Un amor peligroso

Capitulo 8

Los días se sucedieron en una calma agradable y casi irreal. Marco y Elena continuaron construyendo su vida juntos, disfrutando de cada momento de paz. Sin embargo, en el mundo que Marco había dejado atrás, la tranquilidad nunca duraba demasiado.

Una mañana, mientras Elena preparaba el desayuno, Marco recibió una llamada que rompió la armonía del lugar. Era Luca, y su tono indicaba que algo estaba terriblemente mal.

—Jefe, tenemos un problema. Alguien nuevo ha aparecido en la ciudad, alguien que parece estar interesado en ti y en Elena —dijo Luca, su voz grave.

—¿Qué sabes de él? —preguntó Marco, sintiendo un nudo en el estómago.

—Se hace llamar "El Halcón". Ha tomado el control de los territorios que pertenecían a "El Lobo" y está preguntando por ti. Parece que quiere vengar su muerte —respondió Luca.

Marco cerró los ojos por un momento, tratando de contener la ira y el miedo. —Mantén a todos en alerta máxima. Asegúrate de que Elena y Sofia estén seguras. Voy a regresar a la ciudad.

—Entendido, jefe. Nos veremos allí —dijo Luca antes de colgar.

Elena, que había estado observando a Marco desde la cocina, se acercó con preocupación. —¿Qué ha pasado, Marco?

Marco la miró, sabiendo que no podía ocultarle la verdad. —Hay una nueva amenaza en la ciudad. Alguien llamado "El Halcón" ha aparecido y parece querer vengar la muerte de "El Lobo". Tengo que volver y ocuparme de esto.

Elena asintió, aunque la preocupación era evidente en sus ojos. —Voy contigo. No quiero quedarme aquí sin saber qué está pasando.

—No, Elena. Es demasiado peligroso. Quiero que te quedes aquí con Sofia, donde estás a salvo —insistió Marco.

—No puedo quedarme aquí sabiendo que estás en peligro. Juntos somos más fuertes, ¿recuerdas? —dijo Elena, con determinación.

Marco suspiró, sabiendo que no podría convencerla de quedarse. —Está bien. Pero prométeme que seguirás todas las instrucciones de seguridad y que te mantendrás cerca de Luca y los otros hombres.

—Lo prometo —respondió Elena, abrazándolo con fuerza.

Horas más tarde, Marco y Elena llegaron a la ciudad, donde Luca y su equipo los recibieron. La tensión en el aire era palpable mientras se dirigían a la sede de las operaciones. 

—¿Qué más sabemos sobre "El Halcón"? —preguntó Marco, mientras caminaban por el pasillo.

—Es conocido por su brutalidad y su inteligencia. No se parece a "El Lobo". Es más calculador y tiene recursos que ni siquiera imaginamos. Debemos ser extremadamente cautelosos —explicó Luca.

Marco asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Sabía que cualquier error podría costarles caro. 

Esa noche, mientras planificaban su próximo movimiento, Elena se reunió con Marco en su oficina.

—¿Cómo podemos enfrentarnos a alguien tan peligroso? —preguntó, su voz llena de preocupación.

—No será fácil, pero encontraremos una manera. Hemos superado cosas peores y saldremos de esta también —dijo Marco, tomando su mano.

—Confío en ti, Marco. Sé que podemos hacerlo —respondió Elena, mirándolo con determinación.

Mientras se abrazaban, la puerta se abrió de golpe y uno de los hombres de Marco entró corriendo.

—Jefe, tenemos problemas. "El Halcón" ha secuestrado a uno de nuestros hombres y está exigiendo una reunión contigo, esta noche.

Marco apretó los dientes, sabiendo que no podía ignorar la amenaza. —Dile que iré. Pero no iré solo.

Luca y su equipo se prepararon rápidamente, asegurándose de estar listos para cualquier eventualidad. Marco sabía que estaba caminando hacia una trampa, pero no tenía otra opción. Tenía que enfrentarse a "El Halcón" para proteger a su familia y su futuro.

La reunión fue pactada en un viejo almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Marco y su equipo llegaron primero, asegurándose de que el lugar estuviera despejado. Pero sabían que "El Halcón" no tardaría en aparecer.

Finalmente, "El Halcón" hizo su entrada, rodeado de sus hombres. Era un hombre alto y delgado, con una mirada fría y calculadora.

—Marco Rossi. Finalmente nos conocemos —dijo "El Halcón", su voz llena de desprecio.

—¿Qué quieres? —preguntó Marco, tratando de mantener la calma.

—Quiero lo que es mío por derecho. "El Lobo" era mi hermano, y tú lo mataste. Ahora, voy a destruir todo lo que te importa, empezando por ti —respondió "El Halcón".

Marco sintió una oleada de ira, pero se obligó a mantenerse sereno. —No permitiré que lastimes a mi familia. Si quieres pelear, pelea conmigo.

"El Halcón" sonrió, como si hubiera estado esperando esa respuesta. —Eso es exactamente lo que planeo hacer.

La tensión en el aire era insoportable mientras ambos bandos se preparaban para el enfrentamiento. Marco sabía que la batalla que se avecinaba sería brutal, pero estaba decidido a proteger a los suyos a toda costa.

La noche estaba por desatar una tormenta de violencia y venganza, y en medio de la oscuridad, el amor de Marco y Elena sería su luz más brillante.




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