Capítulo 32 - Un nuevo amor

Los días pasaron y el fin de semana estaba cerca.

¿Realmente volvería a ver a Thomas?

La joven observó el papel que Bruno le había dado, aquella dirección donde podría volver a ver a su amado en privado, lejos de las miradas ajenas, lejos de su prometida, lejos de todos. Solo ellos dos

Tenía miedo, sentía su cuerpo temblar al imaginar al hombre rechazándola.

No puedo evitar imaginar la escena:

Ella llegando ilusionada al departamento y Thomas allí mirándola desde arriba con soberbia y hasta burla. “¿Qué haces aquí? ¿Realmente creíste que lo nuestro iba en serio?” La risa de Thomas rompería su corazón en mil pedazos.

-No… él no es así, no sería capaz de hacer eso- exclamó en voz alta tratando de aplastar sus pensamientos hasta el fondo de su mente.

Apretó el papel con fuerza en su puño y lo guardó en su bolsillo. Antes de encontrarse con Thomas, debía resolver algo primero.

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Celeste tocó con nerviosismo el timbre de la casa de su amiga. Jugó nerviosa con sus manos, esperando que le abriera. Claro, si es que lo hacía. Estaba la posibilidad de que no le abriera la puerta de su casa nunca más.

La puerta se abrió y los ojos de la joven se iluminaron con esperanza- Oh… Hola Danny- exclamó la joven al ver que no era Krys.

-Cele- sonrió el hombre- Krystal está en la cocina.- le indicó sabiendo a que se debía la visita.

La rubia asintió con la cabeza y entró a la casa. Se asomó por la puerta de la cocina, encontrándo a su amiga de espaldas a ella en la pileta fregando una olla- H-Hola Krys…

La mujer se dio vuelta con esa mirada inexpresiva que tanto le dolía, se secó sus manos en su delantal y se cruzó de brazos- Oh… hola Celeste- exclamó con desinteres.

Celeste sintió la presencia de Danny detrás suyo- Quería hablar contigo Krys…

-Te escucho…

La joven se volteó hacia su jefe, quien pareció entender su mirada. Estuvo a punto de marcharse, cuando la voz de Krystal lo frenó.- Quédate Danny, lo que sea que tenga que decir, puedes escucharlo.

El hombre se sintió incómodo pero obedeció. Observó a la rubia con pena y le envió una sonrisa dándole ánimos. “Tú puedes” dijeron sus labios.

Celeste se removió incómoda en su lugar y observó a su amiga con sus grandes ojos celestes brillando de la emoción. Era su oportunidad, no podía cagarla.

-Este tiempo lejos de tí… ha sido una tortura. Yo… realmente lo siento, Krys- exclamó con un nudo en la garganta- Sé que me propasé, no debí tomar decisiones sin consultarle primero, sé que Tati es tu hermano y no el mío, pero lo amo como si realmente lo fuera y por eso hice lo que hice. No voy a mentirte, lo volvería a hacer una y mil veces…- exclamó con determinación.- Haría lo que fuera por él, hasta que me aplastaran los medios y dijeran mierda de mí con tal de que él esté bien.

El ceño fruncido de Krystal se ablandó pero no dijo nada.

-Yo… sé que harías lo que sea por él y sé que vas a conseguir que reciba el tratamiento cueste lo que cueste. Pero por favor, aunque sea déjame que pague sus estudios, es lo mínimo que puedo hacer por él…- suplicó- Aunque no me perdones, yo jamás voy a dejarlo de lado.

Krystal se descruzó de brazos y la observó con una expresión compasiva. Finalmente suspiró derrotada- Yo… cuando me enteré, realmente me puse furiosa, no podía creer que todo este tiempo me estuviste engañando . Me sentí una mala hermana, que no podía ser capaz de cuidar a su hermano pequeño. Sentí… celos- dijo cerrando los ojos.- Y la realidad es que si no hubiese sido por tí, Tati hubiese dejado de estudiar, y eso no me lo hubiese perdonado nunca.

Celeste miró a su amiga con los ojos llenos de gracias- No sé qué sería de nosotros sin tí… y agradezco todo lo que has hecho por Tati todos estos años- exclamó tomando las manos de su amiga- Pero ahora me toca a mi ¿Está bien? ya has hecho suficiente por él.- La joven asintió con la cabeza y no pudo contener más el llanto. Sintió los brazos de su amiga rodearla con ternura- Ya… ya… amigas de vuelta ¿Está bien?

-E-está bien…- dijo con la voz entrecortada- Gracias…

-Lamento todo lo que te está pasando, Cele- dijo sintiéndose culpable- Lamento no haber estado ahí para tí… ahora me arrepiento.

Celeste negó con la cabeza y soltó el abrazo- No tenías porque, Tati es tu prioridad- dijo sintiéndose más liviana- Yo… hay algo que debo hacer…

-¿Todo está bien?- preguntó preocupada.

-Si, todo está bien ahora- sonrió ampliamente.- Dale mis saludos a Tati, prometo volver otro día.

Krys asintió con la cabeza y revolvió el cabello de su amiga con cariño- Cuidate ¿Si?

-Si…- sonrió con más seguridad.

La joven salió de la cocina y Danny la siguió por detrás- Déjame que te acompañe- exclamó preocupado-

-No lo hagas- dijo frenándose frente a la puerta- No seas idiota, Danny…- sentenció con dureza.

-¿Eh?- exclamó confundido.

-Date cuenta de quien vale de verdad ¿Está bien?- suplicó- Hay alguien que te ama y es a ella a quien debes perseguir. No pierdas esta oportunidad…

Danny la observó con inseguridad- Yo… realmente me siento confundido. Estos últimos días no he dejado de pensar en qué hacer…

Celeste sonrió comprensiva y palmeo el hombro de su jefe- Es normal, el amor provoca eso. Solo arriésgate ¿Si? Y luego me cuentas- exclamó guiñándole el ojo, haciendo que su jefe se sonrojara.

Celeste salió de allí cerrando la puerta y dejando detrás un silencio incómodo. Danny caminó inseguro hacia la cocina, donde Krystal estaba terminando de lavar los platos. Escuchó pasos detrás de ella y se volteó.- Oh… pensé que te habías ido con Cele…

-No- dijo acercándose a Krystal- Quería quedarme contigo- susurró cerrando la canilla de agua para que le prestara atención.

-¿Ah sí?- dijo nerviosa- ¿Y eso porque? Era tu oportunidad para hablar con Cele- dijo con amargura.

-No tengo nada más que hablar con ella- dijo seriamente, observando el rostro de su mejor amiga de una forma diferente esta vez. Apreciando lo hermosa que era, ese ceño fruncido siempre en su rostro que demostraba determinación, y esa mirada penetrante digna de una mujer fuerte e independiente como siempre lo había sido. - Krys yo…