Había un silencio sepulcral en aquella habitación que le parecía tan fría y tan grande, hacia varios días que se negaba a entrar pues el pesado recuerdo de lo sucedido volvía a golpearlo pero aquella noche debía volver a su casa. Las paredes se hacían pequeñas y se sentía encerrado, estaba molesto luego de aquella visita a la empresa, finalmente lo habían descubierto, la red de sassaengs que perpetraron aquel acto de maldad contra su esposa y su hijo. Quería hacerles pagar, pero su buen corazón no logró darles el castigo tan riguroso, dejó que las autoridades se hicieran responsables y él simplemente dio un paso atrás y salió de la sala. Se repetía una y otra vez así mismo que el mundo no era tan cruel, que todo estaría bien desde ese día. Estaban por dar de alta a JeongJin y eso debía de mantenerlo contento sin embargo se alcanzaba a notar un dejó de decepción en la cara de NamJoon a la mañana siguiente.
Jin ya lo esperaba afuera de la sala de pediatría, las enfermeras ya lo conocían bien y charlaban de manera amistosa mientras lo esperaba, cuando lo vio llegar con las manos inquietas y los pies torpes, nervioso y ligeramente nervioso sería la primera vez que tendría a su hijo fuera de aquel hospital que había sido su casa por casi seis meses, los mismos que Emma había pasado en coma. Siguió a la enfermera de cabecera quien ya tenia listo al niño envuelto en su manta la cual no lograba quedarse en su lugar pues JeongJin se aferraba a seguir moviendo manos y pies como si el mismo estuviera tan nervioso como su padre.
—Listo, ahora tendrás que seguir las recomendaciones del doctor no olvides alimentarlo cada cuatro horas y cambiar su pañal cada que esté sucio, sabemos que harás un buen trabajo señor Kim.
NamJoon sonrió nervioso cuando colocaron a su pequeño entre sus brazos, recordó aquel apodo de dios de la destrucción y por unos minutos volvió a creer en dios y rogó por qué nada le sucediera a su hijo, luego agradeció con una corta reverencia y salió tratando de caminar con la soltura necesaria para que sus pies no se enredaran entre sí. Jin abrió la puerta y los recibió finalmente podía ver al pequeño que solo miraba a través del cristal desde hacía meses.
—¡Qué guapo es! —soltó sonriendo. —Es hora de llevarlo a casa.
—Espera un poco hyung quiero llevarlo antes con Emma.
Nam abrió la puerta de la habitación de su esposa, un olor a rosas le llegó en seguida y se acerco lentamente con el niño entre los brazos.
—Ella es tu mamá JeongJin, ahora está dormida pero despertara pronto y todos viviremos felices al fin.
Acerco al pequeño hasta el rostro de Emma esperando que quizás un milagro sucediera pero nada pasó, no reaccionó, seguía con los ojos cerrados y sin mover un solo dedo.
—Te veré mañana mi amor — le beso la frente y salió.
—Vamos a casa ahora Jin, ya quiero que conozcan a JeongJin.
Los chicos habían insistido en que NamJoon pasara los primeros días con ellos pues todos pensaban que sería difícil para el solo cuidar del pequeño bebé, el líder de la banda sólo sonrió los miraba tan emocionados que no logró decir que no apesar de tener ya bien acondicionado un cuarto en su propia casa. Su madre le sugirió que debía mudarse con ella y su padre así podrían cuidar del niño y Nam trabajar sin ninguna preocupación, el buen NamJoon agradeció el detalle y se negó aunque amenazó con visitarlos cada fin de semana.
SeJin sugirió contratar un par de nanas para que cuidarán del pequeño JeongJin, pero el gesto de decepción en las caras de los chicos fue tan grande que se retracto en seguida. Incluso llegó a pensar en abrir una guardería en el sexto piso de la agencia ya que estaba seguro de que no era era único que trabajaba y que no deseaba dejar a su hijo lejos. Planteo la idea que en seguida fue tomada en cuenta por los ejecutivos.
Jin conducía el auto, NamJoon seguía con los ojos perdidos en el rostro angelical de JeongJin, acariciaba suavemente sus mejillas, finalmente se había quedado dormido. Unos minutos más tarde llegaron a la casa, ya los esperaban con sonrisas en los labios.
El auto apenas se apagó cuando HoSeok abrió la puerta trasera para mirar a su líder y su hijo en brazos, todos se acercaron de inmediato para poder verlo, desde luego que Nam les había mostrado algunas fotografías pero nada se comparaba con verlo de aquella manera, Jimin parecía ser el más emocionado al borde del llanto al poder sujetar la manita del bebé que en seguida se sujetó de su índice como si quisiera que se quedara con él por siempre.
—Vaya JeongJin, estas ahora con nosotros, — decía Jimin, — que bonito es, tan suave y pequeño.
—¿Quieres sostenerlo?
—No, no, quizás no pueda sostenerlo.
—Vamos Jiminie, sabrás hacerlo.
Nam acerco a su hijo hasta los brazos de Jimin, lo sostenía como si fuera un trozo de madera, lentamente fue soltando la firmeza y lo sujetó con cautela le parecía increíble sujetar entre sus brazos a una persona pequeña, un ser tan indefenso, de repente sintió la necesidad de protegerlo tal como los otros a su alrededor también sintieron pues formaron un círculo al rededor de JeongJin.
—Sabemos lo que sucedió, la agencia ya nos notificó sobre las chicas que...bueno sobre de ellas. —se acercó Jungkook, —tal parece que se han dedicado a buscar a las parejas y exparejas de diferentes idols y les causan daños. Han sido más listas que yo en ese sentido, no logró encontrar a Alicia por ninguna parte, pareciera que se la trago la tierra.
—Lo siento mucho yo...sé que en parte fue mi culpa y...
—No, hyung no te culpes más de a cuerdo, tu solo hiciste lo que creíste que estaba bien hacer es todo. Estamos en paz tu y yo. Ahora solo tenemos que ver hacia adelante, este bebé solo nos traerá suerte estoy seguro.
—Así será es acuario como su tío Hobi, es más creo mucho en que JeongJin nos traerá muchos regalos buenos. —Decía emocionado JHope
—Oye pequeño JeonJin sí es así podrías traer de vuelta a mi Alicia —Jungkook hablaba mientras miraba al bebé, es lo único que me falta en la vida.