Un año para despedirse

Capítulo 7: Las casas que nos abrazan y las que duelen

Cuando nos hicimos pareja, él vivía en la casa de sus tíos junto a su primo de unos 13 años. Y si soy honesta, fue la primera vez que sentí que entraba a una casa donde me querían sin preguntar, sin condiciones, sin medir mis palabras o mi ropa o mis heridas.

Me abrieron la puerta como si ya me conocieran. Me ofrecieron comida, bromas, abrazos. Me miraban como si fuera parte de ellos, como si yo hubiese pertenecido a esa familia desde siempre.

Y yo los quise, casi al instante. Hasta el día de hoy, los quiero. En serio.

Fue bonito sentir eso. Sentirme bien recibida, sentir que alguien importante para mí tenía una red, una especie de refugio. Porque ese hogar no solo cuidaba de él. Nos cuidaban a los dos.

Con su primo teníamos códigos propios, chistes, miradas cómplices. Con sus tíos compartíamos cenas y risas esas que nunca faltaban. Era un pedacito de paz entre tanto mundo que duele. Pero no todo era luz.

Su madre... era otra historia.

Fue fría conmigo desde el primer momento. Dura. Como si yo fuera una intrusa, o una amenaza. Nunca me insulto, nunca me grito... pero sus silencios hablaban. Sus miradas pesaban. su indiferencia y sus comentarios negativos dolían. Y por mucho tiempo, me dolió profundamente. Me sentí rechazada, incomprendida, invisible.

Pero hoy que han pasado 10 años de eso, con los años encima y el corazón más desgastado, pero también más sabio, puedo decir algo que nunca imagine: la entiendo.

No la justifico, pero la entiendo.

Ambas teníamos heridas que no sabíamos manejar. Ambas amábamos al mismo hombre de formas distintas es lo obvio, con historias diferentes. Y ella también tuvo que sanar. A su manera. Con su ritmo.

Hoy no guardo rencor. Solo memoria. Porque incluso en los vínculos difíciles, hay aprendizaje. Y porque para crecer, a veces, es entender que el dolor de otros no siempre tiene que ver contigo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.