Con la amenaza de Giovanni Battista neutralizada, la familia Rossi disfrutaba de una calma relativa. Sin embargo, Marco no bajaba la guardia. Sabía que en su mundo, las amenazas podían surgir en cualquier momento y de cualquier dirección. La vigilancia constante y la preparación eran esenciales.
Una tarde, mientras Marco estaba en su despacho, recibió una visita inesperada de Lorenzo, un antiguo aliado de su padre. Lorenzo había sido uno de los hombres más leales a Valerio, y su presencia indicaba que algo importante estaba sucediendo.
—Lorenzo, es un placer verte. ¿Qué te trae por aquí? —preguntó Marco, ofreciéndole un asiento.
Lorenzo, con una expresión seria, se sentó y comenzó a hablar.
—Marco, he recibido información preocupante. Parece que hay un nuevo jugador en la escena, alguien que ha estado operando en las sombras. Se hace llamar "El Ojo del Huracán". Nadie sabe quién es realmente, pero ha estado reclutando a antiguos aliados y enemigos de tu padre. Creo que planea algo grande contra tu familia —dijo Lorenzo, con voz grave.
Marco frunció el ceño. La aparición de un nuevo enemigo siempre era motivo de preocupación.
—Necesitamos más información sobre este "Ojo del Huracán". ¿Tienes alguna pista sobre su ubicación o sus planes? —preguntó Marco.
Lorenzo asintió.
—He escuchado rumores de que tiene una base de operaciones en una isla privada, fuera del alcance de las autoridades convencionales. No tengo más detalles, pero puedo activar mis contactos para obtener más información —respondió Lorenzo.
Marco agradeció a Lorenzo por la información y convocó una reunión con su equipo de inmediato. Clara, Sofia, Isabella y Rodrigo se reunieron para discutir la nueva amenaza.
—Este "Ojo del Huracán" parece ser un enemigo formidable. Necesitamos actuar rápidamente para descubrir su identidad y neutralizar cualquier amenaza que represente para nuestra familia —dijo Marco, compartiendo la información proporcionada por Lorenzo.
Clara e Isabella comenzaron a rastrear cualquier señal digital que pudiera llevarlos a la ubicación del enemigo. Utilizaron todos los recursos tecnológicos disponibles para analizar comunicaciones, transacciones financieras y cualquier otro indicio que pudiera darles una pista.
Sofia, por su parte, activó su red de informantes, buscando cualquier rumor o información que pudiera revelar más sobre el "Ojo del Huracán". Mientras tanto, Rodrigo preparó a su equipo para una posible operación en una isla, asegurándose de que estuvieran listos para cualquier eventualidad.
Días después, Isabella logró interceptar una serie de comunicaciones encriptadas que apuntaban a una isla en el Caribe. Utilizando avanzados métodos de descifrado, descubrió que la isla estaba fuertemente protegida y que el "Ojo del Huracán" estaba organizando una reunión con varios de sus nuevos aliados.
—Tenemos una ubicación. Necesitamos planificar una incursión precisa y rápida para capturar al "Ojo del Huracán" antes de que pueda lanzar cualquier ataque contra nosotros —dijo Isabella, mostrando el mapa de la isla.
Marco asintió y delineó el plan de ataque. Rodrigo lideraría la operación sobre el terreno, mientras que Clara e Isabella brindarían soporte tecnológico en tiempo real. Sofia mantendría a su red de informantes alerta para cualquier desarrollo adicional.
La noche de la operación, el equipo de Rodrigo se infiltró en la isla utilizando lanchas rápidas y equipos de visión nocturna. Se movieron con sigilo, neutralizando a los guardias y avanzando hacia la mansión donde el "Ojo del Huracán" estaba llevando a cabo su reunión.
Dentro de la mansión, encontraron a varios hombres armados y a un individuo que parecía ser el líder, dando órdenes a los demás. Rodrigo dio la señal y el equipo irrumpió en la sala, sorprendiendo a los presentes.
—¡No se muevan! ¡Están rodeados! —gritó Rodrigo, mientras su equipo apuntaba a los hombres del "Ojo del Huracán".
El líder, un hombre de mediana edad con una cicatriz en el rostro, levantó las manos en señal de rendición. Sin embargo, había algo en su mirada que inquietaba a Marco.
—Así que tú eres el famoso "Ojo del Huracán". ¿Qué esperas lograr con todo esto? —preguntó Marco, observando al hombre con detenimiento.
El hombre sonrió, aunque sus ojos reflejaban una frialdad inquietante.
—Marco Rossi, he esperado mucho tiempo para conocerte. Mi nombre es Rafael Montenegro. Tengo cuentas pendientes con tu familia, y esto es solo el comienzo. No puedes detener la tormenta que se avecina —dijo Montenegro, con una voz serena pero amenazante.
Marco ordenó que lo esposaran y lo llevaran de regreso al Centro para ser interrogado. Aunque habían capturado al líder, sabía que la verdadera batalla apenas comenzaba. Rafael Montenegro no parecía ser el tipo de hombre que se rendía fácilmente.
De regreso en el Centro, Marco y su equipo comenzaron a interrogar a Montenegro, tratando de obtener más información sobre sus planes y sus aliados.
—¿Quiénes son tus aliados? ¿Qué estás planeando realmente? —preguntó Marco, con una mirada firme.
Montenegro sonrió de nuevo, esta vez con una expresión desafiante.