No recordaba la última vez que baile, pero en aquel momento solo sentí que podía tocar el cielo con solo sentir el calor de su mano en la mía.
Era una cena elegante, todos vestían de traje y vestido largo, Emma miraba a su alrededor todos los rostros desconocidos, algunos le parecían familiares pero en su mayoría solo eran personas amables que la saludaban más avergonzados que ella por la misma situación en que sabían se encontraba. Aún con todo eso en ningún momento se sintió menospreciada o ignorada por alguien, al contrario de pronto noto que la mayoría de las personas la miraban con cierto aire de dulzura en el rostro.
—Me alegro de que estés de nuevo con nosotros Emma —decia Bang SiHyuk quien se acercó a la pareja apenas la vio llegar. —Le haces tanto bien a nuestro querido NamJoon, por cierto esperamos tenerte aquí para la grabación de la nueva canción, estamos seguros de que será una de las mejores, Nam se encargo de la letra y a mi parecer solo habla de lo mucho que te ama.
—Será un gran privilegio si me permitieran escucharla.
—El honor será nuestro. —el CEO no dejaba de sonreír. —Vayan y beban algo, la noche es larga. —Lo vieron retirarse.
—¡Wow! Es bastante agradable, —dijo Emma.
—Es así ahora, pero antes se equivoco bastante, sobre todo con Jungkook, le ha pedido disculpas pero, el daño que le causo ese nunca se irá.
—¿Qué fue lo que sucedió?
—Es una historia triste, de cierta forma me hace sentir culpable si yo no hubiera dicho nada...en fin estoy seguro de que las cosas serían diferentes para él.
—Jimin me contó sobre la chica...Jungkook aún la busca?
—Sí, ojalá la encuentre solo deseo que todos ellos puedan ser tan felices como lo soy yo. —Le besó el dorso de la mano.
La fiesta terminó luego de la cena, los invitados quienes se despidieron amablemente fueron desalojado el salón, finalmente solo quedó Bangtan y su CEO, quién levantó su copa para brindar por su regreso. Los miembros del grupo se encontraban especialmente contentos de lo que estaban por realizar, su gira de despedida tenia que ser grande e inolvidable. Después de un par de copas de vino más y un charla amena decidieron retirarse.
NamJoon sujetó la mano de su esposa y se levantaron, se despidieron amablemente para bajar por el ascensor hasta el auto que ya los esperaba, al salir notaron que finalmente las cámaras se habían marchado al igual que el resto de las personas que aún se alcanzaban a ver apenas unas horas antes.
Emma recargo la cabeza sobre el hombro de su esposo, le gustaba el aroma que desprendía y el calor que emanaba su cuerpo. Nam sonreía al sentirla tan cerca, su mente no dejaba de pensar en todo lo que podría suceder estando a solas en su apartamento puesto que lo estarían luego de lo sucedido. Esa misma tarde JeongJin había sido llevado a la casa de su abuela para pasar la noche, por lo que sin duda tendrían que pasar la noche...juntos.
Sus manos comenzaron comenzaron sudar sin querer cuando llegaron a la casa, Emma seguía en silencio sin dejar de sonreír a su esposo y cual niña curiosa miraba aquella actitud que había tomado, sabía que algo le sucedía.
—¿Quieres tomar algo, Nam? — mencionó la chica al cerrar la puerta.
NamJoon paso saliva antes de responder con un ligero sí para de inmediato it a buscar las copas y una de sus botellas que tenía guardadas. La chica se había sentado en el sofá y esperaba mientras movía con cadencia los pies de arriba a bajo como si ella también se sintiera inquieta. Lo estaba pero trataba de aparentarlo, miró la copa servida delante de ella y bebió despacio, su chico la imitó a diferencia de que él bebió el contenido entero de un solo trago.
—Todo esta tan callado ahora, —dijo Emma.
—Te gustaría escuchar algo de música.
Emma afirmó y Nam de u mediato atendió, busco entre sus discos de acetato hasta encontrar uno que considero la mejor opción, la canción comenzó comenzó sonar, una melodía suave y romántica.
—¿Esta bien eso?
—Es perfecto Nam, — Emma bebió un poco más. —Creo que me acostumbre al ruido que hacían los chicos y a los balbuceos de JeongJin, lo extraño. —sonrió —es el niño más maravilloso del mundo.
—Tienes razón, lo es, es tan hermoso como tu.
—Y tan inteligente como tu.
Ambos se miraron directamente a los ojos, dentro de su pecho su corazón comenzaba agitarse.
—¿Emma, te gustaría bailar? — Nam tendía una mano frente a ella.
La castaña solo se levantó y tomó aquella mano temblorosa que rápidamente buscó su cintura, Emma se acercó más sujetándolo por detrás del cuello con ambas manos, Nam se erizo al sentir aquel contacto. Lentamente la chica recostó su cabeza sobre el pecho de Nam quien comenzó a mecerse suavemente llevando un ritmo ligero, Emma cerró los ojos y se concentró en el sonido de la música para seguir el paso, en una de los cambios de ritmo la pareja se separo solo para que NamJoon pudiera darle una vuelta a su chica quien sonrió tímidamente. Se acercaron más luego de eso, sus rostros se encontraban más cerca, las sonrisas ahora parecían un gesto sensual que quizás buscaba provocar a quien miraba.
—Te amo...
Susurró Nam antes de acercar su boca hasta la de ella y besarla, Emma cerró los ojos para poder corresponder el beso que sintió en seguida como albototaba el resto de su ser. El calor que bombeada su corazón a través de su sangre parecía estar incrementándose luego de sentir las manos grandes de Nam recorriéndole la espalda, sin dejar atrás la boca del otro despacio se deslizaron hasta el sofá en donde finalmente se detuvieron solo para mirarse a los ojos.
—Emma yo...—decía Nam ligeramente agitado.
—Esta bien cariño, —dijo Emma pasando para atrás el cabello que había caído sobre los ojos de su esposo. —Quiero estar contigo, quiero que pase...
—Pero tu, no te incomoda el no recordar las veces en que nosotros...
Emma colocó la punta de sus dedos sobre la boca de Nam —Quizás mi mente no lo recuerda, pero te puedo asegurar que el resto de mi y eso incluye a mi corazón, todo te recuerda, tus besos, tus caricias, la forma en la que me miras tal como lo haces ahora como nunca nadie me miró, todo en mi sabe que te pertenezco cada poro de mi piel, cada órgano y célula dentro de mí saben quien eres y yo tal vez lo recuerde si tu...