Un Amor Prohibido

Capitulo 7

-Buenas noches Daniela, te pasa algo- Le pregunto mientras se quedaba a una distancia de ella.

-No, solamente no podía dormir y vine a tomar un vaso con agua- Le respondió mientras le enseñaba el vaso.- ¿tu tampoco puedes dormir?-Le pregunto.

-Esta seca mi garganta a si que vine por un poco de agua- Le respondió mientras se dirigía al lavabo a donde estaban los trastes.

Levantándose Daniela de la silla estiro su mano para  tomar el vaso para dárselo. Cruzando miradas le ofreció el vaso. Haciendo un gesto de agradecimiento por parte de Edgar, quien se dirigió al garrafón de agua para servirse.

-Lo que ha sucedió en la noche, quiero pedirte una disculpa- le dijo Daniela mientras se sentaba otra vez y quedaba a espaldas de Edgar.

-No te preocupes, creo que fue el ambiente en que estábamos en ese momento; también fue mi culpa así que olvidemos lo que ha sucedido-

-Creo que seria mejor así- respondió Daniela.

-Bueno, ya termine así que me retiro a dormir- le dijo Edgar mientras enjuagaba su vaso y lo ponía en su lugar.

-Hasta mañana Edgar que descanses-Le dijo Daniela mientras lo veía irse.

La luna brillaba bastante esa madrugada, el viento era cálido, como si el mismo aire estuviese consolando a Daniela. Ella con un dolor en el pecho se levanto y fijo su mirada en la luna que atravesaba con su luz la ventaba de vidrio. En su interior sabia que aquel dolor no era porque Edgar le había dicho que se olvidara de lo que había pasado, si no, fue porque no pudo decirle lo que sentía por él, sabia que no podía tener una relación de pareja. Eso era lo que mas le dolía.

-Creo  que lo mas normal es que el hombre persiguiera  a la mujer y no viceversa, no soy una mujer normal, creo desde un principio sabia que era diferente a todas las personas, sufriendo por cinco años por un hombre que no ve como una mujer, si tan solo supiera cuanto lo amo.  Cuando iba a mi casa a visitar a mis papás él empezó hacer mí amor platónico, estoy loca, una niña que le gusta un hombre mayor-suspirando a la vez que miraba a la luna y pensaba todo esto.

-Como te extraño mamá, tu me hubieras dado un consejo como siempre me lo dabas, no hubieras permitido que sufriera, como quisiera que me abrazaras- Asomándose unas lagrimas en sus ojos  agachando su cabeza mientras recorría en su mejillas.

Intentándose calmarse, miro a la luna otra vez, que brillaba con mas intensidad, y que hacia que se sintiera abrazada por los rayos de luz que provenía de ella, calmando su tristeza, y devolviéndole su sonrisa, poniéndole una paz en su corazón.

-Debes de luchar por él- se escucho en lo más profundo de su corazón. El aire se vovia calido como una brisa suave que cubría todo su ser.




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