Un anhelo del corazón

CAPÍTULO 50

OSCURIDAD

«Solo en la oscuridad podrás ver las estrellas».

El rugido del motor del helicóptero resuena en el cielo nocturno. Las luces en el helipuerto del hotel se encienden de inmediato e iluminan la silueta del aparato que desciende con insolencia. A bordo, Lucas Kontos, con una sonrisa de satisfacción en el rostro, ajusta los auriculares mientras da instrucciones al piloto.

A su lado, Noelia, contempla todo con fascinación. Antes de llegar al hotel donde se lleva a cabo la fiesta de navieros, hicieron un sobrevuelo por la ciudad que se extendía bajo sus pies.

La vista era impresionante. Desde la majestuosa e iluminada Acrópolis que se irgue en la cima de la colina, hasta el mar Egeo, que resplandece bajo la luz de la luna y refleja un fulgor plateado; y las luces multicolores de la ciudad que centellean como diamantes extendiéndose hasta el horizonte.

Es la primera vez que Noelia vuela en helicóptero y la experiencia es aún más emocionante de lo que había imaginado. El viento agita su cabello, la brisa nocturna acaricia su rostro mientras la mano de su esposo aprieta la de ella con ternura, transmitiéndole una sensación de protección y seguridad.

Noelia, en esos momentos, se siente como una princesa en un cuento de hadas. Estar al lado de Lucas, el hombre que ama, la hace sentir radiante y dichosa. Como si el mundo entero estuviera a sus pies.

El helicóptero, símbolo de su poder y riqueza, captura la mirada de todos los presentes mientras desciende, realizando un giro antes de aterrizar con suavidad. Una vez las aspas se detienen, Lucas, con ese porte distinguido que lo caracteriza, su apariencia orgullosa y su mirada aguda, sale del aparato tomando a Noelia de la mano.

—¿No es un poco… excesivo? —le pregunta ella con una pequeña sonrisa, algo divertida ante tanto despliegue ostentoso.

—Lo es —contesta él con seguridad mientras se acercan a los invitados—. Todos en esta fiesta son magnates de la industria naviera, jeques petroleros, empresarios, políticos y personalidades de la alta sociedad. No hay nada que los impresione o que les pueda causar admiración, pero… —levanta el dedo índice con una sonrisa ladeada—. He logrado que todos noten nuestra presencia, levanten sus cabezas y nos vean llegar desde arriba. ¿Entiendes mi punto?

—Perfectamente —dice con orgullo—. Tengo un esposo muy astuto e inteligente.

—Lo tienes —contesta sin fingir modestia.

Noelia sonríe mirándolo con adoración.

—Pensé que Andreas también asistiría.

—Sí —su rostro se tensa imperceptiblemente—. Pero tuvo que atender algo importante.

—Entiendo —sonríe un poco desilusionada.

Andreas había invitado a Sindy a la velada, ella pensó que con la presencia de su amiga en ese lugar se sentiría más acompañada. Pasa los ojos por el recinto y nota que la terraza está completamente abierta y decorada con luces brillantes y exquisitos arreglos florales que perfuman todo con jazmines y crisantemos. La música es suave y se mezcla con el sonido del mar que se extiende a lo lejos.

Los anfitriones se acercan a la pareja y le dan la respectiva bienvenida protocolaria. Después de los saludos y las presentaciones correspondientes con algunos de los asistentes más importantes del evento, entre ellos, los jeques petroleros, los conducen a una mesa especial, ubicada en un lugar privilegiado de la terraza; adornada con un mantel blanco de lino fino, orquídeas exóticas y copas de cristal reluciente. A su alrededor, la iluminación dorada crea un ambiente elegante, cálido y acogedor.

En la mesa, se encuentran acomodados dos magnates reconocidos de la alta sociedad griega, propietarios de importantes industrias navieras del país, cada uno acompañado de su esposa. Se conocen desde hace años, y la competencia entre ellos es feroz, pero esta noche el ambiente es de cordialidad y camaradería.

La velada transcurre en un clima agradable y distendido. Se intercambian palabras amables y comparten anécdotas sobre la industria naviera. Las copas de champán se llenan y se vacían, mientras la conversación gira en torno a los últimos acontecimientos del sector. Se habla de las nuevas rutas comerciales, las últimas tecnologías en materia de construcción naval y las perspectivas de futuro del mercado.

Lucas, con una naturalidad casi intimidante, da muestras de su experiencia y conocimiento en el tema, aporta ideas valiosas a la conversación; rápidamente demuestra que es un experto en la materia y por qué su naviera es de las más grandes y reconocidas.

Noelia, a pesar de no estar familiarizada con el mundo naviero, escucha con atención la conversación y va comprendiendo poco a poco las complejidades de ese negocio. Su corazón se ensancha y se siente orgullosa de su esposo, de cómo es capaz de conquistar a todos con su carisma y disfruta complacida del reconocimiento y la admiración que Lucas recibe por parte de los magnates navieros que los acompañan.

Un par de horas más tarde, los platos ya se han retirado de la mesa.



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En el texto hay: romance, drama, amor

Editado: 08.05.2024

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