Un ángel en alquiler

Capítulo 19 - Emergencia

Celeste se levantó el bretel de su corpiño con timidez mientras César guardaba la cámara. Nunca se había sentido tan incómoda en su vida, ni cuando algún idiota en el bar se había querido propasar con ella. El hombre no la había tocado, pero su mirada oscura casi diabólica posada durante toda la sesión sobre su cuerpo había sido suficiente como para sentirse completamente ultrajada.

César sonrió ampliamente, con sus dientes relucientes y brillosos- Bien, tengo muy buenas fotos aquí- exclamó revisando la galeria, estoy seguro de que a la jefa de publicidad le vas a encantar.

Celeste sonrió lo mejor que pudo mientras se abrochaba los botones de su camisa- ¿C-cuando voy a recibir una respuesta?- Preguntó ansiosa. Necesitaba el dinero lo antes posible, para poder operar a Tati lo antes posible.

-Pronto ángel, apenas tenga novedades te aviso- dijo guiñando un ojo.

La rubia terminó de acomodarse su falda y se levantó de su asiento preparada para irse.

-¿Quieres algo de beber?- preguntó luego de guardar el artefacto en su escritorio.

-C-creí que estaba ocupado señor- dijo tratando de rechazar la oferta lo más amablemente posible, temiendo que se ofendiera.

-Puedo hacer un lugar para tí…- ronroneó.

Celeste se quedó muda, más de lo que debería, ya se estaba volviendo incómodo cuando su móvil sonó rompiendo el silencio. Suspiró aliviada de que la llamada la salvara del aprieto.

Observó en la pantalla el número de krystal. -L-lo siento, pero debo contestar…

Cesar asintió con una mirada sombría en su rostro que rápidamente borró con una sonrisa falsa- Adelante…

Celeste le dio la espalda y atendió a su amiga, no importaba el motivo de la llamada, se lo agradecería toda la vida- ¿Krys?

Del otro lado de la llamada escuchó una respiración entrecortada y agitada acompañada por un sollozo. Esto la inquietó- Krystal… ¿Qué ocurre?

-E-Es… es…..

-¿Es que?- preguntó impaciente, sintiendo su corazón latir con fuerza. No era usual que su amiga la llamara, y menos en ese estado. Estaba temiendo lo peor- Respira amiga, respira hondo y cuenta hasta diez.

Escuchó a Krystal respirar temblorosamente antes de hablar- E-Es Tati, sus compañeros de la universidad lo llevaron de emergencias, E-el…. - sollozó.

-Tranquila Krys, va a salir todo bien- dijo no estando muy segura, sintiendo su pecho contraerse con fuerza- Voy para allá ¿Está bien?

-B-bien…- dijo antes de cortar.

Celeste tomó su bolso con las manos temblorosas y guardó su movil.

-¿Todo está bien?- preguntó el hombre con curiosidad.

-L-Lo siento, pero debo irme, es una emergencia- dijo sin siquiera mirarlo a los ojos. Su mente ahora estaba en Tati.

-¿Quieres que te lleve? Te noto muy nerviosa…- dijo acercándose.

-¡Está bien no hace falta!- exclamó con nerviosismo- ¡Gracias por todo Señor Cáceres!- dijo inclinándose con fuerza antes de salir corriendo del Penthouse.

Cesar la miró irse con curiosidad, no pudo evitar sonreír divertido- Que chica tan interesante….

Celeste corrió a través del hall de la empresa, justo cuando en ese mismo momento Bruno se dirigía hacia el lado contrario. Ambos cruzaron miradas fugaces. El joven corrió la cara rápidamente deseando que Celeste no lo hubiera reconocido.

“mierda mierda” dijo a sus adentros mientras se apresuraba hacia el ascensor.

Celeste no tuvo mucho tiempo en pensar quien era ese joven que le resultaba conocido, no podía dejar de pensar en llegar a tiempo al hospital.

-¿La chica que acaba de salir corriendo con cara de terror era Celeste?- preguntó bruno entrando al último piso de la empresa.

Cesar no se inmutó por su presencia, observando la ciudad desde la ventana.

-¿Qué le hiciste a esa pobre chica?- Preguntó preocupado- Estaba pálida

César rio divertido- Ella vino aquí por su propia voluntad- exclamó volteandose hacia el joven-

Bruno frunció el ceño con molestia- ¿Porque no me dijiste que venía? Creo que ella me reconoció– dijo con nerviosismo.

-Relájate…- dijo sin importancia, sirviéndole un trago- No creo que lo haya hecho, es una chica muy tonta, tu sabes… fácil de manipular.

Bruno tomó el vaso y enarcó una ceja con sospecha- ¿Que le hiciste?

César puso los ojos en blanco- Tienes un mal concepto de mi, amigo… No le hice nada, solo le tomé unas fotos- dijo sin importancia y tomó la cámara- Mira….

Bruno observó las fotos con desconcierto- ¿Para qué quieres esas fotos? ¿Qué vas a hacer con ellas?

-Es mi respaldo de emergencia… digamos que mi as bajo la manga- se burló- Ah, ya que estás aquí, necesito que busques alguna sesión de fotos, alguna de las menos importantes, que no sea problema que salga una chica fea en la portada.

-¿Qué estás tramando?

Cesar lo miró de arriba hacia abajo con seriedad, con una mirada filoza que inquietó a Bruno- Preferiría no decirlo… ultimamente estás muy sensible, te preocupas por esta mujer que no es nadie y por el otro idiota, estoy comenzando a pensar que estás de su lado… que realmente le tomaste cariño.

-Eso no es…

-A partir de ahora voy por mi cuenta.

Bruno se mordió el labio con impotencia. Un mal presentimiento lo invadió- Como quieras, tan solo… no hagas una locura ¿Está bien?- dijo preocupado.

-Te preocupas mucho- susurró haciendo tragar saliva al jove.- Ocúpate de conseguir lo que te pedí ¿Está bien? No te olvides que después de todo eres mi empleado.

-Soy tu amigo, César… No me pagas por esto- dijo con brusquedad, sintiéndose ofendido.- Sabes que no necesito tu maldito dinero, mi familia también es rica.

El CEO borró la sonrisa de su rostro- Como sea, solo hazlo.

Celeste llegó al hospital con el corazón en la garganta y las lágrimas a punto de stallar en sus ojos. Luego de presentarse en la recepción como familiar del chico, corrió con sus últimas fuerzas hacia la sección de emergencias.




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