Cuenta la leyenda de una chica cuya vida pasaba de fiesta en fiesta, una noche su madre le rogó que no fuera a esa fiesta, más no hizo caso y se arreglo dispuesta a ir con ese aclamado baile de brujas, salió de su casa después de haber tenido una acalorada discusión con sus padres, quienes ya cansados de rogarle que no fuera le dieron un ultimátum, o eran las fiestas o eran sus estudios, ella era joven llena de vida tenia derecho de divertirse fue lo que le grito a sus padres antes de salir, su madre llena de ira le grito de vuelta que ella iba morir bailando y tal vez después de muerta iba seguir bailando.
Las palabras de su madre fueron como una maldición para ella, cuya vida perdió ese mismo día después de un grave accidente en esa fiesta, puesto que un loco conecto mal algunos cables y aquel lugar ardió en llamas, no hubieron muchos sobrevivientes, pero por cosas de la vida el espíritu de aquella chica quedó vagando en los alrededores, ya son más de cincuenta años de aquella tragedia y ella aún no encuentra su camino a casa.
Cada cierto tiempo su espíritu vaga buscando un nuevo compañero, su alma gemela, su redención no se sabe cuál es el objetivo de su aparición, muchos se han llevado el susto de su vida, tal vez está vez sea diferente esta vez.
Sean era un adicto a las fiesta, en cada una de ellas terminaba con una chica en algún hotel o paraje, luego de un encuentro casual no las volvía a llamar o siquiera buscar, pero un día en x lugar se encontró con una linda chica la cual llamó su atención, esta se le perdió entre tantas personas y no la volvió a ver en toda la noche, pero eso no significaba que iba a perder su noche.
Días después la volvió a ver nuevamente, esta vez se aventuro ir tras de ella, la siguió luego de pasar tres parejas la volvió a perder, le preguntó a los presentes, pero nadie le supo dar respuesta.
Así paso dos fines de semana él la veía y ella desaparecía en medio de tantas personas.
El siguiente fin de semana se propuso que si veía a esa mujer no la iba dejar escapar, lo que él no sabía era que él no iba escapar de ella por más que quisiera.
—Supimos que estas buscando a una chica —le dijo una pareja de ancianos.
—¿Si, la han visto? —Pregunto con emoción, esa linda mujer no sé iba escapar tan fácilmente.
—debes tener cuidado esa linda chica podría ser la muerta que anda de fiesta en fiesta buscando su nueva víctima —las palabras del anciano eran tan serias que provocaban escalofríos.
—Será mejor que reces muchacho —Sean solo sonrió y se alejo de ellos.
A lo lejos vio esa silueta que andaba en su cabeza desde que la vio por primera vez, camino hacia ella.
—No te escaparas de mí —dijo susurrando en su oído.
—Ya me tienes —dijo la chica girando hacia él.
—Sabia que te encontraría esta noche, porque huyes de mí.
—no huyo de ti, quería ver hasta dónde llegaba tu interés.
—así que todo lo tienes premeditado.
—¡podría decir! —susurro en su oído haciendo que la piel de Sean se erizara al sentir el aliento frío de la chica.
—¿quieres ser mi acompañante esta noche?
—¿quieres ser tu el mío? —ambos se miraron.
—por supuesto —contestó él.
La tomo de la mano y la llevo consigo a una mesa, una chica se le acerco y miró la acompañante de Sean de pies a cabeza.
—¿Otra de tu diversión? —Pregunto, a lo qué Sean abrió su boca para contestar, pero su acompañante habló primero.
—tal vez él sea mi víctima de esta noche —Sonrió con inocencia.
—me gusta como suena eso, disfrútalo es un casanova.
—te lo aseguro que lo haré —volvió a sonreír dejando a Sean totalmente hipnotizado.
Lo que él no sabía era cuan cierto eran aquellas palabras dichas por esa chica.
—¿Cuál es tu nombre?, yo soy Sean y tú.
—mi nombre no tiene importancia tal vez mañana ya no nos veamos.
—¿Por qué lo dices?, ¿A dónde vas?
—no voy a ningún lado solo al lugar de siempre.
—Eso significa que si puedo verte.
—No lo creo, bailamos —se levantó de su asiento y camino a la pista moviendo su cuerpo, Sean la siguió y se pego a su cuerpo empezaron a mover su cuerpo junto con el de aquella chica.
La noche pasaba lentamente mientras ellos disfrutaban de la compañía del uno del otro. La noche se fue tensando era ya casi media noche por lo tanto la noche de Halloween había empezado.
Ambos compartían bebidas y una que otras anécdotas. El reloj fue marcando las horas pausadamente, era como si fuese cómplice de ambos.
En cuanto marco las dos de la mañana Sean ideó su plan para poder irse con la chica que había perseguido durante tres semanas.
—Podemos irnos si quieres —propuso un ebrio Sean.
—Nos vamos si me permites un ultimo baile —pidió la hermosa chica.
—A la chica más bella lo que quiera —respondió arrastrando las palabras, tomo la mano fría de la chica. —¿Tienes frío? —Pregunto.
—no —respondió ella a sus interrogante.
—Estas fría.
—Lo sé es mi temperatura corporal que desciende.
—Yo te calentare —Sean se quito su chaqueta y se la coloco a su compañera, la tomo de la cintura y empezaron un movimiento de cuerpo lento.