Un ángel en alquiler

Capítulo 40 - Una carga

-¿Puedes ir más rápido?- exigió nervioso a su chofer.

-Lo siento señor, pero el tráfico está atascado.

-Mierda…- murmuró nervioso observando por milésima vez la hora en su reloj de muñeca.

Estaba llegando tarde, muy tarde al cumpleaños de su amada y temía que pensara que la había dejado plantada una vez más. Había tratado de comunicarse con ella, pero por alguna razón, su celular lo llevaba directo a la casilla de mensajes de voz.

Pensó, angustiado, que seguramente estaba con los preparativos, corriendo de aquí para allá, quizás hasta ansiosa por su llegada y mierda… no quería fallarle, no esta vez.

“Si el tráfico sigue así, voy a llegar muy tarde” Pensó abriendo la puerta del coche sin dudarlo.

-¿A donde va señor?

-Voy a ir a pie, va a ser más rápido- exclamó cerrando la puerta del coche y comenzando a correr entre los choches que lo insultaban y le tocaban bocina. Con un pequeño y sensillo ramos de rosas azules en su mano, comenzó a correr por la húmeda vereda las 15 cuadras que faltaban para llegar al bar. Su cabello voló en el viento, despeinándolo, su ropa se arrugó por la maratón, su piel comenzó a sudar y sus zapatos se arruinaron por el agua de lluvia. Atrás quedó el outfit que había elegido para su noche especial, pero no le podía importar menos. Ver a su amada lo antes posible era lo que más importaba.

Finalmente llegó a la entrada de empleados en el costado del bar, tuvo que tomarse unos segundos para respirar y calmar el ardor en sus pulmones mientras se sostenía de las rodillas. Luego, como pudo tiró su cabello hacia atrás, acomodó su traje y su camisa y comrpobó desconcertado que solo quedaba una flor intacta en el ramo.

-Mierda…- murmuró aún más nervioso. Todo estaba saliendo muy mal, esperaba que a partir de ese momento las cosas mejoraran.

Que equivocado estaba.

Entró al bar sigilosamente y notó que todas las luces estaban apagadas y el silencio era denso y hasta se podía palpar en el aire. Tanteando la pared, encontró el interructor que encendió la luz. El bar estaba decorado de una forma hermosa, la personalidad de Celeste estaba plasmada en cada detalle, la torta con detalles azules aún estaba en la mesa.En ese momento se sintió un tonto, porque quizás había arruinado una especie de sorpresa al encender la luz.

Vio a Danny acercárse a él y por la expresión de su rostro supo que sí, que había arruinado el grito de “sorpresa”, quizás Celeste estaba por llegar y había arruinado todo.

Lo que no esperaba era que el puño cerrado del hombre cayera contra su ojo izquierdo con tanta fuerza que lo hizo caerse hacia atrás contra una mesa que cayó junto con él. La única flor que se había salvado del ramo voló por los aires, deshaciéndose en una lluvia de pétalos celestes que me marchitaron contra el suelo.

Confundido, cubrió su ojo lastimado con su mano mientras trataba de levantarse inutilmente, porque Danny se abalanzó encima suyo, presionándolo con fuerza contra el piso. No era la primera vez que se encontraban en esta posición y aunque la vez anterior se había merecido una buena golpiza, esta vez no entendía porque la estaba recibiendo.

-¡Hijo de puta!- grió el hombre al tiempo que lanzaba un segundo golpe que esta vez Thomas logró esquibar rodando hacia un costado.

-¿Que mierda Danny?- exclamó sorprendido, tratando de esquivar el siguiente golpe que rozó cerca de su cara- ¿Que mierda haces?

-¡Voy a matarte! ¡Te juro que voy a matarte!- gruñó agarrándolo con fuerza de la camisa que se presionó contra su cuello, lastimando su piel.

Thomas agarró los brazos del hombre tratando de no ser ahorcado por la fuerte presión contra su cuello. Estaba asustado, no porque no pudiera defenderse, podía matar a ese idiota antes de que él lo hiciera primero, en realidad estaba asustado porque la confusión lo estaba abrumando y lo hacía pensar lo peor.

¿Donde estaba Celeste? ¿Que estaba pasando? Temió lo peor… recordando que no había recibido sus llamadas. Sintiendo una fuerte adranalina, al imaginar a su amada en peligro, lanzó con fuerza al hombre lejos de él, arrojándolo contra otras mesas.

Danny tardó unos momentos en reaccionar, justo cuando fue agarrado de los hombros por un enloquecido Thomas- ¡¿Qué está pasando Danniel?! ¿Por qué Celeste no está aquí? ¿Por qué no atiende mis llamadas? ¡Contestame!- escupió en su cara sacudiendolo con fuerza.

El rostro de Danny se contorsionó en una expresión de furia y una vez más intentó golpear al CEO que esta vez se defendió agarrando con en el aire el puño que tembló contra su mano- Dame una maldita explicación antes de que me vuelva loco y prenda fuego todo el lugar contigo adentro- gruñó con los ojos rojos.

-Imbécil, ¿Luego de todo lo que hiciste tienes la valentía de venir a mi bar, con tu estúpida cara de niño bueno e inocente para seguir engañando a Celeste? Mereces pudrirte en la cárcel.

-¿De qué mierda estás hablando?- dijo soltándolo con fuerza contra el suelño, alejándose de él con una expresión de terror- ¿Lastimaron a Celeste? ¿Eso estás queriendo decirme?

-Tú lo hiciste, tu familia de mierda lo hizo ¡Le arruinaron la vida! ¿Por que mierda quieres seguir cagándole la vida? ¿No les fue suficiente con mandar a su papá a la cárcel por tu culpa pedazo de mierda?

-¿Que?- La cabeza le estalló, no entendía de que mierda estaba hablando ese hombre- ¿D-De qué estás hablando?- dijo entrando en una crisis. Danny no contestó e intentó levantarse del suelo.

-Voy a llamar a la policía, para que te dejen en la cárcel hasta que te muerdas- murmuró.

No pudo dar dos pasos que Thomas se abalanzó contra él y lo estampó contra la pared más cercana, rompiendo retratos y adornos en su camino. Danny lo observó con dolor, encontrándose cara a cara con la expresión del mismísimo demonio.

-Te doy dos segundos para que me expliques bien que mierda está pasando antes de que te mate…-gruñó sintiendo que la desesperación por saber que estaba pasando con su amada le hacía perder los estribos. Estaba ciego y veía todo rojo ya no diferenciaba el bien y el mal.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.