Un ángel en alquiler

Capítulo 52 - Final

Han pasado seis meses, nadie le había dicho que sería fácil poner tras la rejas a César, no solo se convirtió en el escándalo del año cuando los periodistas captaron imágenes de la patrulla que se llevó detenido al magnate de los automóviles, sino que también se filtraron imágenes de su padre y ella que salieron en todas las noticias. Trató de ocultarse lo mejor posible de los medios, refugiándose en sus amigos que siempre estuvieron pendientes de ellos.

Contrataron un abogado, el mejor de todos gracias al dinero de Matias, hasta Tati ayudó al abogado defensor en todos los trámites y todos estaban orgullosos de él. Después de todo, gracias al futuro abogado habían conseguido acusar al criminal.

El tiempo pasó, y aunque temieron que César se saliera con la suya una vez más, el peso de los medios le jugó en contra, especialmente cuando los familiares de las víctimas de César también se animaron a testificar, y no solo ellos, sino también los testigos falsos que habían sido amenazados para mentir en contra de Thomas.

Fue un caos, pero finalmente, luego de tanta lucha, todo llegó a su fin cuando el juez exclamó frente a todos los presentes:

-Declaro a Cesar Cáceres culpable de homicidio, a pagar una indemnización de 1 millón de dólares a la víctima y el embargo de su empresa C C Motors por daños y perjuicios a todos los involucrados. Además será sentenciado a cadena perpetua.

El tribunal se llenó de gritos y festejos cargados de emoción, los periodistas enloquecieron, sus amigos se abrazaron y lloraron de felicidad, pero Celeste solo pudo mantenerse sentada en su lugar y observar desde lejos a Thomas, quien también la observaba en silencio. Sus miradas gritaban que querían abrazarse, besarse y decirse cuanto se amaban, pero hasta que las autoridades no le concedieran la libertad, no podían.

¿Que eran unos días más de espera luego de el resto de sus vidas juntos? Celeste esperó a que ese día llegara pronto.

Finalmente llegó, por última vez, el guardia de la cárcel abrió la reja de su celda y lo llevó a la salida, esta vez sin esposas en sus muñecas. Salió por la gran puerta de entrada y respiró el aire fresco de la mañana de verano. En la vereda estaba estacionado un coche y apoyado contra la puerta estaba Danny, cruzado de brazos con su siempre estreñida expresión en su rostro.

-Te ves diferente, Celeste- Bromeó Thomas.

-Créeme, yo tampoco quería venir- respondió el hombre, rodeando el coche y entrando a su asiento.

Thomas se sentó en el asiento del copiloto- ¿Ella está bien?-Preguntó preocupado- ¿No quiere verme?

Danny arrancó el coche y miró por un segundo el rostro preocupado de su cuñado, por un momento dejó las bromas de lado y habló seriamente.-Ya estoy cansado de escucharla hablar de tí, no te preocupes, está igual de ansiosa por verte…

-Ya veo…- dijo aliviado- Gracias, por venirme a buscar, supongo…- dijo incómodo.

-Thomas…- suspiró el hombre-

-¿Si?.

-Mas te vale que no seas un idiota con Celeste, la próxima vez, no voy a ser tan suave con mis golpes.

Thomas rió divertido aunque sabía que lo decía enserio- Si le hago daño, yo mismo me tiro de un puente.

-Bien, así me gusta.

El camino de regreso fue tranquilo. Si bien en el pasado ambos se habían odiado a muerte, Thomas sintió el inicio de una nueva amistad.

Estacionaron enfrente del bar, aquel donde iniciaron su amor. Cuando el joven atravesó la puerta, se llevó una gran sorpresa. Todas estaban allí para darle su bienvenida de regro.

Krystal, su hermano menor, el padre de Celeste y ahora su suegro, Bruno, su hermano mayor y la persona que más amaba en el mundo. Su ángel.

Todos gritaron “Sorpresa” y aunque hubiese querido agradecer y abrazar a cada uno de ellos, Thomas corrió directamente hacia su amada y la alzó en brazos, haciéndola girar en el aire. Luego la besó apasionadamente, mientras todos chiflaban.- Te extrañé, ángel…- murmuró apoyando su frente contra la de ella cuando la devolvió al suelo.

-Y yo a tí- dijo cerrando sus ojos-

-Bueno bueno, basta de cursilerías- exclamó Danny.

Celeste y Thomas se separaron justo cuando Matias corrió y abrazó con fuerza a su hermano mejor- Me alegró que estés fuera, hermanito- exclamó el hombre.

Thomas lo abrazó de regreso y hundió su rostro en el pecho de su hermano mayor- Me alegro que tu también.-Sintió que alguien más los abrazaba, cuando levantaron la vista, Tati había rodeado con sus brazos a ambos- Oh… no te dije, pero tenemos un nuevo hermano menor- dijo Matías.

Thomas tenía muchas preguntas al respecto, pero con ver el rostro ilusionado del chico fue suficiente- Me parece perfecto, siempre quise ser el mayor de alguien.

Los tres rieron hasta que el ex CEO soltó el abrazo y se acercó tímidamente a su suegro. Con respeto, estrechó manos con él, pero el hombre puso los ojos en blanco y lo atrajo hacia sí en un fuerte abrazo que lo dejó sin aire- Yerno…- dijo alegremente- Espero que seas bueno con mi hija ¿Eh?

-Si… señor- dijo apenas pudiendo respirar.

-Ya déjalo pa, lo vas a matar- se rió Celeste.

El hombre lo soltó y le dio unas fuertes palmadas en su espalda, que se sintió como si le sacaran los pulmones. Luego saludó a Krystal y a Danny. Solo le faltaba una persona. Bruno lo observó desde lejos con timinez- Ey…- murmuró acercándose a Thomas- M-Me alegro de que estés de vuelta- dijo bajando la mirada- Yo… de todas formas, será mejor que me vaya.

Bruno se volteó hacia la salida, pero se frenó en seco cuando escuchó la voz de su ex amigo- Esta es tu familia ahora- exclamó Thomas, llamando la atención de todos- Si tu quieres… claro.

Bruno sintió como sus ojos se llenaban de lágrimas y abrazó a su amigo-¡Claro que quiero!- sollozó.

Todos corrieron a abrazarlos, formando un gran abrazo familiar. Celeste cerró los ojos y se fundió en el amor de su familia. Pero aún faltaba algo más que debía hacer. Se deslizó fuera del abrazo y corrió hacia su abrigo, de allí sacó una pequeña caja de terniopelo color negro, como los ojos de su amado.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.