— Me encantaría poder quedarme aquí toda la vida, con comida ilimitada y la bellísima vista. —Comenta Noah, observando la nieve caer desde la ventana.
— Lo sé, pero porque nosotros no pagamos la comida, la pagan nuestros padres. —Responde Alex— Pero la convivencia se volvería muy pesada, sin contar que seremos las únicas personas y no tendremos chisme nuevo para contar.
— Siempre tenemos chisme del cual podemos volver a hablar y sacar nuevas conclusiones. —Le responde Chloe, uniéndose a la conversación.
— Hablando de chisme, ¿Hay algo que estés evitando decirnos? —Le preguntó directamente a Chloe, mirándola fijamente y analizando su rostro—. ¿Qué tan grave es lo que has hecho que has evitado hablar con nosotras desde ayer por la noche?
— No hay nada, en serio. —Ni Dianna ni Alex le creían, Noah se fue de allí, levantando sus brazos en forma de rendición, sabiendo que no tenía que involucrarse.
— Chloe, puedes contar con nosotras, lo sabes.
— No vuelvo a llevarle comida a Blake nunca más, ni por más lástima que me dé. —Confesó, sus amigas se miraron confundidas por un momento—. Intentó endulzarme con palabras, otra vez.
— ¿Pero te acostaste con él o no? —Alex la observó detenidamente al igual que Dianna, Chloe puso mala cara y miró a sus amigas con una ceja alzada. Y ella negó con la cabeza repetidas veces.
— No fui tan tonta, lo dejé con la palabra en la boca y me fui. —Dijo Chloe, con una mezcla de orgullo y frustración en su voz mientras se sentaba en el borde de la cama. Dianna, que estaba sentada en una silla cercana, apretó los puños con fuerza
— Me dan ganas de pegarle una bofetada, es un imbécil con todas las letras. —Respondió Dianna. En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y Noah entró, con una expresión curiosa en su rostro.
— ¿Ya puedo involucrarme? —preguntó, mirándolas.
— Claro, Noah. ¿Qué pasó? —Alex rodó los ojos, pero asintió. Noah sonrió, tratando de aliviar la tensión en la habitación.
— Hay una exposición en una especie de bar de nieve o hielo, cómo sea, ¿Quieren ir? —Preguntó.
— ¿Un bar de nieve? Eso suena interesante. ¿Qué tipo de exposición es?
— No estoy seguro de todos los detalles, pero parece que es una mezcla de arte y esculturas de hielo. Además, he oído que tienen bebidas calientes increíbles y una pista de baile hecha de hielo. —Él se encogió de hombros.
— Suena como una buena forma de distraernos. ¿Qué opinan ustedes? —Alex miró a sus amigas y ambas asintieron.
— Sí, creo que necesitamos un cambio de ambiente. Además, siempre he querido ver una exposición de esculturas de hielo.
La energía en la habitación cambió, pasando de la tensión a la emoción por la nueva aventura. Chloe, Dianna, Noah y Alex se dirigieron a la sala de estar de la cabaña, donde Hades y Blake ya estaban listos para salir. El grupo llegó al bar de nieve, el lugar estaba iluminado por luces de colores que se reflejaban en las esculturas de hielo. La entrada estaba decorada con arcos de hielo tallados con intrincados diseños, y una suave música ambiental llenaba el aire.
Las paredes, mesas y sillas estaban hechas completamente de hielo, y en el centro del lugar había una impresionante escultura de un dragón que parecía cobrar vida bajo las luces cambiantes.
— ¡Esto es increíble! —Noah sonrió y señaló hacia el bar.
— Vamos a pedir algo caliente para beber, he oído que su chocolate caliente es el mejor.
Se acercaron al bar, donde un camarero les recibió con una sonrisa—. Bienvenidos al Bar de Nieve. ¿Qué les gustaría tomar?
— Seis chocolates calientes, por favor. —Pidió Noah.
Mientras esperaban sus bebidas, Chloe se acercó a una de las esculturas de hielo, una delicada figura de una bailarina—. Es impresionante cómo pueden hacer algo tan detallado con hielo. —Comentó.
El camarero regresó con sus bebidas, y el grupo se dirigió a una mesa cercana. Mientras disfrutaban del chocolate caliente, la música cambió a un ritmo más animado y la pista de baile de hielo comenzó a llenarse de gente.
Un leve empujón en su hombro alertó a Chloe, ella se dio la vuelta, mirando con una expresión neutral—. ¿Y ahora qué quieres?
— Nada, nada. —Sonrió Blake, mirándola—. Solamente me gusta molestarte. —Le guiñó un ojo antes de continuar caminando por el bar de hielo.
— Idiota. —Refunfuñó ella por lo bajo, mientras volvía con sus amigos.
— Volvió el Blake coqueto, ¿No?
— Está insoportable, se nota que le hacen falta sus otros amigos.
— O su diversión de media noche. —Se unió Dianna a la conversación, refiriéndose a Megan.
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Editado: 05.12.2025