Un amor prohibido

Capítulo XVIII

Tenía días de las cuales seguía investigando al rey me parecía muy sospechoso, debía de ponerme en contacto con mi padre más algo raro estaba ocurriendo, cada vez más me agrada más esa chica, la princesa pero no entendía que tenia de especial, que era lo que mi hermano había visto en ella y cada vez era más difícil encontrar una manera de matarla si mi hermano estaba cerca, comencé a creer que ya estaba sospechando que estaba ocurriendo.

Ese día decidí tomarme un corto descanso y como seguir inventando escusas a mi padre para decir por qué aun no podía matarla (aun) aun que realmente no sentía esa gran necesidad de matarla ya que ella realmente hacia feliz a Ángel y eso causaba realmente dentro de mí un poco de culpa y por primera vez maldije el porque me había elegido mi padre a mí para realizar este trabajo, realmente no lo entendía al cien por ciento que es lo que estaba planeando mi padre.

Mientras que estaba recostada en la rama de un árbol cercano escuche pisada que se dirigían a donde yo me encontraba y me puse en guardia sin moverme mucho de mi lugar, y salió corriendo un zorro de entre los arbustos, falsa a alarma pensé, baje de un salto de la rama donde me encontraba y note que el pequeño animal caminaba un poco raro me acerque un poco más a él y mire que tenía una pata trasera lastimada.

Me acerque con cautela, sin hacer mucho movimiento o se podría asustar y correr lastimándose más, ya que estuve lo suficiente mente cerca de él me puse en cuchillas y lo tome alce hacia mí, al parecer era solo una cría de zorro ya que si hubiera sido uno más grande me estuviera atacando.

Tome con cuidado su pata y me puse a examinarla, al parecer solo estaba un poco torcida, rasgue un poco de tela de mi capa para hacerle una venda improvisada, comenzó a lamber mi mano, al parecer tenía hambre así que le di un poco de fruta seca que guardaba en mi bolsa.

Lo mire detallada mente y era realmente hermoso, su pelaje era muy suave y sus colores naranjas y el negro de sus patas era muy vivo y sin pensarlo más decidí quedármelo.

Habían pasado unos cuantos días desde que me encontré con la princesa en los pasillos, realmente me pareció extraño que haya pasado por mi lado sin saludar, así que hoy había decidido invitarla a cenar. Me dirigía a su habitación per antes de que tocara su puerta estaba hablando con alguien.

–Tú más que nadie sabe perfectamente lo que está sucediendo, por favor dime que pasa –pegue mi oído un poco más a la puerta sin hacer mucho ruido más lo único que escuche fue silencio así que decidí tocar como si nunca hubiera escuchado nada.

Se escucharon pasos al otro lado de la puerta pero no se volvió a escuchar que hablara de nuevo y la puerta se abrió enfrente de mí.

–Hola princesa –dije mientras que le había una reverencia, no fue hasta que dirigí mi mirada hacia ella que note que tenía los ojos hinchados ¿Se encuentra bien princesa?

–Claro que sí, ¿Por qué lo pregunta? –dijo con tristeza e su vos o eso es lo que yo note

– ¿Qué?, no claro que no, solo estoy un poco resfriada –dijo sin titubear –Está bien princesa, quería preguntarle algo

–Claro dime

– ¿Le gustaría cenar conmigo esta noche? –me miro un poco sorprendida y dirigió su mirada atrás de ella hacia el balcón como si hubiera alguien fuera, regreso la mirada a mi rostro y con una sonrisa dijo –Si, me encantaría

–Perfecto –dije –vengo a buscarla a las nueve, ¿Qué le parece?

–Perfecto –dijo sin más y mientras me despedía de ella comencé a planear la cena de esta noche –perfecto, todo está saliendo como lo planee –dije mientras dibujaba una sonrisa en mi rostro.

Sé que había cometido un gran erros, más no sabía cómo solucionarlo y como consecuencia a eso Esmeralda estaba enojada conmigo y había aceptado cenar con ese idiota llamo Fran, quien diablos era ese tipo.

Debía de solucionar este problema lo más rápido posible, odiaba discutir sobre ese tema con ella porque siempre terminábamos peleando y ella llorando, pero esta vez fue diferente, ya que alguien se había entrometido en nuestra conversación.

Así que había decidido decirle toda la verdad no me importaba si me odiaba o no, solo quería que ella fuera feliz, pero cuando había decidido decirle todo ese idiota estaba para frente a su puerta, pidiéndole una cita a la mujer que me había robado el corazón.

No sabía que intenciones tenía el con ella, pero no iba a permitir que aprovechara el momento de debilidad que Esmeralda tenia para poder enamorarla. No se cómo iba a hacerlo pero debía de vigilar cada cosa que él estuviera haciendo.

En realidad no sabía en que estaba pensando cuando acepte cenar con Fran puedo haber sido porque quería darle una lección a Ángel o solo porque necesitaba distraerme de nuestra pelea anteriormente, no sabía si estaba haciendo lo correcto pero no quería verlo ahora mismo, estaba demasiado enojada con él, ¿porque simplemente no confiaba en mi me lo contaba todo?, ¿Tal malo ha de ser?



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En el texto hay: fantasia, magia y amor

Editado: 21.10.2018

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