.
-¡Si! ¡Hay que conseguir disfraces chicas! -gritó Gaby.
-Aquí cerca queda una tienda de terror, quizá haya un disfraz de bruja, te quedaria perfecto -bromeó Daniel haciendonos reir.
-¡Idiota!
-Kenzie ¿podemos hablar? -me preguntó Emilio.
-Ehh . . . ¿ha-ablar?
Mierda.
¡Odio estos tartamudeos!
-Creo que debemos hablar.
Salimos de la pizzería, nadie se dió cuenta porque estaban bien metidos en su celulares.
-Sobre lo que pasó hoy en la mañana . . . -lo interrumpí.
-Ya te dije que no debes darme explicaciones.
-¡Pero yo quiero hacerlo!
-No es necesario.
-¡Si lo es! ¡Solo quiero decirte que Fernanda no me interesa! ¡Me inte . . . !
-¡Oye! ¿que hacen ahí? ¡Vengan la pizza ya está lista! -gritó Mateo interrumpiendo a Emilio.
-Ehh . . . Creo . . . que debemos irnos -hablé.
-Si, tienes razón.
¡Agh!
¡Mateo del demonio!
Ahora no sé que me iba a decir Emilio.
Entramos a la pizzería y nos sentamos en la mesa que estaban mis amigos.
-¿Que hacían? -preguntó pícara Gaby.
-Nada -hablamos al unísono Emilio y yo.
-¿Qué hacían ahí afuera? -preguntó Lucas con un tono molesto.
-Nada -volví a repetir.
-Aquí está su orden -dijo el mesero entregandonos la pizza.
-Esto es para usted señorita -le entregó un papelito a la pelinegra y Mateo abrió los ojos como platos.
-¡Ella tiene novio! -gritó Mateo.
-¿Quién es?
-¡Yo!
-Lo siento, pero el es mi novio -dijo Laura señalando a Mateo.
-Esta bien, no se preocupe -dijo el mesero avergonzado y se fue.
-Tranquilo amor, ya se fue -Laura intentó calmar a Mateo que parecía que en cualquier momento le iba a salir humo por las orejas.
-Eso fue loco -dijo Gaby.
-Los celos -susurró Daniel.
-Los celos -confirmé.
Como se sintió Mateo, me sentí yo viendo como Emilio besaba Fernanda.
Te pones celosa cuando ves a la persona que quieres bastante con otra persona que no eres tú.
-Kenzie -me llamó la pelinegra.
-Dime.
-Amo a Mateo -me dijo felíz con una sonrisa de enamorada.
-Hacen una linda pareja.
Quisera tener una relación como la de Laura y Mateo.
Ellos se quieren, se aman, se respetan.
Son el uno para el otro.
Tienen sus peleas como cualquier otra pareja.
Pero siempre las resuelven hablando.
Son tan lindos.
-¡Ahora sí! ¡A comer! -gritó Daniel.
Terminamos de comer y cada uno se fue a su casa.
-¡Mamá, ya llegué! -grité pero al no recibir respuesta supuse que no estaba.
Fui a mi habitación y me tiré en la cama.
-¿Y si Emilio no siente nada por mi? -me pregunté a mi misma.
¡Agh!
¡Odio esto!
¡¿Por qué tuve que enamorarme de esos ojos azules?!
Bien dicho está, del odio al amor hay solo un paso.
Penélope, por primera vez en mi vida concuerdo contigo.
Holiiii!!!!
Laura y Mateo recordándome lo soltera que estoy Jajajaja.
¿Que les pareció el capítulo?