Un ángel cayó

Capítulo 17

El domingo llegó y no pudieron salir, solo el cirujano sabía lo difícil que le había tocado aquel día en una cirugía de emergencia, pero había prometido llevar a cenar a su linda humana, otro día, igualmente ella, ese dia la pasó con sus amigos, mientras el desterrado trabajaba sin dejar de pensar en ella.

Pasaban los días y el desterrado se enfrascaba aún más en aquel amor hacia la humana y ella, estaba emocionada con Alan, mientras que Valeria sumergida en su trabajo y estudios, pero ese día, la amiga de Alma, había desocupado un día completo para reunirse con los que amaba, en el piso de Alma y por supuesto, estaría Alan.

—¿Vas a venir? —preguntó la humana a su cirujano mientras este, le revisaba la cicatriz que había sanado muy bien.

Le había comentado sobre la reunión que tendrían y emocionada le pedía que llegara. Ella lo quería como amigo, pero en su físico era obvio que había algo le atraía y era imposible no sentir algún tipo de atracción sexual debido a su atractivo, pero la humana intentaba combatir contra eso, porque amaba a su novio y valoraba la amistad del cirujano y prefería reprimir el deseo que el atractivo del médico despertaba en ella,  antes que perder todo lo que tenía.

—Bueno, si me lo pides así, ¿¡cómo negarme!? Pero recuerda que tenemos una salida de domingo, juntos.

—Bien, perfecto y si, podemos salir el próximo domingo, si no tienes emergencias —dijo, recordando lo del domingo pasado.

—¡Perfecto!, así quedamos. Cambiando de tema, donde tienes la cicatriz, no crecerá cabello, pero tu pelaje… tu lindo pelo cubre eso y pues, te miras hermosa.

—¡Gracias! Es un honor que alguien tan bello como tú, me diga "hermosa" —admitió, sonriendo.

—¡Ah, y tú no sabes que es un honor para mí, hacerte sonreír! Bueno, pero sigamos con tu salud —se aclaró la garganta para dejar de reír—. La biopsia… bueno, mande a analizar el tumor, lo extraído completo, eso ya te lo había dicho, el resultado de la biopsia dice que es benigno, o sea, que no es cancerígeno; eso quiere decir que nada volverá a crecer ahí, que no hay más daños, todo está bien.

—Bien, no podría estar más feliz, ya comenzaré a dejar mis documentos en todas las empresas que pueda.

En tiempo atrás, pensaba mudarse de ciudad, pero sus objetivos habían cambiado con la linda relación que estaba llevando con Alan y las amistades que había hecho. Aquella ciudad merecía una segunda oportunidad.

Al escuchar a su humana decir que buscaría empleo, le dieron deseos de ayudarla con eso, pero no lo haría, lucharía con sus deseos de protegerla y la dejaría sola en eso, lo haría porque sabía que aquella joven era muy capaz de conseguir un buen empleo por su propia cuenta y tampoco quería que ella sintiera que tenía  empleo porque él la ayudó.

—Sé que pronto tendrás un buen empleo porque eres muy capaz, mientras tanto, cualquier cosa que necesites, aquí estoy yo.

No le quedó más que ofrecer ayuda mientras ella estuviera sin empleo puesto que ella ya no contaba con la pensión por invalidez.

—Está bien, por el momento mi novio me está ayudando mucho —dijo, recordando que hacía unas semanas, Alan le había llevado muchas compras con productos de cuidado íntimo y también compras de la alacena.

—¿Novio?

Se sintió nervioso, sentía que la tierra se movía y estaba un poco mareado. Aquello no lo esperaba pero intentaba parecer normal; parecía un amigo con curiosidad de saber con quién andaba, su amiga.

—Si, Alan y yo somos novios —informo, Alma sonriendo.

—Que bien, que bueno —dijo el desterrado, con una falsa sonrisa en el rostro y con un fuerte dolor en el pecho—. Bueno, terminamos, puedes irte.

—Bien, te espero hoy en la noche, si no vas, voy por ti al apartamento —sentenció la humana.

Le iba a decir que ella aún no conocía su apartamento pero la humana ya había salido del consultorio. Se elvanto y le puso llave a la puerta, luego se sentó en el piso, en una esquila, echó un ovillo a llorar aquella noticia y a sentirse el demonio más tonto del mundo de la plena existencia.

La Ángel de luz estaba con su padre trabajando con unos demonios, demonios literalmente, que eran hijos de Hades; cuando sintió que el desterrado que ella estaba cuidando, se sentía demasiado triste así que se disculpó con su padre y desapareció para aparecer al lado del Ángel caído.

—Cuéntame, ¿qué pasa?

—Tiene novio y sé que está enamorada —informó, llorando.

Era increíble, aquel porte de macho alfa, no iba con aquella personalidad frágil ante el amor que sentía por la joven humana pero era digno, ver a un macho poderoso, llorar por amor.

—Y ¿si solo confundes las cosas?, y ¿si la olvidas?, y ¿si sales con alguien más?, y ¿si te das la oportunidad con alguien más?

—No quiero —dijo con seguridad—. Prefiero sufrir a solas, que amar a otra.

—Bien, entonces sufre, pero no lo harás a solas, porque aquí estoy yo.

Solange lo abrazó, lo cubrió con los brazos y le dio aquel calor que en ese momento, el desterrado tanto necesitaba. Era feo llorar, pero llorar acompañado era mejor, que hacerlo solo. A ella le dolía, le dolió escucharlo decir con tanta seguridad, que prefería sufrir antes que amar a otra; eso le dejaba claro que ella, jamás recibiría amor de su parte, al menos, el tipo de amor que ella quería recibir pero a diferencia de él, ella era más fuerte con sus sentimientos, ella ya había decidido darlo todo por él y no recibir amor a cambio, al contrario de él, quien ayudaba a la humana y amaba a la humana, esperando que ella lo amara en algún momento.



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En el texto hay: fantasia, angeles, amor dolor

Editado: 30.01.2023

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