El corazón me dolía y era tan profundo mi desosiego. Debía terminar con esto, ya no podía más. Si seguía así terminaría por perder una parte de mi misma.
—Me cansé de esto. —sentencié con lágrimas en los ojos.
—¿D-de que hablas? —habló con un tono nervioso.
—De esto, nosotros. De tener que perseguirte, de rogarte. Me cansé.
—Sabina… —él intentó tocarme pero me aparté, mirándole con tanta la frialdad y eso lo sorprendió.
—Al final conseguiste lo que tanto querías Kaidan. Me alejaste de ti. —vi como el dolor se reflejó en sus ojos oscuros, pero no me importó. —Se feliz Kaidan, no volveré a buscarte nunca más…
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Editado: 02.04.2022