Alexia
Hacía mucho que no me sentía tan bien, me gusto mucho hacer nuestro desayuno juntos como si siempre lo hubiésemos hecho. Aprovechamos a ordenar un poco la casa, cosas que por el trabajo o por otros motivos no habíamos hecho.
En un momento Jamie me llama porque me quiere mostrar algo.
-Amor puedes venir que quiero mostrarte algo?
-Si corazón, ya voy. Término y ya estoy con vos.
Jamie
Voy a tratar de sacar a Alexia un poco al parque, necesita perder el miedo a salir. Tiene que empezar a hacerlo para poder volver a lo que más le gusta, estar en la escuela con sus alumnos.
Cuando llega la tomó de la mano para llevarla a la puerta de salida al parque. Noto que se tensa un poco cuando se da cuenta que quiero hacer, pero yo sigo con mi plan.
-Vamos juntos afuera, el día está lindo. Necesitas tomar un poco de aire para sentirte mejor. No tengas miedo que no te va a pasar nada porque estoy acá para cuidarte.
Alexia
Me produce mucho temor salir, pero tiene razón y debo hacerlo, sobre todo si quiero volver a la escuela. Voy de la mano de Jamie, no puedo dejar de mirar para todos lados. Mi cuerpo se estremece estando afuera. Luego de un rato me empiezo a relajar y puedo disfrutar del sol junto a mi amor. Jamie había extendido una manta sobre el césped, nos recortamos en ella y él me abraza y mi cabeza queda apoyada en su pecho. Si fuera por mi me quedaría así y no me movería nunca más.
Jamie
Parece que de a poco estar afuera no la pone tan nerviosa. Noto que está más tranquila y está disfrutando del momento. No se cuanto tiempo estuvimos así, fue un buen principio para que empiece poco a poco a salir sin pensar que le puede pasar algo.
-Me parece que ya es hora de que vayamos a cocinar el almuerzo, mi estómago se está quejando por hambre. Así que vaya a prepararme la comida señora.
-A la orden señor, ya me pongo a hacer una rica comida para usted.
Me besa, se levanta con una hermosa sonrisa en su cara y la veo entrar en la casa. Me quedo un instante deseando que esto sea el principio de su recuperación. Me levantó, tomó la manta y entró a la casa, Alexia tiene la comida casi lista y se la ve con otro semblante, salir afuera le hizo bien.
-Que bien huele, qué estas cocinando?
-Algo sencillo y rico, que estoy segura te va a gustar mucho. Mostacholes con queso, tu plato favorito. Porque no vas poniendo la mesa que ya está casi listo.
-Ya lo hago porque ahora tengo mucho hambre.
Jamie
Mientras preparo la mesa ella termina de cocinar y trae la comida a la mesa. Sirve la comida y nos sentamos a disfrutarla. La verdad que mi esposa cocina muy bien y esto es una delicia. Fue un almuerzo muy entretenido y charlamos de muchas cosas, la veo cada vez más animada y eso me gusta mucho.
-Vos cocinaste entonces ahora yo lavo los platos.
-Me parece justo, pero igual levantemos juntos los platos.
Alexia
Hicimos las cosas juntos y cuando terminamos tomamos un café sentados en el sillón. Miramos un poco de tele, pero la verdad no tengo muchas ganas quiero aprovechar que estamos solos y hacer el amor con mi marido, se que muy pronto nuestra princesa va a volver.
Lo tomó por sorpresa y lo beso, él me devuelve el beso y nuestras lenguas se entrelazan, como también lo hacen nuestros cuerpos. Me cubre con su cuerpo y acaricia el mío, que empieza a encenderse. Empiezo a sacarle la ropa y el saca la mía, quedamos desnudos sobre el sillón. Beso su cuello y sigo por su pecho, chupo sus tetillas haciendo que el gima. Me deleitó besando su abdomen y llego hasta introducir su pene en mi boca, cubro mis dientes y lo introduzco hasta el fondo, su cuerpo se arquea haciendo que llegue más al fondo. Hasta que liberó mis dientes y con ese rose explota en un orgasmo impresionante.
-Como extrañaba tu audacia amor, eres una mujer increíble y ahora voy a hacerte el amor.
Jamie
La recuesto sobre el sillón, admiro su belleza recorriendo su cuerpo con mis manos. Beso desde la base de su cuello hasta sus hermosos pechos, los chupo con placer y sus pezones se yerguen con mi atención. Sigo por su vientre hasta llegar al clítoris, con mi lengua trazó círculos sobre el e introduzco un dedo en su vagina. Su cuerpo se contonea con mis movimientos, cuando siento que su cuerpo se tensiona la penetró. Con movimientos suaves le hago el amor, de la manera más tierna que puedo, la beso.
-Te amo tanto esposa y quiero que seas feliz por siempre.
Voy aumentando la velocidad en mi movimiento, entro y salgo de ella, su respiración se va acelerando al igual que la mía. Ambos realizamos una danza de amor y llegamos a un orgasmo apoteósico. Descanso mi cabeza en su pecho mientras los rescoldos del orgasmo van remitiendo. Estando en ella es donde me siento completo.
-Jamie aunque me encanta estar así contigo es mejor que nos cambiemos, en cualquier momento traerán a nuestra hija.
-Tienes mucha razón, pero primero que te parece si nos ducha nos antes.
-Estoy de acuerdo con vos amor.
Al parecer nuestra protagonista vuelve lentamente a ser ella. Logrará vencer sus miedos y volver a hacer todo lo que le gusta?
Editado: 22.01.2019