Era él sin duda, ¿pero cómo diablos fue que olvide que nos veríamos esta noche?
Pero claro que si lo había olvidado totalmente, maldición estaba tan distraída en otras cosas que no recordaba que tenía que verlo esta noche, me sentía tan mal, no sabía ni como mirarlo a la cara ahora.
Me acerque al balcón para poder dejarlo pasar, mientras que abría lentamente las puertas para trate de no hacer tanto ruido ya que rechinaban horriblemente y eso podía llamar allá atención de los alrededores, cada vez sentía que mis mejillas ardían por la pena pero debía de afrontar las consecuencias.
–Hola mi niña –decía mientras levantaba la vista para mirarlo mientras que la luz de la luna le reflejaba el rostro, yo no pude hacer nada más que admirarlo y mirar su encantadora sonrisa con la cual siempre me miraba, estaba totalmente perdida en el que no había notado que mi cara rostro estaba totalmente sonrojado
– ¿Te sientes bien? –le escuche decir en voz baja.
–O, claro que si –dije mostrándole una sonrisa –nada de que te preocupes –le decía mientras hacia un esfuerzo para subir por completo encima del balcón, así que me acerque a ayudarlo a subir para que no hiciera tanto ruido a la hora de pasar.
–O, si por cierto hola
–Al parecer olvidaste nuestra cita de esta noche, dime ¿sucedió algo malo? –Lo decía en un tono de voz de preocupación-
– ¿A? No, no nada de eso –dije un poco nerviosa y avergonzada –Todo está bien, solo que tenía muchas cosas en la cabeza.
Abrí un poco la puerta para que pudiera entrar y siguiéramos hablando, pero no fue hasta cuando cerré las puertas nuevamente que escuche algo fuera de lo normal mientras que paraba en seco y me ponía tensa.
– ¿Ocurre algo?
–No, nada –decida despegándome del piso y comenzaba a caminar un poco lento a la puerta sin hacer tanto ruido.
De pronto se escucharon pasos muy rápidos en el pasillo que se dirigían a mí hacia mi habitación y solo por instinto puse seguro a la puerta –Rayos –dije perdiendo el color de mis manos mientas que me comenzaba a poder helada y sudaba por las palmas de las manos.
Lo tome del brazo mientras que lo jalaba para que me siguiera, nos dirigimos a mi clóset lo abrí con toda la rapidez que tenía en mis manos ya que lo ponía bajo llave todas las noches por seguridad por si algo o alguien quisiera entrar, sin decirle nada y sin que él protestara entro dentro.
Yo solo le sonreí brevemente mientras nuestros ojos se miraban por unos instantes y cerré el clóset lo más rápido que pude ya que habían entrado de golpe a mi habitación.
Voltee a ver quién era temerosa de que haiga visto algo más de lo que debería, cuando gire la mirada me calme solo un poco ya que era mi madre, ¿pero cómo diablos entro si estaba con seguro la puerta?
–Cariño, ¿estás bien? –se me acerco mi madre mientras me tomaba por los hombros.
–Si mamá, ¿porque? –dije nerviosa.
–Qué alivio –dijo suspirando –hay un intruso en el castillo, todos los guardias se han puesto en modo de defensa para poder atraparlo –decía con gran seriedad en la vos.
– ¿Cómo sucedió? –dije un poco asustada ya que si estaba asustada por todo lo que estaba pasando, lo había visto entrar, más no sabía aun a donde se había dirigido.
–Al enterarme, me dirigí lo más rápido que pude ya que tu padre está ayudando a los guardias.
–No te preocupes mamá, estoy bien –dije para tranquilizarla.
–Sí, ahora lo estoy más –dijo abrazándome –y a todo esto ¿qué haces despierta aun?
–Pues –mi mente estaba mil por hora para poder inventar una excusa creíble –lo que sucede es que un sonido me despertó y tuve que levante para ver qué es lo que podría ser.
–Bien te creo, pero antes debo revisar un poco –mi madre se puso a inspeccionar mi habitación detalladamente
En ese instante vi que el clóset se estaba abriendo de poco a poco y mi madre empezaba a notar mi nerviosismo y comencé a acercarme un poco al armario mientras que ella seguía revisando unos cajones
Así que me acerque al clóset y al parecer no había nada, estaba tan nerviosa ya que no sabía si me creería por lo que le había dicho cuando estuve cerca de este lo cerré con cuidado para que no se notara que estuviera abierto.
Mi madre dejo de buscar y decidió salir por la puerta pero antes de eso le di un escalofrió en los brazos –o no –pensé.
– ¿Hace un poco de frío aquí no lo crees? –dijo mientras se acercaba a mi clóset.
–Estoy pérdida –pensé para mis adentros ya que sería atrapada y tal vez me encerrarían durante años
Mientras mi madre abrí el armario comencé a mirar todo como si fuera en cámara lenta solo estaba esperando lo inevitable. Y decidí no ver, me tape los ojos con las manos para evitar ver la cara que mi madre pondría. Pasaron algunos segundos cuando mi madre se acercó y me toco el hombro.