Un amor para Nebraska

Capítulo 31: Nebraska

Llegué casa esperando que mis hermanas estuvieran dormidas y así evitaría preguntas luego de decirles que me quedaría a dormir en casa de Zeke con Angie.

Al llegar, me metí en la cama, fingí dormir y lo dejaron pasar, pero hoy no será así. Ambas están abajo desayunando y esperando que les cuente. 

Mentir no es una opción. Arizona me conoce muy bien y dice que soy pésima mentirosa.

No alcanzo a servirme café cuando Arizona me confronta.  

—Ya, dinos que pasó. ¿Se pelearon? —pregunta Ari.

—No—me sirvo café—. ¿Qué es todo esto? —pregunto levantando un folleto.

—Estábamos haciendo una lista de cosas que necesitamos para la posada. —responde April.

—No cambies de tema. No se “paró su amigo”. —enfatiza con comillas.  

—¿Por qué siempre relacionas todos los problemas con sexo? —cuestiona April riendo.

—La mayoría de problemas de pareja son en relación con el sexo y los hombres se avergüenzan cuando no se les para. Si es así, deberías dejarlo.

—No va a dejarlo por eso—insiste April—. Puede ser algo del momento. Ya sabes. Estrés, nervios… La verdad ya ni sé. Hace tanto tiempo que nadie entra en mi zona que dudo ser buena consejera y solo he estado con un solo hombre.

Arizona abre los ojos con demasía.

—¿Solo con uno? ¿Fue tan malo que no quisiste probar otro?

Ríe.

—No, es que necesito estar enamorada para hacerlo y solo me enamoré una vez.

—Vaya, que bueno que no compartimos ese gen. Es tan placentero hacerlo sin amor. Si hay química, el amor no importa.

—Sí importa—opino—. Lo sabrás cuando hagas el amor con alguien, Ari.

—Hacer el amor, follar, penetrar… Todo es lo mismo. Mejor dejemos la cuestión de la casi virginidad de April y cuenta que pasó con la ex tortuga.

Bebo un poco de café y resumo diciendo que todo iba bien hasta que apareció la ex esposa de Zeke con su hijo. Les cuento lo que está pasando en su vida. Ya no me importa guardar el secreto.

No quería decir nada por sentir que no me corresponde, aun así, da igual en este momento.

—¿Te echó de su casa mientras la ex esposa se quedó? —pregunta April.

—No me echó, yo decidí irme. La situación era bastante incómoda y ella está pasando por algo difícil.

—Incómoda para ella que era la intrusa. Si está pasando por algo difícil es su culpa y Zeke no tiene responsabilidad alguna. —resalta Arizona.

—Estoy de acuerdo con ella.

—Yo decidí irme.

—Hiciste mal. —destaca Arizona.

—¿Él no te pidió que te quedaras? —pregunta April.

Trago con fuerza y niego con la cabeza. Ambas comparten una mirada que no necesita traducción.

Una parte mía deseó que él me pidiera que no me fuera, que llevara a su ex esposa a un hotel y la dejara ahí, aunque si él me lo hubiera pedido, me habría quedado incluso con su ex debajo del mismo techo.

Tampoco negó que la quisiera cuando lo resalté.

—Si dices que no te importa, te llamaré mentirosa. —exclama Arizona.

—En el momento dije que no me importaba, traté de convencerme de que no, pero no puedo negar que me molestó que no me pidiera quedarme.

April me abraza.

—Lo siento mucho.

—Es mi culpa. Había señales que me decían que Zeke seguía queriendo a su ex mujer. Anoche lo demostró.

—Que se quede con su ex mujer infiel y tú sigue con tu vida—musita Arizona—. No lo necesitas a él, ni a ningún hombre. Y si quieres uno, me dices y te consigo uno que no se interese ni en la madre, esos dan los mejores orgasmos—suelto una carcajada—. Mejor enfoquémonos en la posada y en traer a Sheila. No hay que perder el tiempo con personas que no valen la pena.

—¿Quieres traer tu casa rodante? Es caro.

—Debe haber alguna forma o sino venderla y comprar otra Sheila. A pesar de que las apoyaré con la posada, quiero tener alguna escapada de vez en cuando. No quiero dejar de viajar.

—Creo que es más factible que vendas a Sheila y te compres otra. —aconseja April.

Dejo a mis hermanas en la cocina y subo al segundo piso a ver a Angie, quien ya debe estar por despertar y me gustaría llevarla a desayunar a algún lado antes de llevarla a casa de la hermana de Zeke para que juegue con Leila.

Anoche sentí que mi lugar estaba al lado de Zeke y que el amor me estaba dando una oportunidad, sin embargo, esta mañana me desperté sintiéndome triste y como un objeto de segunda mano que alguien utilizó a modo de reemplazo.

Zeke sigue queriendo e interesándose en su ex mujer y en mí vio una buena madre que aceptaba su esterilidad.

Puede querer ayudar a una mujer víctima de abuso, pero no preocuparse y tomarse tantas molestias al menos que te importe.




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