Un amor virtual

Capítulo 7

Si ya de por si tenía una personalidad ansiosa y nerviosa, ahora lo estaba a la décima potencia. Iba a verlo después de todo esto, le había propuesto encontrarnos y conocernos. Claro que era una trampa y en el momento exacto le contaría la verdad y le pediría las explicaciones pertinentes.

Todo comenzó el día anterior, cuando por milésima vez mi novio le proponía a mi perfil falso encontrarse en algún bar cercano para poder charlar y conocernos mejor. Claro que ambos esperábamos cosas distintas con respecto a esa cita. Yo necesitaba mirarlo a la cara y decirle tantas cosas que traía cargando conmigo desde hace tiempo. Él esperaba una conquista más, y yo o mejor dicho mi perfil falso no lo sería. Debía pensar con claridad cada palabra, dado que este era el momento más importante de mi vida en muchos años. Necesitaba terminar con él y vengarme al mismo tiempo, y eso es justo lo que estaba a punto de hacer o al menos eso creía.

Lo cité en una plaza cercana para así poder ir a tomar un café luego de charlar. Eso era lo que le había propuesto. Llegué media hora antes porque no podía más con los nervios, cada parte de mi cuerpo parecía haber adquirido vida propia dado que temblaba como si así lo fuera.

Llegué y me ubiqué en un punto medianamente visible para poder vigilarlo. Miraba a cada uno de los chicos que pasaban con la esperanza de verlo llegar. Mi inseguridad constante me decía que él ya lo sabía o que incluso no vendría. Odiaba cuando era así, pero era una gran parte de mí.

Luego de diez minutos pasados las cinco de la tarde llegó, tranquilo como de costumbre sin apuros ni nada que indicaba que ocultaba algo o engañaba a su novia, se veía tan inocente que hasta me daban nauseas.

Era todo, había llegado el momento, pero aun así no tenía el valor suficiente para hacerlo, creía que sí, pero era difícil pensar con tanta inseguridad y tanto ruido a mi alrededor. Esperé y esperé.

Él esperó y esperó mirando a todos lados, revolviéndose nervioso en el banco de madera chequeando su celular cada dos minutos.

Juro que hasta llegué a sentir lástima por él y a pensar que plantarlo y humillarlo era suficiente. Pero la parte oscura que habita en mí necesitaba más que eso, y como era usual le hice caso.

Caminé lentamente hacia él procurando no asustarlo ni dar a entender que sabía dónde estaba y qué estaba haciendo. Lo miré y me acerqué despacio hasta posarme a su lado al son de las palabras:

- Tenemos que hablar.

Su cara parecía indicar que había visto al mismísimo fantasma de Canterville, así que luego de un silencio prolongado me dijo.

- Si, hace tiempo que quiero contarte algo.

Me sorprendió la rapidez con la que se sentía acorralado para revelarme la verdad, o eso creía.

- Dime, soy toda oídos.

Dije, creyendo saber lo que venía a continuación, pero no tenía ni idea.

- Estoy enamorado de otra persona.

Y ese fue el jaque mate más grande de mi vida.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.