Llegó el momento de escaparme, había planeado todo con cuidado. Pero cuando menos lo esperé, él me volvió a encontrar. Me sentí como si el mundo se derrumbara a mi alrededor.
Me regresó a él, me llevó de vuelta a la prisión que era mi vida. Me sentí atrapada de nuevo y mi miedo creció aun mas, y ya no veía salida.
Y para empeorar las cosas, me amenazó con hacerle daño a Josué si seguía intentando escapar. Me sentí como si mi corazón se hubiera detenido.
No podía permitir que le hiciera daño a Josué, no podía arriesgar su vida. Así que me rendí, me di por vencida.
Pero Josué no se rindió, seguía esperando por mí, seguía amándome. Y yo sabía que algún día, encontraría la fuerza para escapar de nuevo, para estar con él y vivir el amor que nos correspondía.