Un amor peligroso

Capitulo 19

El aire fresco de la mañana inundaba la casa de los Rossi, proporcionando una sensación de paz después de las tensiones recientes. Marco y Elena disfrutaban de un desayuno tranquilo en la terraza cuando el teléfono de Marco sonó. Era un número desconocido.

—¿Hola? —contestó Marco, con un deje de cautela en la voz.

—Marco Rossi, no pienses que esto ha terminado. Ricardo puede estar fuera de juego, pero hay muchos que desean seguir su causa. No descansaré hasta ver tu imperio en ruinas —dijo una voz siniestra antes de colgar abruptamente.

Marco miró el teléfono con el ceño fruncido. Sabía que los enemigos de su padre no desaparecerían fácilmente, pero no esperaba que la amenaza fuera tan persistente. Decidió no preocupar a Elena en ese momento y guardó la llamada en su mente mientras terminaban de desayunar.

Más tarde ese día, Marco reunió a su equipo en el Centro de Innovación y Seguridad para discutir las medidas adicionales que necesitaban implementar.

—Recibí una llamada esta mañana. Parece que hay más personas detrás de Ricardo dispuestas a continuar su legado. Necesitamos estar preparados para cualquier cosa —dijo Marco, mirando a cada uno de los presentes.

Clara asintió, sus ojos mostrando determinación.

—Podemos mejorar nuestras defensas cibernéticas y establecer más puntos de control alrededor de nuestras instalaciones. También deberíamos investigar más a fondo las conexiones de Ricardo para identificar a sus posibles aliados —sugirió Clara.

Rodrigo, siempre listo para actuar, agregó:

—Podemos intensificar la vigilancia y aumentar la seguridad personal para todos los miembros de la familia. No vamos a permitir que nadie se acerque sin que lo sepamos.

Sofia, sentada frente a su computadora portátil, ofreció una solución tecnológica.

—Voy a rastrear todas las comunicaciones recientes de Ricardo y sus contactos conocidos. Podríamos instalar dispositivos de monitoreo avanzados para interceptar cualquier intento de ataque o infiltración —dijo Sofia, mientras sus dedos volaban sobre el teclado.

Mientras discutían los detalles, Elena entró en la sala con una expresión de preocupación.

—Marco, debemos hablar. He recibido una carta esta mañana. Dice que si no entregamos el control del centro, habrá consecuencias para nuestra familia —dijo Elena, entregándole la carta.

Marco tomó la carta y la leyó rápidamente. La amenaza era clara y directa, pero también mostraba signos de desesperación. Quienquiera que estuviera detrás de esto, sabía que la familia Rossi era un obstáculo difícil de superar.

—No vamos a ceder a estas amenazas. Vamos a seguir adelante y a fortalecer nuestra posición. Pero necesitamos ser más inteligentes y estar un paso adelante —dijo Marco, apretando la carta.

Los días siguientes fueron de intenso trabajo y preparación. El equipo de Clara instaló nuevos sistemas de seguridad y monitoreo, mientras Rodrigo y sus oficiales reforzaban la protección física del centro y las residencias.

Sofia, por su parte, descubrió una pista crucial en sus investigaciones. Encontró una serie de correos electrónicos que vinculaban a un hombre llamado Vittorio con los planes de Ricardo. Vittorio era un antiguo asociado de Valerio que había desaparecido después de la caída de su imperio criminal.

—Vittorio podría ser el cabecilla de esta nueva amenaza. He rastreado sus últimos movimientos y parece estar operando desde una ubicación remota en las montañas —informó Sofia, mostrando un mapa en la pantalla.

Marco decidió que era el momento de actuar. Organizó una operación para confrontar a Vittorio y desmantelar su red antes de que pudiera causar más daño.

—No vamos a esperar a que nos ataquen. Vamos a llevar la lucha a ellos y asegurarnos de que no puedan volver a amenazarnos —dijo Marco, mirando a su equipo con determinación.

La operación fue meticulosamente planificada. Marco, Luca, Rodrigo y un equipo selecto se dirigieron a la ubicación en las montañas, preparados para cualquier eventualidad. Al llegar, encontraron una antigua fortaleza convertida en un centro de operaciones.

La confrontación fue intensa. Vittorio y sus hombres estaban bien armados y dispuestos a luchar hasta el final. Sin embargo, la estrategia y el entrenamiento del equipo de Marco prevalecieron. Después de una larga batalla, lograron capturar a Vittorio y desmantelar su base.

—Esto es por Valerio y por todos los que has amenazado —dijo Marco, mirando a Vittorio con una mezcla de satisfacción y resolución.

De regreso en la ciudad, la familia Rossi celebró una victoria significativa. Con Vittorio capturado y su red desmantelada, la amenaza inmediata había sido neutralizada. Sin embargo, sabían que siempre habría nuevos desafíos y enemigos dispuestos a probar su fuerza.

Marco y Elena, de pie en el balcón de su casa, contemplaban la ciudad.

—Hemos enfrentado muchas pruebas, pero seguimos de pie. Seguiremos adelante, más fuertes y unidos que nunca —dijo Marco, tomando la mano de Elena.

—Sí, juntos podemos superar cualquier cosa. Y siempre estaremos preparados para lo que venga —respondió Elena, apoyando su cabeza en el hombro de Marco.




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