Un amor tan bonito

Capítulo 10

Días después de que Sebastian y Daniel discutieran, Aimé se acercó a Sebastian para platicar.

-Hola chico callado y misterioso. -La voz de Aimé llamó la atención de Sebastian.

-Hola. -Respondió sonriéndole levemente.

-Se que hace unos días tu y Daniel discutieron.

-No fue nada grave. -Sebastian se encogió de hombros.

Aimé lo observó unos segundos antes de hablar. Sebastian era el tipo de chicos que llamaban la atención de Aimé, la chica se pregunto mentalmente ¿Por qué no se había arriesgado a hablar con el antes? Quería a Daniel, pero su amor por Sebastian era mas grande.

-¿Que no fue grave? -Aimé rió divertida. La risa de Aimé le parecía encantadora a Sebastian. -Si no hubiera sido grave, en este momento estarían los dos juntos. Daniel se siente mal por la discusión.

-No lo creo.

-Pues deberías creerlo, yo se como se siente, tu eres su mejor amigo Sebastian.

Sebastian rodó los ojos.

-Eso tampoco lo creo, y es mejor que Daniel y yo no hablemos por un tiempo.

Aimé se molestó un poco por la actitud pesimista que mostró Sebastian. La castaña se puso de pie frente a Sebastian.

-No se que pasó entre ustedes, pero ambos están actuando de una forma muy inmadura. ¿Qué puede ser tan grave como para dejar de hablarse?

Sebastian se encogió de hombros.

-¿Por qué actúas así? -Preguntó Aimé alzando la voz como si estuviera molesta.

-¿Así como?

-Así tan serio, tan distante. Sebastian, somos amigos, puedes confiar en mi. Daniel no me dijo nada sobre lo que pasó entre ustedes, pero si tu me dices te puedo ayudar para que las cosas se arreglen entre ustedes.

-No lo entiendes, Aimé. -Dijo Sebastian con voz seria. -Es que no quiero hablar con él.

Aimé le dio un asentimiento de cabeza.

-Está bien, no insistiré más, tu tienes tus razones para actuar así.

Aimé giró sobre sus talones para alejarse, cuando recordó que no solo se había acercado a Sebastian para hablar sobre la discusión que tuvo con Daniel. Había un tema pendiente.

-¿Asistirás a la cena que la escuela hará hoy en la noches?

Aimé tenia la esperanza de que Sebastian le dijera que iba asistir.

-Si, ¿Por qué? -Cuestionó Sebastian.

-Por nada. -Aimé sonrió. -Te veo en la noche.

El motivo de la cena se debía a que era final de curso, y la escuela sólo buscaba excusas para gastar dinero en cosas sin importancia.

Mesas redondas adornaban el patio de la escuela juntos con globos y cosas que decoraban para que todo se mirara decente.

-No me gusta vestirme formal. -Se quejó Sebastian.

-Pues a mi me queda genial vestir formal. -Dijo Joel bromeando, aunque lo decía de verdad. Joel a veces era vanidoso.

Joel y Sebastian se encontraban en una mesa juntos con otros chicos que no conocían, sin olvidar que Gabriela estaba sentada a lado de Sebastian.

Aimé y Daniel se encontraban a un par de mesas de distancia de la mesa donde se encontraba Sebastian y los otros chicos.

-¿Cuanto tiempo estarás sin hablar con él? -Le preguntó Aimé a Daniel.

-El necesario.

-Deja de ser un niño inmaduro y arregla las cosas con Sebastian. El es tu amigo, estas cosas no deberían estar pasando.

-El ni siquiera quiere hablarme. -Se excusó Daniel.

-Ni siquiera has intentado hablar con él. -Lo regañó Aimé. -Mejor, ve a su mesa y averigua si quiere hablar contigo, y arreglen las cosas.

Daniel se uso de pie y se acercó a la mesa de Sebastian a regañadientes.Sebastian lo vio venir, así que volteó a otro lado para fingir que no lo había mirado.

Una vez que Daniel estaba detrás de Sebastian, carraspeó para llamar su atención. Al darse cuenta de que Sebastian no le prestó atención, decidió tocar su hombro para hacer que volteara.

Cuando volteó, Sebastian le miró con el ceño fruncido.

-¿Podemos hablar? -Preguntó Daniel sintiendo la mirada de Aimé a sus espaldas.

-No me apetece, gracias.

Sebastian volvió su mirada al frente. Gabriela miró a los dos amigos de su novio con el ceño fruncido; no comprendía que estaba pasando entre Sebastian y Daniel.

-Sebastian por favor, no seas inmaduro. -Dijo Daniel.

Sebastian seguía ignorando a Daniel.

-Sebastian, creo que deberías de hablar con Daniel. -Aconsejó Joel.

El chico miró a su amigo. Cerró los ojos unos segundos y los abrió antes de ponerse de pie para ir con Daniel a hablar.

Joel siempre convencía a Sebastian para que hiciera las cosas correctamente.

Después de que ambos chicos se pusieran de pie para ir a hablar a solas, Aimé se acercó a la mesa donde se encontraba Gabriela y Joel, y se sentó en el lugar de Sebastian.

-Espero que vuelvan a hablar. -Dijo Aimé.

-No sabía que estaban peleados, ¿Qué fue lo que pasó? -Preguntó Gabriela.

-¿Sebastian no te mencionó nada? -Cuestionó Aimé sorprendida.

Aimé creía que Sebastian y Gabriela tenían buena comunicación. Gabriela negó con la cabeza como respuesta a la pregunta de Aimé.

-Tampoco yo se que pasó entre ellos. -Dijo Aimé soltando un suspiro. -Pero, seguro tu sabes Joel.

Joel pasó los ojos de Aimé a Gabriela.

-A mi tampoco me han dicho nada. -Joel negó con la cabeza.

-Claro. -Dijo Aimé de forma sarcástica. -Joel, tienes que decirnos los que pasó entre ellos dos.

-Ya les dije que no se nada.

-Si no sonaras nervioso te creería. -Aimé se inclinó hacia Joel. -Dime, ¿Qué pasó entre Sebastian y Daniel?

Joel soltó un suspiro, pues sabia que Aimé y Gabriela no dejarían de insistir hasta que les contara lo que había pasando entre Daniel y Sebastian.

Por otro lado, los dos chicos ya mencionados, seguir discutiendo sobre algo que ya se había discutido.

-No entiendo cual es tu preocupación por Aimé, si según dices que no te gusta.

-Es mi amiga, es casi imposible no preocuparme por ella, tu harías lo mismo con Gabriela.



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En el texto hay: juventud, amor, imposible

Editado: 05.08.2020

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