Querido NamJoon, si supieras cuanto me cuesta respirar cuando no estás a mi lado, cuanto te necesito aunque no signifique nada para ti.
A penas podía mirarla a los ojos la siguiente mañana, se había pasado casi toda la noche solo pensando en que podía haber sucedido en medio de aquellas paredes entre Emma y Jimin, no quiso saber a que hora llegó, se encerró en su habitación, subió el volumen de la música y solo se tiró en la cama con el rostro encajado en la almohada tratando de averiguar por qué estaba actuando de la manera en la que lo hacía.
Sus ojos se veían hinchados y los surcos parecían una nube gris al rededor de su bella mirada. Emma lo noto en el instante pero no comento nada, si él no hablaba, no tendría que hacerlo ella, estaba convencida de que lo mejor era mantenerse al margen. Aunque NamJoon se moría por preguntar que pasó entre ella y su compañero se mordió la lengua para no decir nada y resistió.
Por el contrario Jimin no dejaba de sonreírle a Emma con un aire de coquetería que por más que quería evadir terminaba por corresponder mordiéndose el labio inferior.
—Tu perfume huele bien —susurró Jimin al oído de Emma pero intentando que RM también lo escuchara.
Emma se sintió apenada, sus mejillas se colorearon y tuvo que esconder el rostro de la vergüenza que sintió cuando Nam simplemente pareció mirarlos con desagrado. No entendía como era que le ayudaría pues con aquella actitud solo conseguiría alejarlo más. La chica musitó gracias suavemente entre sus labios, NamJoon se removió en su silla más incómodo.
—¡Concéntrate! —dijo en voz alta con aquel tono que solía usar cuando la situación lo ameritaba.
Emma se sobresaltó y atendió en seguida, estaba por terminar cuando YoungSook se acerco a ellos y con ambas manos en la cadera miró a NamJoon.
—Estoy de acuerdo en que usted es el artista, pero no por eso debería de gritarle así a una de mis chicas, Emma esta haciendo un trabajo bastante profesional como para que le grite de esa manera, mírate ahora muchachito pareces un ángel caído del cielo y es gracias a que esta chica se concentra en lo que hace, no deberías ser tan duro con ella.
NamJoon solo miraba a Emma quien había bajado la mirada al suelo aún más apenada por aquello.
—Lo siento —dijo Nam directo a Emma— has hecho un buen trabajo, gracias.
—Sí, así está mejor —agregó YoungSook — controla tu temperamento Nam, eres un buen chico, no entiendo que pasa contigo a caso quieres que le llamen la atención a esta pobrecilla chica que solo está ganándose el sustento, ¡ay! Que sería de ella sin este trabajo...
—Esta bien YoungSook es suficiente —decía Emma cansada de esconder el rostro. Busco la mirada de NamJoon solo quería que viera que estaba bien pero este solo la vio con desprecio y salio de la sala.
Definitivamente el plan de Jimin era el equivocado, tenía que decirle que sería mejor que lo dejara y que solo siguieran adelante como si nada hubiera ocurrido pero cada que se acercaba al rubio, RM estaba ahí con esa mirada asesina que le erizaba la piel, era imposible que no notara su presencia en cualquier lugar al que se acercaba.
Esperaba a las afueras del salón de ensayos, podía escuchar sus risas y sus dulces voces, una y otra vez volvían a la misma melodía, era casi la hora del almuerzo y seguramente podría verlos en ese momento, pasaron cerca de cinco minutos cuando finalmente los vio salir. Emma se escondió pegándose a la pared para que no notarán su presencia pero le fue imposible pues simplemente los chicos la encontraron de inmediato.
—Emma, vendrás al almuerzo con nosotros, —preguntó Jimin separándose del resto.
Desde luego que NamJoon la miró pero simplemente pasó a su lado como si no existiera.
—Sobre eso creo que deberíamos hablar.
—¡Ey! Jimin ssi, vendrás o te quedaras con tu novia. —gritó Jungkook desde el pasillo.
Las mejillas de Emma comenzaron arder por el comentario y solo quería desaparecer. Jimin sonrió negando con la cabeza maldiciendo en coreano a su amigo quien seguía el juego desde lejos.
—No les hagas caso, así son cuando alguno de nosotros habla con una chica linda.
Jimin dejo de sonreír en cuanto noto que los ojos de Emma se perdían detrás de NamJoon. Suspiro pesadamente.
—Estoy estropeando las cosas, ¿cierto? Note como te hablo en maquillaje, no quiero que se moleste contigo y por eso pierdas el trabajo, sé que lo necesitas.
—No es tu culpa Jimin, no es culpa de nadie que me guste Nam y que no pueda decírselo.
—Entonces por que no se lo escribes, quizás así sea más fácil.
—No lo sé, es decir no tiene caso, tu crees que el arriesgaría su carrera solo por mi, una chica de maquillaje.
Jimin parecía perder la mirada en la nada sin poder darle una respuesta que sonara creíble, él tampoco sabía si Nam querría arriesgarse por amor, ni siquiera sabía so Emma realmente le gustaba, no podía solo darle falsas esperanzas o engañarla, por qué quería verla feliz.
—No puedo mentirte Emma, tal vez hyung no quiera nada de eso, pero creo que sería bueno que pudieras solo desahogar lo que tu corazón siente, quizás te ayude.
—Sí tienes razón, —dio un paso más al ascensor.
—No comerás nada.
—Lo siento, no tengo hambre.
Jimin encontró a los chicos en el restaurante cercano a la empresa ya esperando por el, Jungkook volvió a preguntar por su chica a lo que el rubio solo pudo responder que estaba agotada.
—Además al parecer no le gustó tanto como yo pensaba. —dijo Jimin llamando la atención de NamJoon. —Le gusta otro chico.
—Como podría ser si tu eres muy lindo —soltó Taehyung con voz de broma.
—Sí yo tampoco lo entiendo —sonrió — pero me lo dijo, le gusta alguien más.
NamJoon pretendía no prestar atención a la conversación pero lo hacía, comenzó a sentir intriga por saber quién seria aquel chico que le gustaba a Emma tanto como para rechazar al guapo del grupo. Jin busco su mano y la apretó ligeramente en señal de apoyo luego ambos se miraron a los ojos tratando de hablar solo con la mirada.