Un Amor Prohibido

capitulo 1 misión proteger a la princesa

Después de que Adam me regañara por la tontería de los morrales, seguimos caminando en silencio, solo el sonido de nuestros pasos sobre el pavimento.

​—Oye, ¿estás segura de que Axel no te trae problemas? —preguntó Adam, rompiendo el silencio y con ese tono protector que a veces me sacaba de quicio.

​—No, Adam, es solo un amigo. Además, ¿cuál es el problema? Es un vampiro.

​—El problema es que es un vampiro y tú eres una semi destinada a cosas grandes, Ximena. No quiero que te distraigas con... romances humanos, o peores, sobrenaturales.

​—No es un romance. Y te recuerdo que somos híbridos, estamos hechos para esto —repliqué, acelerando el paso.

​—Por eso mismo. La Luna Llena se acerca, y ya sabes lo que eso significa para ti. Estar en la calle con un vampiro por pura casualidad es arriesgado. Solo te lo digo.

— ya se que mi misión es proteger a la princesa la hermana del príncipe.

— Eso es correcto. Tienes que cuidarla de los depredadores que ahí afuera.

— Lo sé. Ya me tienen cansada en cuanto termine mi entrenamiento debo ir a buscar a la princesa.

— Así es tu destino es protegerla antes de la luna llena.

—Lo entiendo, Adam, de verdad que lo hago —dije, tratando de suavizar mi tono—. Pero necesito despejarme. Y no, Axel no es una distracción ni un depredador. Solo... caminamos. Y tú mismo lo dijiste: somos híbridos. Estoy a la altura de esta misión, no me voy a distraer por un paseo nocturno.

​Adam suspiró, un sonido exasperado que me hizo rodar los ojos, aunque él no pudiera verlo.

​—Sé que estás a la altura, Ximena. Pero la presión está aumentando. La princesa... la hermana del príncipe, es la clave de la estabilidad de los nuestros. Si algo le pasa, el equilibrio se rompe, y caeremos en el caos. Por eso no me gusta verte tan relajada.

​Nos detuvimos al llegar a una esquina, la luz de un farol parpadeando sobre nosotros. Adam se giró para mirarme directamente, sus ojos oscuros llenos de una seriedad que no admitía réplicas.

​—Escúchame bien. Tu entrenamiento está por terminar. En cuanto salgas de la Academia, tu única prioridad será encontrar a la princesa, discretamente, antes de que la Luna Llena la afecte demasiado. ¿Entendido? Olvídate de los morrales tontos, olvídate de los vampiros "amigos". Solo la misión.

​Asentí, mi propia frustración luchando por salir.

​—Entendido. Proteger a la princesa. No relajarme. No vampiros. ¿Algo más, General Adam?

​Una pequeña sonrisa tiró de la comisura de sus labios.

​—Sí. Ten cuidado. Y no me llames "General".

— Eres un gruñón Adam.

Después llegamos a casa donde mis padres nos estaban esperando.

— Espero que haya sido un día productivo hoy. — Dijo mi madre.

— Lo fue.

— La tuve que regañar porque uso sus poderes para robar mochilas.

— Ximena hija tú deberías saber. — Dijo mi padre.

— Solo quería darle una lección a esas chicas envidiosas.

Mi mamá me miro.

— Tendrás que madurar algún día.

Después de eso ya no se habló del tema, más bien vivía bajo entrenamiento todos los días.

Se hecho ya había pasado 3 años y mi nivel de entrenamiento ya había finalizado ahora ya pertenecía al grupo de los guardias del rey.

— Al fin maduras hermana. — Dijo Adam.

— Como no si estabas encima de mi con todo lo del entrenamiento.

— Ya que al fin has logrado eso debes buscar a la princesa Lyra.

— Entendido. Quizás con un hechizo de búsqueda me sea fácil.

— Es tu magia tú serás la única.

— No claro que no será bajo mi ayuda. — Dijo Axel.

— Si se me olvidaba que tú también fuiste elegido. — Dijo Adam mi hermano.

— No debes tenerme desconfianza he demostrado que puedo por algo el rey y príncipe confiaron en mi por este tiempo.

— Hermano no es momento de discutir.

Sentía que ya todo estaba empezando a funcionar como debía ser así que tenía que usar el hechizo de rastreo ya que la princesa no sabía quién era realmente.

​Adam y Axel se hicieron a un lado, el silencio expectante llenaba la sala. asentí, concentrándome. El entrenamiento de tres años no solo le había dado fuerza física, sino un dominio férreo sobre su esencia híbrida. Cerró los ojos, visualizando la energía que la conectaba a su destino, a la sangre real que debía proteger.

​De mis manos comenzó a emanar un aura de color verde esmeralda, que se elevó y se condensó en una esfera pulsante sobre mi cabeza. El aire se sintió pesado, cargado con el murmullo de un lenguaje ancestral. Así que empecé a resitar el hechizo.

​—Lumen Fidei, Cordis Lyrae… revela semitam—susurró, sintiendo el tirón del destino como una cuerda tensa en su pecho.

​La esfera esmeralda se expandió de repente, estallando en una lluvia de motas brillantes que se disiparon rápidamente, dejando un único hilo de luz, delgado y vibrante, que atravesó la pared y señaló firmemente hacia el noroeste.

​—Está en la ciudad. Siento que no está lejos, pero la ubicación es vaga, como si su propia ignorancia sobre su identidad creara una barrera mágica—dije abriendo los ojos. La adrenalina fluía con fuerza.

​—¿Vaga? ¿Qué tan vaga? —preguntó Adam, dando un paso adelante, la impaciencia grabada en su rostro.

​—Un radio de dos o tres kilómetros, cerca del viejo distrito industrial, creo. Es lo mejor que puedo hacer sin una conexión personal.

​Axel se recargó contra el marco de la puerta, una sonrisa tranquila pero tensa.

​—Bien, tenemos un punto de partida. Adam tiene razón, es una misión de campo. Yo puedo moverme sin ser detectado en la noche. Ximena, tu magia de rastreo es poderosa.

​—Lo sé tanto entrenamiento funcionó.

En el lugar había llegado el príncipe el hermano mayor de la princesa.

— Así que ya pudiste rastrearla.

— Si iré con ella puede que esté en peligro.

— Todos estarán bajo tus órdenes. Ya sabes cuál es tu misión.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.