Un Año de Amores

CAPÍTULO III

[30 de octubre]

— Chloe, ¿Irás esta noche a la fiesta de disfraces? —Le pregunta Hades, mirándola, intrigado, y comiendo su ensalada.

— Puede ser, tendría que avisarle a mi madre. Igual, no tengo muchos ánimos para ir a una fiesta en estos momentos. —Contestó cabizbaja.

— ¿Pasó algo?

— Lo mismo de siempre, ya sabes, no puedo quitarme a Blake de la cabeza, es complicado.

— No, no lo es, tú piensas que lo es porque haces verlo complicado.

— No es sólo por eso, la profesora de Literatura ha llamado a mis padres.

— ¿Qué fue lo que hiciste?

-Flashback-

— Chloe Marino, ven aquí.

— Dime, mamá.

— ¿Cómo es que te has ido a mitad de una clase de Literatura? Nos ha llamado tu profesora.

— No me iba a quedar allí viendo cómo una profesora me faltaba el respeto como lo estaba haciendo ella.

— ¡Pero no por eso tienes que irte de esa manera! —Dice su madre con furia, Chloe la observa durante unos segundos con una expresión neutra—. Estarás castigada toda la semana, así que ni quieras pedir permiso para ir con tus amigos.

— ¡No es justo!

— ¡Tú te los ganas! ¿Acaso piensas que a nosotros nos gusta ver cómo nos llegan reportes del instituto diciendo que te vas a mitad de las clases? Siempre haces lo mismo por aburrimiento.

— ¿Desaprobé alguna vez una materia? No, desde que empecé el instituto hasta ahora no hay ninguna materia que yo haya desaprobado.

— ¿Y eso qué?

— Me paso todo el día estudiando y ustedes no lo notan, me escapo con mis amigos cuando necesito un descanso de todo el agobio, el estrés y la ansiedad que el instituto me provoca, sin contar cada una de las faltas de respeto que me he llevado de parte de muchos profesores.

— Es tú obligación estudiar, además, tienes que respetar para que las personas te respeten y eso de irte es una completa falta de respeto para tus superiores.

— ¿Pero es mi obligación tener que aguantarme todo el sufrimiento que eso conlleva? —le pregunta estando a segundos de estallar—. Se nota que nunca me has visto en pleno ataque de ansiedad, llorando mientras me falta el aire, pensando que sería mejor desaparecer, cuestionando todo lo que hago mal, ¿Y todo eso por qué? Por haber sacado una nota menor de las que a ustedes les gusta ver, me tratan como si fuera una jodida máquina, nunca ven mis logros, nunca se enorgullecen de mí, siempre ven lo malo de todo. —Gritó, sentía un ligero alivio recorriendo su cuerpo y comenzó a llorar—. Pónganse en mi lugar algún día y se darán cuenta de todo eso, ahí van a ver los motivos de los escapes a mitad del día. —Les responde y ella la mira apenada— Les miento siempre, pero ustedes provocaron eso con su desconfianza hacia mí, me hacen sentir que no importa lo que yo les diga, me van a regañar o castigar por eso.

— No pensábamos que...

— ¿Qué su desconfianza y malos tratos me iban a afectar? Pues sí, me afectan y ustedes no se dan ni la más mínima idea de eso. Pueden ser los padres más liberales que quieran, pero eso no justifica las exigencias por una simple nota.

-Fin de Flashback-

— Preciosa... —Dice Hades y pasa el brazo por los hombros de Chloe, abrazándola.

— Me estabas diciendo algo sobre una fiesta. —Le recuerda intentando cambiar de tema, lo último que ella necesitaba era hablar sobre eso. Él entiende y cambia de tema.

— Así es, la fiesta de disfraces... —Dice con un tono extraño, ella lo mira frunciendo el ceño, pero lo deja pasar.

— ¿Quiénes irán?

— Casi todos, exceptuando a Abby que es la más chica. —Chloe asiente, Abby es la hermana menor de Dianna y, algunas veces, suele estar en las salidas con ellos.

— ¿Blake también?

— Creo que sí, no he estado hablando con él últimamente.

La tarea de convencer a sus padres no había sido fácil para Chloe. Sin embargo, con paciencia y argumentos sólidos, finalmente logró obtener el permiso que necesitaba. Aunque estaba contenta por esta victoria, no pudo evitar pensar en su segunda opción, escaparse si sus padres no la dejaban ir. La idea de aventurarse por su cuenta, sin restricciones ni reglas, la atraía de alguna manera. Mientras charlaba animadamente con sus amigos, su teléfono comenzó a vibrar. Al mirar la pantalla, se encontró con un número desconocido, lo que la llenó de curiosidad y un poco de confusión.

— Hola. —Habló el desconocido, Chloe sabía de quién se trataba, escuchar esa voz otra vez, luego de tanto tiempo, logró que un escalofrío recorriera su espalda. Luego de unos segundos en silencio por el shock, sacudió su cabeza y contestó.

— ¿Morgan? —preguntó, sabiendo de quién se trataba. Una pequeña sonrisa se formó en su rostro.

— ¡Hola! —Interrumpió Alex abrazando a Chloe, pero al ver que no le respondía el abrazo se alejó.

— ¿Hola? —preguntó ella esperando una respuesta, pero ya había colgado—. Morgan, por favor. —Se resignó bloqueando el teléfono, bufó, y se giró para saludar a su amiga.

— Dijiste que no vendrías. —Le dice Noah llegando junto a ellas e inspeccionando el disfraz de Chloe.

— Estoy más que segura que era Morgan, era la voz de Morgan. —Habla rápidamente y su amiga la frena apoyando sus manos en los hombros de ella.

— Cálmate, ¿Qué dijo?

— Nada, sólo un hola, y justo llegaste tú vestida de... —la mira de arriba a abajo y sonríe— ¡Mabel Pines! ¿Cómo no lo había pensado?, —su mirada se desvía a Noah, el cual se encontraba vestido de Dipper Pines—. ¡Super ingenioso de su parte!

— ¡Y tú eres Jack Sparrow! ¿Dónde has comprado el sombrero? —Intenta sacarle el sombrero, pero ella le quita la mano antes de que pudiera hacerlo.

— ¡No se toca! Me costó mucho conseguir este disfraz en tan poco tiempo. —Dice—. Mis padres me han dado permiso, se sienten culpables por la discusión de ayer.



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En el texto hay: lgbt, amor, amistad

Editado: 25.04.2024

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