Capítulo 23

SHAWN. 

Apenas Cokkie se fue volví a la habitación con Di, enterarme de que estaba embarazada me tomó por sorpresa que luego sustituí con alegría. ¡Seria padre! Diana iba a darme un hijo, la vi en la cama con ojeras bajo sus ojos y su tez más pálida de lo habitual debido los malestares que había tenido durante todo el día. 

Me senté a su lado.

—¿Cómo te sientes? ¿Deseas comer algo?—pregunté con dulzura, no me gustaba verla mal de ningún modo. —No has querido probar bocado en todo el día.

Ella hizo una mueca de asco.

—Creo que apenas coma algo lo devolveré, todo me da nauseas. Tal vez mañana. —sus manos viajaron a su vientre plano y la vi sonreír —Es raro pensar que hay una vida creciendo aquí en mi interior. 

—Serás una gran madre. Siempre compresiva, dulce.

—Y tú un buen padre. —Diana tenía esa manera de mirarlo que como si fuera el único, todo en ella te incitaba a cuidarla, venerarla. Diana era una diosa. Su diosa. —¿Qué sucede Shawn?

—Te diré algo y quiero que me escuches hasta el final —pronto su expresión se volvió seria y preocupada. —Creo que no hay forma sencilla de decir esto. 

—Shawn.

—Antes de que mi hermano se casara con Cornelia me sentí tan celoso, estaba celoso por ver a Cokkie con Mile, yo…

—¿Sentías algo por Cornelia? —preguntó con una tono cauteloso. 

—No sé ni que sentía. Celos de ver a mi mejor amiga cerca de otro hombre que resultó ser mi hermano. 

—¿Y ahora que sientes? —sus ojos estaban fijos en mí. 

—Nada, ahora todos mi sentimientos hacia Cornelia son puramente fraternales. Tú eres mi esposa, mi diosa. Perdóname si en un momento fui un idiota, sé que tú siempre serás la única. —dije desesperado por lograr que no me odie.

Ella no decía nada, parecía perdida en sus pensamientos. 

—Diana por favor, no te calles cariño. 

—Ahora me siento una completa tonta, y Cokkie… ¿Cómo pude ser tan ciega? Si todo estaba frente a mí. 

—Diana, por favor…

—¿Cómo es que Cokkie no me odia? Yo quejándome cuando ella también ha sufrido igual o peor que yo, le robé al hombre del que estuvo enamorada.

—¡Por dios Di, no sigas! Yo te amo a ti y Cornelia ama a Mile. —sus ojos oscuros tomaron una brillo fiero. 

—La vez que me rechazaste por primera vez, ¿fue por ella?

—¿Qué?

—Tal vez ya ni lo recuerdes, pero yo sí. Te habías ido sin decirle a nadie, ¿por qué fue? —suspiré y fui sincero, no había cabida para más mentiras.

—Vi a Cokkie y Mile besándose. 

—Oh. —fue todo lo que salió de sus labios. —Vaya, yo preocupada pensando en que pudo pasarte y tú estabas celoso de tu hermano. De verdad que intento comprenderte pero no puedo. ¿Tienes idea lo que se sentí esa noche? Estábamos recién casados y tú parecías tan distante al hombre del cual me enamoré. 

—Diana, por favor.

—¡¿Qué quieres que escuche!? ¡Que mientras yo te profesaba amor eterno tú pensabas en mi hermana!

—¡Jamás pensé en Cornelia cuando estábamos juntos Diana! Por dios, yo no te traicionaría de esa forma. Sé que fui un estúpido y el peor de los cerdos…

—Es bueno que lo reconozcas y ahora me pregunto, ¿realmente me amaste alguna vez o solo fui tu lujuria y deseo hablando Shawn? —preguntó con lágrimas en sus ojos. 

—¡Claro que lo hice y lo hago! ¡Te amo! Mi inmadurez me impidió ver con claridad lo que tenía ante mis ojos Diana. 

—Déjame sola —pidió casi en un susurro apartando la mirada de mí. 

—Di…

—Shawn por favor déjame sola. Necesito estar sola, no estoy lista para decir que te perdono cuando no es lo que siento, por favor… —dijo sin mirarme. 

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CORNELIA.

Diana vino a visitarme más repuesta, pero se me hizo extraño que Shawn no la acompañara. Nos instalamos en la sala de estar para poder platicar más amenamente y una de las muchachas del servicio nos trajo té y bocadillos. 

—Shawn me dijo que estabas enamorada de él, que sintió celos de tu compromiso con Mile—casi me atraganto con un pedazo de queso por culpa de aquellas palabras tan directas y sin tacto que Diana —Pudiste habérmelo dicho Cok.

Tosí un poco recuperando mi voz.

—¿Qué hubiera cambiado si lo hubieras sabido Di? ¿Te habrías casado con Shawn de haberlo sabido? —los ojos de Diana se aguaron. 

—No, no lo hubiera hecho. —respondió con sinceridad. 

—Ahora nada puede cambiarse Diana y estoy feliz por eso. Tengo a Mile y tú tienes a Shawn, él te ama me consta. ¿Acaso ha sido malo contigo? 

—No, pero no puedo evitar sentirme un poco traicionada por los celos que él experimentó, me hizo sentir que no era suficiente... 

—Van a tener un hijo Diana, no puedes tener esos pensamientos que ahora no tienen fundamento. ¿Acaso lo vas alejar de su padre? —las manos de Diana fueron inconscientemente hacia mi vientre aun plano. 

—No, pero voy a regresar a Londres necesito alejarme de Shawn y poder tener mi espacio. 

—¿Y crees de verdad que Shawn te deje ir estando embarazada? 

—Tendrá que, tengo derecho a querer estar sola. Además que no tiene sentido que me siga quedando aquí, extraño mucho Londres y a nuestros padres. —sostuve sus manos entre las mías. 

—¿No me odias? —pregunté temerosa y ella rió. 

—No seas tontita Cokkie. ¿Odiarte? ¿Y cómo por qué? Tú renunciaste al amor que sentías por Shawn solo para verme feliz, solo tú, siempre has velado por mí aunque yo fuera la mayor y hubiera tenido que ser al revés. —ambas nos sonreímos y sentí que mis ojos se aguaban. —Te quiero Cokkie. 

—Y yo te amo Diana. Espero que de verdad tú y Shawn se arreglen, sobre todo por ese niño que viene en camino. 

—Espero que así sea.

Diana se fue apenas terminamos de platicar, el día pasó y cuando Mile por fin llegó aun no era la hora de cenar, así que estábamos en su estudio, me encontraba sentada en su regazo con mis brazos rodeando su cuello.