Capítulo 17.2

SARAH. Visitar a Rowan es algo habitual, me encantaba estar con mi futuro esposo. Su estudio ya lo conocía igual que cada rincón de mi casa, me senté en el regazo de Rowan mientras le platicaba sobre los detalles que faltaban para nuestra boda. —Mi vestido ya está terminado, el menú para ese día, el pastel, las invitaciones enviadas. —empecé a contarle muy contenta —¿Vendrán más personas de parte de tu familia? —No, ninguno que considere importante como para invitarlos a nuestra boda. —dijo mientras me abrazaba por la cintura. Eso era muy curioso, por lo que me había contado Rowan no estaba en buenos términos con sus padres, aunque su hermana y sus sobrinos si vendría a la boda. —Tobías ha pasado mucho tiempo con mi hermana. ¿Crees que en serio se esté enamorando de ella? —pregunté curiosa. —Toby se ha comportado muy bien desde que sale con ella, tu hermana le hace bien a ese muchacho, ya no sale de juerga y ahora parece más serio y trabajador. No pensé nunca que llegaría el día en que él cambiaria así por alguien. TOBIAS. —¿Lo estoy haciendo bien? —pregunté esperando que Maisie me dijera, estaba arrodillado en el piso y mis manos estaban manchadas de tierra. Ella se acercó con una pala y se arrodilló junto a mí. Habíamos plantado varias flores en un área que Maisie había preparado cerca de la cabaña, no soy experto en botánica pero es satisfactorio serle de ayuda a Maisie y no ser un completo inútil. —Está perfecto. —dijo con una sonrisa. Tomamos un descanso para poder tomar agua, nos sentamos en el suelo, bajo el umbral de la puerta. —¿Maisie qué sientes por mí? —ella me miró para luego apartar la mirada, sonreír al notarla sonrojarse. —¿Que siente tú por mí? —preguntó de vuelta. Sostuve su barbilla para que volteara a mirarme. —Me siento emocionado cada que te veo. Estoy contento, me haces querer ser mejor, estoy enamorando de ti. Ahora es tu turno —Maisie se había quedó sin palabras y su expresión de perplejidad era muy divertida. —¿Estas enamorando de mí? —Si. Ahora te toca a ti. —Yo… siempre he estado enamorada de ti, siempre fui muy obvia. Estoy consciente de que te amo, pero también me amo a mí y por eso no deseo salir lastimada. Sus palabras tenían sentido, desde su punto de vista y por cómo me había comportado en el pasado, es entendible que tenga miedo de que vuelva a ser un imbécil y en el proceso ella sea la única perjudicada. —Maisie jamás voy a hacer algo que puede hacerte daño. Es más, tu padre tiene permitido darme una paliza si llego hacer una estupidez. —No seas tonto, mi padre más que darte una paliza es capaz de matarte solo por hacerme llorar. —Cierto. Tú vales la pena el riesgo, así que mi vida está en tus lindas manos, bonita. —Loco… —Por ti, mi futura esposa. —enfaticé para luego besarla en los labios.