Era sencillo mantenerse comunicados por el móvil, aveces Nam se desocupada a ratos y le enviaba tiernos mensajes, Emma desde luego que los respondía llena de ilusiones, le gustaba leer cada palabra que el chico de sus sueños le decía. Cada día se veían unos minutos en maquillaje, después cada uno se dedicaba a sus propios compromisos que desde luego ocupaban todo el día. Emma tenía el conocimiento de que su relación con el líder de Bangtan sería difícil pero le bastaba con escuchar la voz de RM al llamarla justo antes de dormir solo para desearle dulces sueños.
"Espérame mañana en el callejón del parque"
Le escribió a su chica ansioso de volver a estar con ella, había pasado una semana desde que la había besado por última vez y necesitaba volver hacerlo. No le bastaba con verla todos los días unos minutos y después se sentía tan vigilado que no se atrevía a pasarse por su área con tal de no tener problemas, pero aquella noche en serio la necesitaba.
Tomó el auto y de manera hábil se escapo de casa sin que su guardaespaldas se diera cuenta, no solía escapar de aquella manera podría decirse que de todos NamJoon era el que mejor se portaba con respecto a las reglas, pero ya había firmado un contrato, no se dejaría ver por nadie así que solo salió directo al parque.
Emma esperaba ya mientras daba vueltas para lograr contemplar todos los puntos cuando lo vio llegar. Se detuvo unos segundos hasta que sintió el abrazo cálido de su novio rodeándola.
—Necesitaba sentirte de nuevo —susurró RM en el oído de su novia.
—Crees que este bien si nos vemos aquí, temo mucho por ti.
NamJoon le sostuvo la mano sin dejar de sonreír, —¿Te preocupas por mi?
—Claro que sí, eres famoso no quiero que te arriesgues solo por...
Nam la besó antes de que pudiera terminar de hablar. La respiración de ambos se agitó, verdaderamente los dos necesitaban estar cerca de nuevo.
—Ven conmigo — la tomó de la mano y subieron al auto.
Emma admiraba el lujoso carro, se sintió diminuta al sentir la delicada textura del asiento de cuero negro que desprendía un agradable aroma, miró al asiento trasero con curiosidad, parecía que ahí no todo estaba en orden, miró una botella de agua, el abrigo, una sombrilla tirada y varios tickets de compras, sonrió al darse cuenta de que RM la miraba ligeramente avergonzado de su desorden.
—Prometo limpiarlo, en serio.
Emma bajo el rostro, NamJoon la sujetó despacio por la barbilla para mirarla a los ojos.
—¿Por qué tiemblas, tienes frío? —Nam se percató de que su chica parecía inquieta.
—No, ahora no siento frío.
—Entonces, qué sucede, estás nerviosa.
—Lo estoy, es decir solo quiero hacer las cosas correctamente, no quisiera tener problemas, firmamos un contrato aunque para serte sincera cariño no tengo idea de lo que firmé, pero la verdad es que yo solo quiero pasar todo el tiempo posible a tu lado, tu me haces muy feliz con solo saber que estas cerca, o con mirarte a los ojos...Nam estoy enamorada de ti y no sé si pueda controlar mis impulsos.
—A qué te refieres con eso Emma, sabes que yo correspondo a tus sentimientos, me siento igual que tu cuando te veo pareciera que el mundo se detiene, nada más existe solo eres tu, solo somos nosotros, no te detengas a pensar en lo demás estamos juntos la empresa lo sabe y cuidarán de nosotros, de nuestra relación. Y sobre tus impulsos...quizás no eres la única que duda en poder controlarlos.
Busco sus labios, — me gusta besarte, sentir tus labios en los míos tan cálidos.
Emma se acerco aún más para besarlo de nuevo, era más que lógico que ella también disfrutaba de aquel contacto. Poco a poco subió sus manos mientras acariciaba los brazos fuertes de Nam, quien subió la intensidad del beso de pronto y sujeto el cabello de su chica solo para mantenerla muy cerca.
—¡Nam! —susurró. —Nam...
Parecía que el líder de Bangtan sentía hervir sus sangre cada que su novia murmuraba su nombre, pensó si realmente quería detenerse o solo seguir con lo que comenzaba a sentir en su interior, una ráfaga de fuego que parecía estarle quemando. Nunca se había sentido igual y le gustaba lo que su cuerpo estaba sintiendo, pero el respeto que tenía por la chica y su relación era más fuerte que cualquier instinto que despertaba.
Se detuvo de repente para respirar, ambos parecían estar en la misma situación, sus alientos cálidos parecían agitados y las sonrisas nerviosas no faltaron en ese momento.
—Siento mucho si fui más haya de lo permitido. —Dijo NamJoon volviendo la mirada al frente.
Emma lo tomó del rostro y lo obligó a mirarla, ella no dejaba de sonreír. —Quién dice que te has pasado del límite, entre nosotros no debería haber limites. Es decir sí ambos disfrutamos de besarnos de esa manera tan...apasionada no le veo algún problema.
—A ti, te gusta que te besé de esa forma.
—Me gusta mucho que lo hagas, también me gusta cuando me abrazas con fuerza y me acaricias la espalda y el cabello mientras lo haces.
—Entonces no crees que eso sea más de lo necesario.
—Es más probable que algo que haga yo sea molesto para ti, es decir no te faltaría al respeto jamás pero por ejemplo si quisiera acariciarte el dorso de la mano o frotar tus labios con mi pulgar, eso podría parecerte mal a ti.
—Quiero que lo hagas...vamos Emma —sujetó su mano — pasa tu pulgar por mi boca.
—¿Estas seguro?..
—Sí, lo estoy.
Emma acerco su mano derecha a los tersos labios de NamJoon y muy despacio comenzó a tocarlos, eran suaves, ligeramente húmedos, en seguida noto como su corazón se aceleraba al mismo tiempo en que noto que su novio cerraba los ojos. Se mordió su labio inferior antes de sentir la mano de Nam sobre la que ella mantenía en su boca. La llevó hasta besarla y después mordisqueo suavemente la yema de su pulgar. Abrió los ojos de golpe, ahora mantenía un gesto sereno pero sus ojos podían reflejar la pasión que existía dentro.