Desenlace y final.

Veinte minutos tardo en reaccionar, como pudo subió a su auto y condujo de vuelta al hostal.

—Le hice el amor a un fantasma, besé a un fantasma, no esto no puede ser esto es una pesadilla.

Su piel se enchinaba cada vez que recordaba tal evento, tomo una ducha y se dispuso a dormir para así olvidar el hecho que había besado y estado con un fantasma.

—No esto no es cierto debe haber una explicación tal vez sea un truco —se levantó de la cama y empezó a indagar sobre la chica, la única persona que tenía ese nombre había muerto hace ya cincuenta y dos años.

Busco la dirección de la familia y no lo pensó más y fue con ellos, debía haber una explicación, eso no era posible los fantasma no existen. Condujo hasta la dirección en cuanto llego toco la puerta y espero a que lo atendieran, una anciana abrió la puerta.

—Esta es la residencia de la familia Barcelo.

—Si, quien quiere saber.

—Soy Sean Marceti quisiera hablar con algún familiar da Krisha Barcelo —los labios de la anciana temblaron al escuchar ese nombre.

—Como conoce usted a mi hermana —dijo tartamudeando.

—No importa solo quiero información puedo pasar —la anciana se coloco a un lado dándole paso al hombre.

—Ella es mi madre.

—Mucho gusto soy Sean —por respeto Sean se guardo que había visto a la mujer. —disculpen mi atrevimiento, pero me gustaría saber sobre su hija Krisha.

—Krisha mi dolor de cabeza que hizo ahora —me robo el corazón, fue lo que quiso decir más no pudo.

—nada señora es que creo que mi padre y ella se conocieron —mintió.

—Krisha conocía a muchas personas, como no si se la pasaba de fiesta en fiesta.

—Tiene fotografías de ella, podría decirme como murió.

Una de las ancianas busco un libro y saco algunas fotografías de la chica.

—esa era mi Krisha, era tan hermosa tenia un brillante futuro, si me hubiera prestado atención.

—esta arrepentida, digo debe estar arrepentida, ¿como fue? —Sean miraba las fotografías una por una, un hueco se abrió en su corazón al ver la última fotografía, ella estaba como la vio anoche.

—Ella desobedeció a nuestros padres y por ello pagó con su vida…

Le narraron la historia desde la discusión hasta el accidente en ese lugar, y como el cuerpo de la chica fue encontrado bajo los escombros.

Sean pregunto donde había sido enterrado su cuerpo, ellas muy amablemente le dieron el lugar exacto sabían que en el pueblo se oía el cuentos de la mujer que aparecía en las fiestas y luego desaparecía.

—¿Ella se le apareció verdad? —Pregunto la más anciana.

—Si, hace varias noches atrás, lamento mentirles no quería irrespetar su memoria ni a su familia.

—no lo haces, sabemos de sus apariciones, si algún día va a su tumba léale esto tal vez así logre liberar su alma —la anciana le entrego un sobre. —yo ya no puedo moverme estoy condenada a esta cama pero cada noche le digo que me reuniré con ella y su padre.

—lo haré señora se lo prometo —Sean no se sentía el más afortunado porque un fantasma se le apareció, pero si podía ayudarla lo haría.

Sean se despidió de ambas mujeres, regreso al hostal y se encerró en él. En la noche condujo hasta el cementerio y busco la tumba de Krisha, busco y busco hasta dar con ella.

—hola de nuevo Krisha, yo aun no salgo del asombró se me enchina la piel de solo pensar en que besé y paso eso, eras un… el que me escucha dirá que soy un enfermo, pero no lo soy, me engañaste lo admito, no tengo palabras, yo solo espero que encuentres tu camino.

—tal vez lo encuentre algún día —dijo ella a su lado, Sean por poco da un brinco. —lo siento no es mi intención ni asustarte ni usarte.

—Como puedes hacerlo jamás pensé que una persona podría morir y quedar por ahí vagando.

—no sé, como yo hay muchas, nosotros nos mostramos a quienes queramos y yo te elegí a ti por ser como yo.

—eso quiere decir que yo debo ayudarte a encontrar tu camino.

—Creo que si.

—puedes contarme tu versión.

—Sí, yo tenía diecinueve solo pensaba en diversión, la noche de Halloween había una fiesta en una bodega abandonada, la pasábamos bien hasta que ocurrió esa tragedia, unos minutos antes me había prometido dejar las fiestas para dedicarme a mis estudios, pero no hubo más tiempo para mí.

—dime que tengo que hacer.

—no lo sé.

—tengo esto de tu madre me pidió que lo leyera en tu tumba —un destello de luz paso por los ojos de la chica. —querida Krisha te adoro, no fue mi intención maldecirte puedes irte en paz, te perdono mi niña y espero tu me perdones a mi —a medida que Sean iba leyendo la carta las lágrimas mojaban el rostro de la chica, además de ello su cuerpo se iluminaba y trasparentaba. —no tengo palabras para describir lo que sentí al saber que ya no estabas con nosotros.

—Sean mírame —pidió ella.

—Krisha estas…

—trascendiendo al fin veo mi camino, al fin podré descansar en paz —el cuerpo de Krisha se fue convirtiendo en luz. —gracias por ayudarme Sean.

—algún día te acompañaré, espérame al otro lado.