Un ángel cayó

Capítulo 26

Despertaron abrazados, aferrados el uno al otro. Como cada que dormían juntos, descansaban como nunca lo hacían ni aún, durmiendo cansados, dormían tanto como estando juntos. Se miraron con deseos de darse un beso, pero seguían con miedos y ganas de ir despacio, ¡claro! El Ángel ya sabía que estaba con dirección a la seguro, puesto que sentía los celos en ella, por él.

—No puedo creerlo » —dijo Valeria quien estaba acostada al lado de Solange.

Ya que Alan y Valeria eran vecinos de apartamentos, Solange visitó a Valeria después de despertar entre los cálidos brazos del joven humano. Para sorpresa de la Ángela, la humana la recibió bien, solo que abrió la puerta y volvió a la cama, así que la joven de luz la siguió y ahí estaban, hablando sobre lo que había pasado la noche anterior.

—» yo juré… juraba, que estabas super enamorada de Daniel, ¿cómo es eso que de un momento a otro, te besas con Alan? —término de hablar entre suspiros.

—Entiendo que estés confundida pero verás —suspiro sin saber cómo explicarle o decirle algo para que ella comprendiera la situación—. Si bien es verdad que sentía algo por Daniel, pero me miraste tan así, porque recuerda que andaba tomada, no estaba reaccionando de manera consiente, el licor me dio ese efecto, pero ya asimile que él estaba enamorado de Alma y te juro que Alma siente cosas por él… —como siempre, la excusa perfecta era echarle la culpa al alcohol.

—O sea que besaste y cedujiste a Alan para que Alma…

—No, no, no, déjame terminar —pidió la Ángel quien había sido interrumpida por su amiga y ahora ella hacía lo mismo—. Lo que pasó entre Alan y yo, fue como una extraña conexión, no podría explicártelo pero te aseguro que él te dirá lo mismo, fue algo mutuo y no pienso separarme de él, mientras no me lo pida, intentaré remediar las cosas con Alma y espero no perderte porque me dolería mucho.

—No, tranquila, al final es bueno que todo eso haya pasado —Valeria se volteó a abrazar a su amiga—. Yo sabía que Alma sentía algo por Daniel y estaba segura de que Alan terminaría con el corazón roto, pero gracias a ti, él ya no sufrirá y todos felices.

Las amigas siguieron hablando, pasaron las horas y se levantaron a bañarse, Valeria le prestó ropa a la Ángel, ropa que le quedaba algo holgada puesto que la jovencita de luz, era una talla menos que la humana, aún así, se vistieron y fueron hasta el apartamento de Alan, este sonrió ampliamente de verlas juntas, ya que temía que Valeria se molestara por lo sucedido pero al parecer lo había tomado muy bien. Antes de que ellas llegaran, el joven humano estaba dándole vueltas al asunto mientras miraba un mensaje de su exnovia «todo esta bien, al final, siento que no era amor como pareja, sino, otro tipo de amor el que sentíamos pero lo confundimos todo; espero seas muy feliz y también espero que podamos ser amigos» aquel mensaje decía muchas cosas en pocas palabras. Al reunirse con las chicas, Alan mostró el mensaje de Alma a las mujeres, por lo que hablaban de eso.

—Pensé que se enojaria mucho pero lo tomo demasiado bien, tanto que me asusta —confesó.

—Bueno —suspiro, Valeria—. Creo que a como ella dice, se la tomaron muy a la ligera, tenían muy poco tiempo de conocerse cuando decidieron vivir juntos, aparte de todo eso, creo que comenzó a sentir algo por Daniel, cosa por la que no la debes juzgar, ya que no te engaño, pero cuando uno siente, siente.

—Si, no podría juzgarla cuando yo también sentí algo por Solange, algo muy fuerte que no se como explicar.

—Yo también sentí lo mismo, solo debemos ser maduros, responsables y listo —acepto Solange.

Luego de eso, decidieron que ya habían hablado demasiado de aquel tema. Decidieron que dejarían que el tiempo lo curara todo, «si es que había algo que curar» y seguir con sus vidas. Así que la reunión fallida del día anterior, se llevó acabo ese día, solo que sin Alma y Daniel pero a como dijo Valeria: —Ya en otra ocasión, nos podremos reunir todos, sin las sorpresas de ayer—.

Mientras el Ángel cocinaba, la humana se instalaba en el cuarto de al lado. Estaba preocupada pensando en que no era bueno estar viviendo con su jefe, pero no tenía otra opción, ya que no era fácil encontrar apartamento de un día a otro; tampoco quería molestar a Sabrina y pedirle posada y Valeria estaba muy cerca de Alan y por el momento, quería dar un espacio, darse un tiempo para que a como Alan y las demás ya lo habían pensando, que el tiempo curará todo, si es que había algo que curar. Ya habría tiempo para recuperar la amistad que tuvo con Alan, amistad que nunca debió cambiar a un romance.

—Te siento preocupada, quizá, algo apenada —analizo el Ángel, mientras comía.

—Es que, o sea, abandone el piso que me diste y mírame aquí —dijo con algo de vergüenza.

—Debes estar tranquila, estás cosas le pasan a cualquiera y más seguido de lo que imaginas, ahora, doy gracias al destino porque tengo compañía, estar solo no es tan lindo —al decir eso, el gato negro soltó un par de maullidos en protesta por lo que había dicho su amo—. Es verdad, gato, nunca estuve solo pero es mejor tener a una linda joven que a ti —dijo Daniel acariciando a su gato.

—¿Cómo se llama? —pregunto la humana, mientras pensaba en la frase del cirujano donde le había llamado "linda" sin embargo, no quiso preguntar sobre eso o hacer una conversación ya que no podría ocultar su sonrojo.

—Se llama, gato, señor gato —respondió el Angel.



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En el texto hay: fantasia, angeles, amor dolor

Editado: 30.01.2023

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