Un Año de Amores

Capítulo XXXII: 23 de mayo

Matteo, el padre de Chloe, se encontraba sentado en una de las sillas de la cocina, revisando algunos documentos en su computadora, mientras que Cleopatra, su madre, se ocupaba de la cena. Al oír a Chloe, levantó la mirada y sonrió hacia ella. Chloe les estaba hablando a sus padres sobre los planes que habían armado con sus amigos, faltaba poco tiempo para finalizar el instituto y querían una pausa.

— ¿Una pijamada, cariño? —Cleopatra preguntó sin dejar de cortar los vegetales. Chloe, con un poco de timidez, asintió con la cabeza.

— Sí... Mis amigos quieren venir y pasar la noche aquí. Será divertido, y prometo que seremos buenos.

Matteo soltó una risita, bajando la tapa de la computadora y apoyando los codos encima.

— Bueno, supongo que no habrá problema. Pero no quiero ningún tipo de desastre, ¿entendido?

— Nunca hemos hecho desastre...

Matteo levantó una ceja, con un gesto de incredulidad.

— Demasiado desastre...

— Ajá, seguro. No me digas que nunca rompieron nada en tus pijamadas anteriores. —Chloe se encogió de hombros soltando una sonrisita inocente. Cleopatra se dio la vuelta, secándose las manos con un paño.

— Mientras no hagan bulla hasta muy tarde y no prendan fuego toda la casa, está bien. —Matteo soltó un suspiro.

— Está bien, está bien. Pero si algo se rompe o el piso queda hecho un desastre después de esa pijamada, no esperes evitar las consecuencias.

— Lo prometo. —Dijo Chloe, sonriendo ampliamente.

Chloe rápidamente tomó su teléfono y se metió en su habitación.

[Mensaje de Chloe] Chloe: ¡Sí! ¡Pijamada confirmada!

Escribió Chloe en el grupo de WhatsApp del Grupo Dinamita, con un montón de emojis de fuego, corazones y caritas felices. Un segundo después, Alex respondió:

[Mensaje de Alex] Alex: ¡POR FIN! Llevo las botellas, los juegos y mi drama emocional listo.

Noah agregó:

[Mensaje de Noah] Noah: Yo llevo mi hambre voraz. Y quizás unas películas que nadie va a ver porque Alex pondrá a grabar videos absurdos otra vez.

[Mensaje de Dianna] Dianna: Lo siento chicos, esta vez no cuenten conmigo, me enfermé :(((

[Mensaje de Alex, Noah y Chloe] Chicos: Mejórate pronto!!

Hades fue el último en responder:

[Mensaje de Hades] Hades: Por favor, que no termine en desastre. Y aviso que llegaré un poco más tarde, tengo pendientes.

Los chicos continuaron con la conversación durante un tiempo, discutiendo sobre qué llevarían y cómo pasarían la noche. Alex continuaba bromeando, y Noah añadía pequeñas sugerencias de vez en cuando. Hades, por su parte, sólo respondía con frases cortas, indicando que él llegaría más tarde a la pijamada.

[Mensaje de Chloe] Chloe: Supongo que ya saben lo que tienen que traer cada uno, los espero aquí a la hora de siempre, iré a acomodar la sala!!

[Mensaje de Alex] Alex: Tranquila. Llevamos todo cubierto y prometemos llegar a tiempo.

Noah agregó:

[Mensaje de Noah] Noah: Y también prometo portarme bien, más o menos, esta noche. Prometo no hacer un desastre... esta noche.

Hades finalmente respondió:

[Mensaje de Hades] Hades: No prometo un carajo.

[Mensaje de Chloe] Chloe: Te adoro, Hades. Gracias por tu buena fé, por tu buena voluntad y tu grandiosa empatía (por supuesto que es todo sarcasmo).

Unas horas después, los primeros en llegar fueron los mellizos, Noah y Alex, con sus bolsas de dormir y una bolsa sospechosa. Chloe abrió la puerta con una gran sonrisa y miró a los dos mellizos con curiosidad, especialmente a Alex que llevaba esa bolsa extraña.

— ¿Y eso? —preguntó señalando la bolsita— ¿Qué hay en ella?

Alex sonrió de forma traviesa, levantando la bolsa y agitándola ligeramente.

— Nada importante —respondió con tono inocente—, solo lo necesario para que esta pijamada no sea un aburrimiento total.

— ¿Estás diciendo que mis pijamadas son aburridas? ¡Pensé que las disfrutabas! —Chloe se quejó, claramente bromeando.

— Sabes que adoramos todas las pijamadas, es solo un poquitín de alcohol...

Chloe observó el contenido de la bolsa mientras sus ojos se abrían, sorprendida.

— ¡Hay tres botellas ahí, Alex! ¿Quieres que tengamos un coma alcohólico?

Alex soltó una risita ante su expresión asombrada y negó con la cabeza, sonriendo inocentemente.

— ¡No, no, no! No exageres. Sólo quise asegurarme de que hubiera suficientes provisiones de entretenimiento para toda la noche.

— De seguro ni siquiera tomemos más de una botella. —Aclaró Noah, restándole importancia con la mano. Alex puso una mano sobre su pecho en señal de indignación fingida.

— ¡No subestimes nuestros niveles de resistencia al alcohol! Podemos beber todo esto y seguir de pie, aunque me ofende un poco tu falta de fe.

La sala de estar ya estaba acomodada, tenía suficiente espacio para todas las bolsas de dormir y los vasos ya preparados. Alex y Noah dejaron caer las bolsas de dormir en el suelo. El olor dulzón del alcohol llenaba el ambiente con cada sacudida de las botellas que contenían el licor.

— ¿Todo ordenado y listo? —preguntó Alex, observando la habitación con satisfacción. Chloe asintió, cruzando sus brazos con orgullo.

— Todo listo por acá. Sólo falta Hades, pero ya saben cómo es él, siempre llega tarde.

— ¿Alguno sabe a qué hora va a llegar el pelirrojo?

— Ni idea, pero ya sabes cómo es. Probablemente llegue justo antes de que todos nos durmamos. —Noah se encogió de hombros, observando su teléfono—. ¿Pedimos una pizza?

Una par de horas después, Alex, Noah y Chloe ya habían cenado, dejando un par de porciones para cuando Hades llegase. Alex estaba destinada a ser la contadora de cuentos de terror, intentando asustar a los otros dos, pero fallando en el intento.




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