Un Amor Prohibido

23

Narra Julio.

Todo estaba oscuro hasta que de repente se empezó a iluminar por un rayo, “esto me recordó al sueño que tuve cuando maté a Mauro, cosa que al final se hizo realidad”, pero en vez de mostrarme peleando con los demás me vi al lado de otras dos personas con los ojos color rubí y al parecer los tres estábamos viendo una figura gigantesca que empezó a rugir.

—Que es todo esto—susurre.

Después de eso todo se puso negro y parecía como si estaba parado por el mismo liquido negro que me regenera, este es viscoso y muy asqueroso. Camine y camine por varios minutos, pero nunca encontré nada o por lo menos así fue hasta que encontré la figura de Susie.

— ¡Susie! —grité— ¡Susie! —volví a gritar.

Susie se giró y se sorprendió—Julio no me dejes—la escuche llorando.

—Nunca lo hare—le dije un poco preocupado—Pero tú tampoco te alejes de mi—dije intentando hacer una promesa.

Pero cuando por fin logre llegar a Susie intente abrazarla y esta se desvaneció.

Después de esto en las paredes se empezó a escribir la frase “No confíes en ella, ella solo te traerá malos momentos”.

—Que me quieres decir—susurre un poco preocupado.

Después de susurrar esto algo empezó a salir de una pared era completamente negro y parecía ser como un glitch en un pc, era una falla.

—No confíes en nadie—se escribió arriba de él y luego de escribir estas palabras la figura desapareció y solo dejo a un adolescente saludando.

Al intentar acercarme el piso se volvió líquido y me hundí en un mar negro, intenté nadar hacia arriba pero no pude, lo único que pude ver al final fue una luz al final del todo y de esa luz se escuchó algo.

—Julio—escuché—Julio escuchaste—al terminar de decir esto volví a prestar atención a mi entorno.

—Escuchaste algo de lo que te dije—me pregunto Zeg.

Yo preferí no responderle y nomas seguí con lo que estaba haciendo y eso era arar la tierra para el cultivo.

—Está bien creo que te perdiste así que te lo repetiré de nuevo—dijo Zeg sonando amable.

Zeg empezó a hablarme de como conoció a Berth y todas esas cosas que a mí no me importaban mucho pero aun así le preste atención.

Pasaron varios minutos hasta que por fin termino su anécdota y lo único que se le ocurrió hacer fue preguntarme algo.

—Y a ti como te ha ido con la tal Susie—me pregunto.

Yo me quede impresionado por su pregunta “como es que todavía se acuerda de ella” “porque rayos me pregunta eso ahora” “porque parece que el mundo me odia” fueron una de las dudas que se formularon en mi mente mientras que por cada segundo que pasaba me ponía nervioso.

—Pues… a… mi—empecé bastante nervioso—me…ha ido…—no podía terminar la oración algo me lo impidió—Mal—logré culminar.

—Se nota que estas nervioso—dijo tranquilamente—Porque sigues sin confiar en nosotros—dijo sonando un poco dolido.

—No es que no confié, es solo que me pone nervioso hablar de este tema—le dije sonando un poco más tranquilo.

—Pero si lo quieres saber todo pues te lo diré—dije tranquilamente, al terminar de decir esto pude ver como Zegus se apoyaba en su pala y me prestaba total atención—La última vez que me fui ocurrió un terremoto provocado por un gusano de tierra, mi amiga y yo nos encontrábamos dentro de la cueva de la montaña Arnis—dije antes de ser interrumpido por Zeg.

—Por favor no repitas el nombre de esa montaña mi esposa fue encerrada ahí y todo porque fue a buscar a Whinder algunas semillas—dijo Zeg mientras arrugaba su nariz y empezaba a gruñir por todos los recuerdos.

Y pensar que por lo menos Jasón hizo algo bueno durante todo el tiempo que lo conozco, libero a dos de los monstruos que más me agradan en este mundo.

Le conté todo a Zeg todo incluso en la parte en la que nos peleamos y el solo seguía con su cara de serio.

—Por lo que me has contado puedo ver que tú también le gustas, pero que esta confundida por todo y respecto a Dorgan, se ve que es muy inteligente y se ve que es un buen rival, pero tú no te tienes que dejar intimidar, tú debes mostrar quien manda, mostrar tus garras y decir “Yo tengo el control” el tal Dorgan puede parecer un estúpido pero sabe perfectamente lo que hace y sabe cuál debería ser su siguiente paso—dijo seriamente—Te daré unos consejos, pero antes dime una cosa es esto lo que quieres realmente, quieres estar con ella para siempre, quieres ser la pareja perfecta que ella merece—pregunto mientras empezaba a extraer tierra con su pala.

—Yo… creo que si—le dije sonando más decidido de lo que en verdad me sentía pues la verdad era que ni yo sabía que hacer, no sabía lo que sentía, después de todo nunca había sentido esto antes y no sé lo que significa todo esto.

—Bueno el paso numero 1 será verte amenazador ante el otro macho, recuerda intimidarlo y saber que tú también estas intentando llevarte su corazón o como te dije en antes, mostrar tus garras—dijo con un tono amigable pero su cara era bastante seria.

De todo lo que dijo hubo una cosa que retumbo en mi mente “mostrar tus garras” después de repetir eso varias veces en mi cabeza empecé a ver mi mano, después de todo yo no tengo garras solo tengo uñas y con estas tampoco es que haga daño, después de tanto estar viendo mis manos pude ver como mi mano se hacía de color negro y en esta a su vez le empezaban salir pelos descontroladamente y en lo que antes eran mis uñas empezaban a salir unas garras.

“Que es esto” dije mientras intentaba tocar mi brazo, al tocarla pude sentir como si eso ya no fuera solo piel, sino que también pelaje y al parecer todo lo que estaba pasando era real.

—Ehh Julio que haces—dijo Zeg a pocos centímetros de mi oreja.

Yo me asuste y pegue un salto—Que haces Zeg casi me matas de un susto—le dije bastante agitado—Mira yo tampoco se de esto, y esto es otra prueba que demuestra que tengo algunos poderes—le dije un poco más calmado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.