La lucha interna se intensificaba a cada momento.
Apenas llegué a mi casa comencé a gritar como una desesperada, no podía creer que mi novio estuviese enamorado de otra persona. Los engaños los tenía aceptados, pero esto rozaba la locura, aún más me parecía una estupidez esa clase de amor virtual que supuestamente mi novio había desarrollado sobre alguien que no existía. Todo era mi culpa de una u otra forma e iba a buscar la forma, no de enmendar las cosas sino de traer paz a mi conciencia.
La maldad que había en mí, quería romperle el corazón en mil pedazos.
Decidí hacer lo más sensato posible, entre paréntesis, y enviarle un mensaje para disculparme por no haber aparecido en el lugar acordado.
- Hola.
-Hey, estaba a punto de escribirte.
-Lamento no haberme aparecido, tuve unos problemas y no pude llegar.
-Me hubieras avisado.
-Suenas enojado ¿pasa algo?
-No es contigo, pasa que me encontré a la loca de mi ex y tuve que decirle algo que tenía guardado hace tiempo.
En ese momento casi me da un infarto, pero debía actuar con total normalidad ante lo que estaba ocurriendo.
- Ah, que mal, espero te sientas mejor ahora.
-No, me siento mal por ella.
- ¿Por?
Esto me interesaba.
- Porque le dije que estaba enamorado de alguien más.
-¿De verdad?
- Si, me siento completamente enamorado desde que la conozco, siento que estamos hechos el uno para el otro.
- Guau, también me gustas pero...
- No se trata de ti.
Mi corazón se detuvo.
-¿Perdón? entonces ¿de quién se trata?
- De la mejor amiga de mi ex.
Y entonces todo tuvo sentido desde el principio.