Alexia
Estoy en la cama de un hospital, no me puedo mover. A los pies de la cama esta Jaky, tiene un bebé en brazos, me mira y se ríe de forma sarcástica. Mostrándome el bebé me dice: "No tendré a Jamie pero tendré a tu hijo y tu te quedaras sin nada". No la puedo dejar que se lleve a ese bebé, algo me dice que debo defenderlo de ella. Cuando intento pararla me despierto de golpe y siento una urgente necesidad de vomitar, me levanto para ir rápido al baño. Apenas llegó a arrodillarme al lado del inodoro y lanzó todo de golpe. Siento que Jamie me agarra el pelo mientras sigo teniendo las arcadas. Cuando ya no tengo más que sacar me siento en mis talones, Jamie me alcanza un vaso de agua.
-Qué te paso amor? Me asuste cuando te vi venir corriendo al baño. Te duele algo?
-Estoy bien amor. Esto fueron los nervios. Tuve un mal sueño y creo que eso causó que se me revolviera el estómago. Ahora me siento mucho mejor.
-Estas segura que es por eso, no me estas escondiendo nada, verdad.
-No, porque te escondería cosas. Te digo la verdad solo fue una pesadilla.
-Podrías contarme qué fue lo que soñaste?
-Si, pero permíteme que me levante y vayamos al living para que te lo cuente. Adelántate que ya voy.
Me lavo la cara y me enjuague la boca para sacarme el mal sabor. Cuando llegó al living Jamie me preparó un té verde y un café para el. Me siento a su lado y tomó unos sorbos de la infusión.
-Bueno, me vas a contar o voy a tener que seguir esperando.
-Si, ya lo hago. Solo tenía un poco de sed. En pocas palabras estaba en un hospital, Jaky tenía un bebé en brazos, como no podía tenerte se lo llevaba y yo no podía hacer nada. Fue cuando me desperté y tuve que ir al baño. Creo que por la impresión de verla a ella se me revolvió el estómago y vomité.
-No tengas miedo amor, ella no puede lastimarte a vos o a nuestra hija. Además siempre estaré para cuidarlas.
-Lo se amor. Pero ella sigue siendo un fantasma que me asusta, sobre todo si creo que puede dañar a mi hija. Aunque hayan pasado casi dos año de su ataque sigue siendo una sombra en mi vida.
-Estoy seguro que pronto lo dejará de ser. Recuerda que yo siempre estoy para cuidarlas. Ven a mis brazos amor, miremos un poco de tele así te distraes un poco.
Jamie
Se acomoda en mis brazos y miramos un poco de televisión. Contar el sueño la ayudó a relajarse un poco más. Todavía sigue viendo a nuestra hija como un bebé o quizás sigue pensando en el momento que paso todo. Por eso solo la ve como un bebé.
Por la noche preparamos la cena juntos, solo hubo que calentarla. Me gusta mucho compartir con ella las tareas del hogar y cocinar mucho más. Nos sentamos a cenar, la veo mejor y más animada después de la charla.
-Estaba pensando que mañana podemos almorzar en el parque, qué te parece Jamie?
-Creo que es una muy buena idea, podemos tomar aire y sol. Disfrutar el día de una manera diferente.
-No hay más que hablar, mañana haremos picnic los dos solitos. Quien te dice podríamos hacer algo más.
-Me parece que usted quiere jugar conmigo señora. Porque esperar hasta mañana si podemos hacer algo ahora.
-Estás seguro que no quieres comer postre, hice tu preferido.
-El postre que más me gusta eres tú y en este preciso momento quiero disfrutarlo.
Alexia
Me toma de la mano y me lleva al sillón, antes de sentarme me saca el vestido y lo deja caer al suelo. Se saca la ropa que cae junto a la mía. Se arrodilló delante de mí, va dejando un camino de besos desde el lóbulo de mi oreja hasta el cuello. Mientras cubre mis pechos con sus manos, toma mis pezones con los dedos haciendo que estos se yergan. Besa mi abdomen hasta llegar a mi clítoris, primero traza círculos con el pulgar y luego lo hace con la lengua, siento cuando introduce un dedo en mi vagina y lo mueve al ritmo de su lengua. Me recuesto sobre el respaldo cuando mi cuerpo se tensa por completo y llego al orgasmo.
Jamie
La beso, me siento apoyado en mis talones y la tomó por la cadera sacando la del sillón, la deslizó suavemente y la penetró, ella comienza a moverse y yo la ayudo tomándola por la cintura. Nos besamos, es increíble hacerle el amor así, me deleitó en cada centímetro suyo. Cuando nuestras respiraciones van acelerando hago lo mismo con mis movimientos, llegamos juntos al orgasmo. Nos quedamos así mientras los rescoldos de nuestro orgasmo van remitiendo.
-No me equivoco cuando digo que tu eres mi postre favorito, eres una exquisitez única.
-Usted es un adulador y un poco exagerado. Mejor vayamos a descansar que hoy hicimos muchas cosas.
-Algún día aceptaras mis cumplidos sin decir nada. Ahora vayamos a dormir, tienes razón hoy fue un gran día.
Alexia
Nos fuimos a acostar, dormimos abrazados toda la noche. Hacía mucho que no lo hacía sin despertarme, descanse muy bien y ahora me levanto a preparar el desayuno. Mientras lo estoy haciendo siento que las cosas me dan vueltas y caigo al suelo.
Parece que nuestra protagonista tiene algún problema, por qué se habrá desmayado? Tendrán que seguir leyendo para saberlo.
Editado: 22.01.2019