Pasaron muchas semanas y me seguía mandando mensajes de amor y yo no decía nada sobre eso, hasta que un día le dije lo que tanto había esperado "Te Amo", claro que se lo dije por texto, no me atrevía en persona. Se sorprendió y me preguntó ¿por qué había dicho eso? y le respondí porque lo siento, me dijo ¿Qué sientes? Y yo dije, una felicidad muy grande que no puedo explicar. Siento que no quiero que me dejes nunca.
Un día fue por mi a la preparatoria, fuimos caminando para pasar más tiempo juntos, estaba lejos, pero aún así caminamos. No me atrevía a tomarlo de la mano mientras íbamos por la calle, me daba miedo lo que iba a pensar la gente. Así que caminábamos como dos desconocidos.
Llegamos a mi casa y lo invite a pasar, no estaba segura ya que temia que las cosas pudieran llegar más lejos y si tenía razón. Las cosas se empezaron a poner tensas, empezaron los besos y los acercamientos. Hasta que se atrevió a intentar tocarme y no me sentía cómoda con eso, ya que yo no había tenido esas experiencias antes y no sabía que hacer así que le dije que parara y que me gustaría que fuéramos más despacio porque no estaba lista para dar ese paso.
Así fue paso a pasito fluyendo nuestra relación, hasta que un día paso lo inesperado.