—Quiero ayudarte, pero no puedo hacerlo si no vas a la policía. No puedes ocultarte de tu esposo. Tarde o temprano, sabrá que estás aquí.
—Zeke, solo necesito unos días, nada más. Dos días para que pueda tranquilizarme.
—Tu padre me aconsejó llamarlo si alguna vez me buscabas.
—Deja que pase unos días antes de llamarlo. Joel irá a su casa a buscarme, luego verá que ellos realmente no saben dónde estoy. Lo mismo con Aida.
—Tienes dos días, si en esos dos días no vas a la policía y hablas con tus padres, yo no seguiré ayudándote. No puedo poner mi vida de cabeza con los problemas que tienes y te niegas a denunciar.
Se levanta.
—Tienes razón. Iré por mi hijo y nos iremos. Ya pensaré en algo.
La tomo del brazo con suavidad.
—No te estoy echando, solo diciéndote que no puedes huir y debes decidir si denunciarlo o no. Si lo haces, podremos pelear, de lo contrario al final tendrás que regresar con él poniendo a tu hijo en peligro y ahí no voy a ayudarte y la próxima vez que aparezcas pidiéndome mi ayuda, no te la daré. Piensa en eso.
La dejo sola en la cocina y busco mi celular para llamar a Nebraska.
No me gusta como terminaron las cosas entre nosotros la noche anterior, no quería que se fuera y no supe como lidiar con la situación.
Marco a su celular, ella no responde. Miro la hora. Tal vez esté ocupada con Angie o dejó el teléfono en alguna parte.
Vuelvo a intentarlo y nada.
Le escribo preguntándole si todo está bien. El mensaje llega, pero ella no lee.
¿Estará enojada? No, no puede estar enojada. Ella está al tanto de la situación de mi ex y no le pedí que se fuera, ella decidió irse y no quise ponerla incómoda pidiéndole que se quedara.
El nombre de mi hermana aparece en la pantalla y apenas respondo tengo un mal presentimiento.
—Dime que sucede.
—¿De qué hablas, Zaira?
—Nebraska trajo a Angie. Le pregunté como iban las cosas contigo y fue esquiva en el tema. Es obvio que algo va mal y no me quiso decir. Habla.
—Zaira…
—Zaira nada. Nebraska me agrada, ella puede ser buena para ti tanto como Angie. Puedes volver a ser feliz a su lado después de lo que te hizo la zorra de tu ex y tener la familia que siempre deseaste. ¿Tienes dudas?
Decirle a mi hermana que mi ex está en mi casa y que Nebraska se fue por eso será como crear un tsunami y un terremoto al mismo tiempo.
No solo porque es fan de Nebraska, cosa que nunca fue de Inés, sino por ser buena hermana e querer protegerme.
Nebraska no le va a decir nada, pero mi hermana no lo dejará estar, así que la pongo al tanto de la situación.
—Antes que digas algo…
—Tu ex tiene problemas con el hombre por quien te dejó y ha recurrido a ti, y en lugar de enviarla por donde vino, la dejaste entrar a tu casa, le ofreciste una habitación y apoyo dejando que la mujer que puede devolverte la felicidad y te acepta como eres, se fuera. Ah, eres un idiota de primer nivel. De verdad que a este punto comienzo a pensar que te mereces que te dejaran.
—No digas eso. No estoy separado de Nebraska.
—¿No? Pues por su cara lo dudo. Ahora estás con tu ex y no con Nebra.
—Le di dos días para que lo denuncie a la policía, sino no la ayudaría.
Mi hermana ríe.
—Te jodió la vida en el pasado y quiere seguir haciéndolo. No te voy a decir nada porque eres adulto y sabes lo que haces. Lo único que te digo es que si arruinas lo que tienes con Nebraska por una mujer que no supo valorarte, te arrepentirás.
»¿Acaso sigues sintiendo algo por ella?
—No, claro que no. Nunca habría comenzado algo con Nebraska si fuera así.
—Yo creo que ni estás seguro y Nebra debe pensar igual. ¿Qué piensas hacer? ¿Ayudarla a librarse del ex, regresar con ella y hacerte cargo del hijo de ellos? Si no recuerdo mal, ella no quiso ver opciones contigo.
—Creo que se arrepiente de eso.
—Sería su problema. Por último te voy a decir que ordenes tus pensamientos. Si quieres estar con Nebra, si a ella ves en tu futuro, habla con ella, saca a Inés de tu vida, ayúdala sin involucrarte demasiado y listo. Si no sabes lo que quieres o quieres regresar con tu ex, díselo a Nebra también para que pueda encontrar un hombre que la merezca. Realmente espero que tomes la decisión correcta, Zeke.
Mi hermana finaliza la llamada y cierro los ojos.
No quiero regresar con Inés. Tal vez en el pasado pensé que ella se arrepentiría y regresaría, pero ya no.
Nebraska me gusta, me hace bien y tengo fuertes sentimientos por ella. Necesito hablar con ella.
Agarro las llaves del auto, busco a Inés que está en la cocina dándole de comer a su hijo.
—Me tengo que ir. No le abras la puerta a nadie y cualquier cosa llámame o a la policía. Tampoco respondas el teléfono.