Un amor no Correspondido. Trilogía: Amores Verdaderos 1

Capitulo 13

MAEVE

—¿Entonces volvieron a besarse? —pregunté divertida al ver las mejillas completamente rojas de Cokkie. 

Nos encontrábamos en el saloncito de su casa, merendando, yo comía un pedazo de buñuelo mientras me burlaba de su indecisión. 

—¡Ahs, Maeve! A veces quisiera darme un golpe por ser tan tonta. 

—No, tonta no eres. Solo eres una mujer indecisa en el amor demasiado que roza con lo absurdo, sin ofender amiga —ella me lanzó una rebana de fruta a la frente —¡Ay, no desperdicies la comida! 

—¡Entonces no te burles de mis desgracias! 

—No considero que besar a un hombre guapo sea una desgracia, ojalá me pesaran ese tipo de desgracias más seguido. —Cokkie rodó los ojos y yo reí. 

Me alegraba de ver a mi amiga feliz nuevamente, me entercia que Cornelia si pudiera encontrar la felicidad, sin querer pensaba en Alejandro, sus cartas habían tardado en llegar estos meses, trataba de no sentirme mal por ello. Recordaba cuando le pregunté que significa yo para él, aun tenia esas palabras tan vividas y grabadas en mi memoria. 

“Tú eres mi luna, Maeve. Mi cómplice, mi compañera, para mi simbolizas pureza, mi ideal de perfección y belleza. Te miro a los ojos y encuentro esperanza e ilusión...”-él dijo eso con tanta intensidad, mirándome a los ojos en todo momento y estaba tan impresionada con esas palabras que no supe que decir. Lo quería tanto pero siempre hay algo que viene a romper ese escenario idílico que habías construido. 

“—Esto está mal, no debí haberlo hecho se supone que debería besar Evie pero no…-decía y con cada palabra que salía de su boca mi corazón se rompía. 

—¿De qué hablas? —pregunté furiosa al oírlo decir el nombre de mi hermana. 

—Puede sentir los sentimientos de los demás, tu hermana es mi alma gemela. Quien está destinada a estar a mi lado hasta la eternidad pero entonces…

—Así que tu destino es estar al lado de Evie —dije con un hilo de voz.

Sabía que él no me mentía, todo lo que decía era verdad y eso lo hacía aún más doloroso.”…

—¡Mae…! ¡Maeve! —gritaron devolviéndome a la realidad. 

—¿Eh?

—Te perdiste en tus pensamientos por unos minitos. ¿Qué sucede? —preguntó Cornelia preocupada. 

—Pienso en Alejandro, él no me ha escrito y eso se me hace muy raro ya que sus cartas nunca tardan en llegar. 

—Tal vez hubo un inconveniente en el correo. 

—Si, tal vez… 

 

DIANA

Shawn había salido junto con su hermano Mile, después de aquella noche en que me rechazó él volvió a su actitud juguetona y amorosa que siempre ha tenido conmigo, me hacía sentir más tranquila pero seguía dándome vueltas en la cabeza la incógnita de por qué esa actitud tan extraña aquella noche. Tenía a mi amiga Evie para distraerme y conversar, la residencia era bastante aburrida y debía encontrar algo en que ocuparme.

—¿Y cómo te trata la vida de casada? —preguntó Evie muy animada.

—Shawn me trata muy bien podría decirse que disfrutamos de la etapa de luna de miel. 

—Tuvo mucha suerte de conquistarte Di. —sonreí.

—Shawn es encantador, lo amo. ¿Y qué ha sucedido con Alejandro? —la actitud de Evie cambió completamente.

—Él nunca me escribe Di, ni siquiera entiendo porque tanto empeño en mi si al final solo le escribirá a Maeve —se notaba la molestia en su voz. 

—Pero se supone que Alejandro ve a Maeve como una amiga.

—Yo también pensaba lo mismo pero es a ella a quien siempre le llegan cartas de él y eso me molesta tanto. —los ojos de la rubia se aguaron pero no soltaban lágrimas. —Hice algo horrible Di. 

Fruncí mi ceño. 

—¿Evie qué hiciste?

—Las robé.

—¿De que hablas Evie?

—Las cartas de Alejandro para Maeve las he estado escondiendo. —confesó y estaba sorprendida, la Evie que yo conocía era incapaz de cometer un acto tan cruel como ese. —Estaba tan celosa porque por más que intente solo tengo Alejandro a medias mientras que Maeve lo tiene completamente. 

—Tienes que devolverles las cartas a Maeve. —ella desvió la mirada —Evie, es tu hermana y esas cartas le pertenecen. 

—No, ¿por qué ella tiene que tener lo que yo llevo años anhelando? Alejandro es cariñoso conmigo pero del mismo modo fraternal como si fuera una de sus hermanas. Todos piensan que me quiere a mí pero basta con que Maeve aparezca para que todo cambie, estoy harta de ser como una pintura en la pared para esos dos.  

—No estoy de acuerdo con esto Evie, eso está mal. 

—¡¿Qué harías tú si el hombre que amas estuviera más interesado en tu hermana?!

—No actuaria de la manera tan egoísta como lo estás haciendo ahora, ni ocultaría algo que no me pertenece solo por celos. —dije con severidad —Antes que un hombre debería estar tu sangre, Maeve es tu sangre y podría asegurarte que si la situación fuera al revés ella jamás te haría algo tan ruin como lo que estás haciendo. —la rubia estaba anonada —Piensa en eso Evie. 

 

 




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