Cada mañana alguno de los chicos preparaba algunos biberones para llevar en una gran bolsa de bebé, el carrito esperaba listo junto a la puerta seguido de un enorme paquete de pañales pues al parecer JeongJin gastaba de más. Los primeros días luego de su llegada fueron difíciles, NamJoon se mantenía despierto solo mirando la cuna, tenía miedo de que al dejarlo el niño se moviera o peor aún dejara de respirar, el resto de la banda se dio cuenta así que decidieron hacer guardias para que el papá pudiera dormir, cada uno permanecía cuatro horas delante de la cuna de JeongJin observándolo dormir, cuando despertaba le daban el biberón y el siguiente llegaba a su relevo.
El líder estaba más que agradecido pero también preocupado pues les robaba tiempo de sueño que era bastante importante para cada uno, pero ninguno de ellos se quejaba pues en serio disfrutaban de aquellas horas mirando a JeongJin entre sueños, Taehyung lo cargaba en secreto y lo mantenía sobre su pecho ambos sentados sobre el sofá, le tomaba fotos y era de los pocos que le gustaba cambiarle el pañal así que lo hacía aunque aun no estuviera sucio pues disfrutaba también de cambiarle de ropa, decía que parecía un peluche viviente además de que JeongJin siempre parecía sonriente cuando se encontraba con Tae y también con Hobi, quien lo mecía suavemente y le daba una fuerte reprimenda a aquel que se atreviera a despertarlo luego de que se quedara dormido con su arrullo.
Jimin disfrutaba de la hora del baño junto con Nam, ambos sostenían al pequeño mientras Jin pasaba una esponja con jabón sobre su delicado cuerpo. Nam era el padre era cierto, pero en ese momento JeongJin tenía otros seis papás que lo cuidaban y se preocupaban por él. Jin se encargaba de preparar los biberones y sus primeras comidas cuando tuvo edad para hacerlo.
Todos se alegraron y dieron saltos de emoción cuando JeongJin finalmente sostuvo su cabeza y logró sentarse sin el apoyo de Koya detrás de él en su sillita.
—Vamos Nam tiene hambre, no lo dejes así, además eso tiene buena pinta — decía Tae.
—Sí hyung el pobrecito lleva meses sin comer imagínate eso, —agregó Jimin con sonrisas en los labios.
—De acuerdo, pero...¿Jin estas seguro de que usaste el procesador especial?
—Lo hice Nam, use el procesador de alimento de bebé el mismo que tu pediste, lo recuerdas.
—Sí, pero herviste todo antes, lo has lavado bien.
—Pareciera que no me conoces Namjoonie todo lo hice bien, prueba lo tu mismo.
—De acuerdo el niño solo quiere comer y ustedes solo discuten como un par de casados, —YoonGi tomó la cuchara, luego el alimento y sin más le paso la comida al bebé quien abrió la boca rápidamente. —Mira que bien come, —sonrió, todos lo miraban sorprendidos.
—Hyung, no vuelvas hacerlo, —soltó Nam mirando como JeongJin disfrutaba de lo que acababa de probar.
—Entonces no lo dejes así, míralo, anímate Namjoonie eres un grandioso padre, puedes hacerlo, —Suga acercó a Nam hasta el bebé, —aún tiene hambre.
Nam finalmente comenzó a alimentar a su hijo, todos quedaron satisfechos por lo que acababan de ver.
Los meses pasaban más rápido de lo que parecía, dos, tres, cuatro, la guardería Hybe estaba abierta, JeongJin fue el primero en inaugurar las instalaciones y quien recibía las visitas más importantes, sus tíos lo visitaban cada que tenían un descanso y desde luego su papá quien no podía dejarlo solo pues aunque el caso de las sassaengs había terminado, no quería bajar la guardia, aún sentía el temor de que algo pudiera sucederle. Aún mantenía a los guardias frente a la habitación de Emma día y noche, su esperanza no se iría jamás, la visitaba a diario y diario le contaba lo mucho qué JeongJin había crecido, como comenzaba a balbucear y de lo mucho que le hubiera gustado que ella le enseñará su propio idioma.
—Ambos aprenderemos español Emma, lo prometo, no sé quién de los dos aprenderá más rápido, tu que piensas.
Decía esperando una respuesta que no llegaba, entonces la besaba y salia de nuevo secándose las lagrimas de impotencia. Se enfocaba en las cosas que disfrutaba, las personas que lo amaban, las que él amaba también.
Debido al éxito que la banda tenía llegaron a un acuerdo el cual todos debían estar de acuerdo pues en el se establecía que debían asistir al servicio militar por seis meses estableciendo así una nueva regla que se aplicaba únicamente a idols con la magnitud que alcanzaban ellos en ese momento. Seis de los miembros estuvieron de acuerdo pero NamJoon aun no aceptaba el tener que separarse de su hijo y de Emma.
—Iremos nosotros — decía Jin en la junta, —Namjoonie podría entrar después cuando Emma despierte, no pueden alejarlo de su hijo, por favor.
—Esta bien lo haré, —intervino Namjoon — es por el país, y han tenido demasiadas consideraciones con nosotros es hora de que les regresemos algo.
—Y sí Emma despierta Nam, en dónde dejaras a Jinnie
—Mi madre estará feliz de cuidar de él y Emma...sí ella despierta volveré en seguida.
—De acuerdo, entonces prepárense este fin de semana tienen que estar listos.
Esa noche NamJoon se quedó de nuevo a lado de Emma sujetándole la mano pidiéndole que regresara pues su hijo la necesitaba. Su madre ya lo esperaba para recibir a su nieto quien se aferraba con fuerza a la camisa de Jimin arrancando le un par de lágrimas al verlo partir. La despedida fue corta y los meses largos.