NamJoon mantenía la fotografía de su hijo en el bolsillo del pecho, aunque estaban acostumbrados a mal pasarse aquellas prácticas de campo eran bastante rigurosas y cansadas, terminaban más adoloridos que con los días enteros dentro del gimnasio o las prácticas de baile, lo que hacía que los días pasarán más lento de lo que esperaban, pero cada día era uno menos. Finalmente les permitieron salir luego de cuatro meses, salieron felices de haber cumplido con su país a pesar de que el tiempo fue mucho menos del que se estimaba estuvieran ahí dentro.
—Aprovecharemos el regreso para hacer la gira mundial. —decía el manager del grupo. —Este es el mejor momento para que el gobierno se de cuenta de que tomaron la mejor decisión al reducirles la estancia en la milicia, tenemos que dar lo mejor de lo mejor.
—SeJin podre llevar a Jinnie conmigo cierto.
—Nam, hemos hablado con los empresarios y decidimos que lo mejor es que por ahora permanezca con tus padres es lo mejor para todos incluyendo a JeongJin, tu sabes, por lo sucedido, no queremos arriesgar a nadie mucho menos a tu hijo.
—Pero estaría mejor a mi lado no lo crees, Bang SiHyuk me permitió aquello.
—Nam, por favor por ahora el señor Bang esta ocupado con otros asuntos no estará acá por un tiempo por lo que tendrás que acatar las ordenes de los ejecutivos, de acuerdo, es por el bien del bebé, es aún muy pequeño para viajar, necesita constancia y estar en un hotel y en otro, no se la dará.
—¿Cuándo comienza la gira?
—Mañana tienen que llegar a París.
—Entonces los veré en él aeropuerto mañana, hoy estaré con mi hijo.
Jamás sintió la distancia entre la agencia y la casa de su madre tan larga como aquella tarde, cuando llegó encontró al pequeño jugando sobre una manta en el suelo, apenas dio un paso dentro cuando sin ningún esfuerzo lo vio llegar hasta él gateando y con una sonrisa entre los labios. NamJoon lo levantó en seguida orgulloso de su avance y al mismo tiempo triste por no poder haberlo visto.
—Es muy inteligente Nam, — decía su madre, —en cualquier momento aprenderá a caminar y también es tan curioso, todo eso lo saco de ti, ambos siempre queriendo inspeccionarlo todo.
—Mamá...yo vine a despedirme, tenemos una gira por Europa, la empresa...
—Lo sé Nam, SeJin vino hace unos días a ver a JeongJin y a darnos la noticia. Cuidaremos bien del niño.
—Lo sé hacen un excelente trabajo y les agradezco todo eso, es solo que me gustaría poder pasar más tiempo con él, verlo crecer. Además esta Emma, ni siquiera podré ir a verla...
—Hijo tenemos que hablar de tu esposa — interrumpió la señora Kim, — el doctor dice que no ve para cuando despierte, si es que lo hará, tu necesitas encontrar algo, alguien más hijo, aún eres joven y JeongJin no será un obstáculo para conseguir una buena mujer.
—Mamá no por favor, sé que Emma despertara en algún momento.
—Nam, solo acéptalo y deja que se vaya, Emma y tu vivieron momentos hermosos lo sé, pero ella ya no esta aquí, déjala irse, su cuerpo se deteriorara y si jamás vuelve a despertar tu habrás perdido mucho tiempo. El doctor me dio la solicitud para desconectarla, pero solo tu puedes firmar al ser su cónyuge.
NamJoon respiraba fuertemente, sentía un nudo en la garganta y parecía que el aire no alcanzaba a llegarle a los pulmones, no podía creer que el doctor, su madre, su familia entera y hasta la empresa quizás pensaran en que era mejor dejar morir a Emma cuando él aún tenia esperanzas de verla abrir los ojos, recordarlo y volver a ser felices, pero nadie pensaba como él.
—No firmaré nada, no la dejare morir, ella aún esta ahí, y volverá a mi, a nosotros. Me voy ahora.
Comenzó a buscar las cosas de su hijo, —me llevaré a JeongJin no lo alejaré de mi, no lo permitiré y me llevaré a Emma si es necesario a otro país en donde no quieran terminar con su vida de esa manera, sin darle una oportunidad.
Alzó algunas cosas y salió con su pequeño en brazos, volvió cuando no encontró la silla del coche y le pidió a su madre que se la entregara, sin querer hacerlo se la dio sabía que tenia que darle espacio a su hijo para meditar las cosas, confiaba en que NamJoon finalmente aceptara que era lo mejor para todos. Nam condujo hasta el hospital y sin decir nada entró en la habitación de su esposa con el niño en brazos, solo ahí se permitió llorar mientras en pequeño dormitaba.
—¡Vamos cariño despierta! —decía entre sollozos —Necesito que abras los ojos Emma aún te espero, también nuestro bebé, míralo, abre los ojos y míralo es tan hermoso, lo amarías tanto como lo hago yo y él sería tan feliz contigo. Emma si me escuchas solo vuelve a nosotros por favor, debes estar cansada ya de dormir ahora ven, te necesito...te necesito demasiado, JeongJin te necesita...si tan solo pudieras escucharme. Me niego a dejarte ir así, no de esta manera...aún nos queda mucho por hacer cariño, tantas cosas por vivir, por conocer y recorrer juntos...sí me escuchas Emma, por favor despierta.
Se quedó dormido con su hijo entre los brazos sobre el sofá dentro de la habitación de Emma, la enfermera no se atrevió a despertarlo pues sus sollozos se escuchaban hasta el otro lado de la puerta. Conocían el sufrimiento de aquel chico, por todo lo que había pasado y ella misma le pedía a Emma que despertara pues su familia la esperaba, no todos los enfermos en coma recibían todo el amor que ella recibía, pensó en lo especial que era para NamJoon quien a pesar de tener tantos compromisos jamás dejó de preocuparse por su esposa.
Cerca de las seis de la mañana, la puerta volvió abrirse, Jin levantó a JeongJin de brazos de su padre y lo alimentó luego despertó suavemente a Nam pues el avión saldría en unas horas.
—¿Quién te envió? —decía Nam somnoliento.
—Vine por que quise venir, te mande mensajes al móvil pero parece que lo tienes apagado y llame a tu madre, siento ser tan entrometido.
—Entonces tu también piensas en que desconectar a Emma es lo mejor.