Un amor que florece

14. Aunque en el proceso me gane tu odio.

Mariano

No puedo soportarlo más, ¿por qué pasas tanto tiempo a su lado? ¿acaso ya me olvidaste y corriste rápidamente a sus brazos, o es que tu corazón nunca me perteneció? No puedo soportar el hecho de ver a Lukas cada día al lado de Johan, ahora pasan su tiempo juntos, almuerzan juntos y salían juntos, no entiendo qué pasa entre ellos.

—realmente no entiendo que es lo que le ves a Lukas, míralo; no fue difícil para el cambiarte por otro ¿aún así lo amas?—, dijo Lety fríamente, ella está sentada frente a mí, comiendo su almuerzo, para muchos en este colegio ella y yo somos la pareja perfecta.

— Lukas no es así como dices— respondo con notable incomodidad a sus cizañosas palabras llenas de mala intención y veneno.

— pues a mi vista es todo lo contrario—, dijo divertida tomando mi rostro entre sus manos para luego besarme— en cambio yo, puedo darte mi entera devoción ¿sabes?—, dijo tomando mi mano entre la suya

— Ya deja tu ridícula actuación, no va contigo—, respondo con sorna, quitando mis manos, ella me da una mirada llena de enojo, podrá engañar a todos acá con su carita de ángel caído, pero a mi no me engaña, yo sé cuál es su verdadera naturaleza.

— No me hagas enojar, porque fácilmente puedo exhibir todas estas cosas, y tu querido Luk la pasará mal—, dijo sacando sus garras y colmillos como la víbora que es, mostrando su celular donde estaban archivadas las fotos y el video, donde Lukas y yo nos besábamos aquel día.

— Si estoy haciendo esto, no es porque precisamente te ame, sino por Lukas, puedes obtener físicamente de mí todo lo que quieras, pero mi corazón... jamás te pertenecerá— dicho esto, tomó mi bandeja y me pongo en pie— adiós... mi amor— me despido y planto un beso en su mejilla, acto que la hizo sonrojar, y maldecir un par de palabras a lo bajo.

la impotencia y el enojo que siento en estos momentos, solo me hace sentir más débil e inferior, realmente no se como no me desplomado, esto es más de lo que puedo soportar, tener cerca a la persona que amas y esta ni te mire es un castigo muy duro.

busco por la cafetería a Lukas con la mirada, pero simplemente desapareció, como cada día saluda y conversa un poco con los chicos, almuerza con Johan y luego ambos se esfuman; quisiera poder decir algo o enojarme, pero ¿con que derecho? aun cuando recuerdo aquellas duras palabras que le dicté, y que tal vez filmaron nuestra sentencia....

(...)

—¿por qué?— no pude ver sus ojos en el instante que me hizo esa pregunta, porque el hecho de que me confronte de esta manera, significa que mis palabras, mis hechos le lastimarán.... y no quiero eso, no lo deseo.

— que te puedo decir... no existe un "por qué" simplemente pasó— le dije cínicamente, esbozando una sonrisa nerviosa, aún incapaz de mirar a Lukas a los ojos.

— ¡Esa no es una respuesta y lo sabes, Mariano!— me reclama, y se que tiene razón, ni siquiera debe existir un por qué para esto, pero todo es mi culpa, debí ser más cuidadoso, debí controlarme más... simplemente tengo que asumir la culpa y quedarme con la responsabilidad, aunque en el proceso me gane tu odio.

—que la amo a ella y a ti no, ya no significas nada para mi ¿acaso no lo notas? ¿eso necesita explicación? ¡Deja de mandarme mensajes y estar buscándome, me estás hastiando! lo nuestro nunca existió, simplemente olvídalo. ya no podemos seguir siendo amigos, lo siento— le sentencié estas últimas palabras, para dar fin a esta conversación, que ha llevado noches enteras atormentándome, decidido alcé mi mirada para al fin encontrarme con sus ojos, pero lo que vi... me destrozó el alma, y saber que yo fui el causante de esas lágrimas me destruye el corazón... ¿Cómo pude ser capaz de dañarte?

Las semanas fueron pasando lenta y silenciosamente, y la culpa y remordimiento me seguían matando, desde ese día no regresaste a la escuela, y con cada paso de los días, mi corazón se iba poniendo más ansioso, y simplemente quería saber como estabas... solo eso... por qué tus azules ojos llenos de dolor, tristeza y decepción hacia mi, me persiguen.

(...)

al recordar aquello, vuelvo a sentirme triste nuevamente, y recuerdo que cuando te enojabas o estabas triste, solías ir a la azotea, tal vez allí te encuentre, sonará egoísta, pero... quiero verte Lukas, esto me está matando lentamente... necesito hablar contigo aunque sea una vez más... no sé que te diré, o como tendré los cojones de pararme frente a ti, solo sé que necesito hablarte y que al menos .... no me odies.

En el momento en que fui hacia la azotea, me detuve por un breve instante, mis latidos eran tan fuertes, que resonaban en mis oídos, mis manos estaban temblorosas y sudorosas, en verdad requiere mucho valor hacer lo que voy hacer en estos momentos, luego de unos largos minutos subí, mis ojos se detuvieron ante la escena, Johan y Lukas abrazados, mientras el acariciaba su espalda y le susurraba algo al oído.

Mi corazón se rompió, la decepción invadió mi entero ser, y sentí ganas de huir de ahí, mis ojos picaban un poco, y los celos me invaden.

—¡JA!—, exclamé sin más, y veo a Lukas separarse de Johan para encontrarse de frente conmigo, aun con una distancia prudente y considerable.

—Mariano...—, alcanzó a decir en un apenas perceptible susurro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.