Comencé a sentir cómo mi piel se erizaba al sentir toda la euforia que había en aquel lugar oscuro, apenas iluminado por luces rojas. Prácticamente no podía ver mucho en este lugar, pero sí lo suficiente como para saber que estaba rodeada de muchas personas que tenían toda su atención en nosotras, en medio de lo que llamarían “pista de baile”. Dancin comenzó a sonar por todo el lugar y vaya que ya tenía varios pasos en mente para acabar con esto de una buena vez.
- ¡Solo hay una única regla: bailar! Aquí no existen penas algunas, y más cuando se trata de dos mujeres hermosas –grita el DJ, provocando los gritos de todos en este lugar. La música cambió por un sonido lento y seductor: The Weeknd – Down Low. Joder, pensaba dejarle empezar, pero vamos, es una de mis canciones favoritas. Y por segunda vez en mi vida, pierdo el miedo y corro hacia el medio de la pista, bajando lento, despacio, con toda la suavidad del mundo para luego subir de la misma forma y pasar las manos por mi cuerpo sin lucir vulgar. Solo quería seducir. Y así me dejé llevar, moviéndome al ritmo de la música, escuchando los gritos de todos, y vaya que sí tenían los ojos puestos en mí. Caminé descaradamente hacia ella y ella respondió de la misma forma, dejando que yo bailara para ella.
Hasta que ella me dio una vuelta, sacándome del lugar para entonces tomar el control ella, haciendo un Splits en el suelo para así subir y bajar lentamente, mostrándole a todos lo flexible que es. El DJ cambió la música por una más rústica, de hip-hop, entonces la chica comenzó a bailar más rudo, sin perder el lado sensual. Dio un giro que no me lo esperaba, provocando los gritos de todos, para seguir haciendo movimientos que, vaya, jamás había visto. Hasta que comenzó a sonar Formation de Beyoncé. No pude no pensar en Tyler; en estos momentos estaría como loco cantando. Así que no lo dudé y la interrumpí, tomando esta vez yo el control. Comencé a bailar más rudo que ella, marcando mis pasos, dejándola sin saber qué hacer. No me detuve, seguí moviéndome como yo sabía hacerlo, como tantas veces quise. Noté una pared que estaba vacía, así que no lo pensé dos veces y corrí hacia ella.
- ¡No lo va a hacer, no lo va a hacer! –gritó el DJ, tan animado como todos. Llegué a la pared, presionando mis pies en ella para así impulsarme hacia atrás, dando una vuelta completa, para terminar en el suelo haciendo un splits, elevándome arriba y abajo.
- ¡Sí lo hizo, demonios, eso sí es bailar! –gritó él, haciéndome saber que había ganado.
~*~
El alivio que sentí al contacto con el agua fría corriendo por mi garganta era una sensación agradable. Sentí unos brazos delgados abrazarme y supe enseguida que se trataba de mi loca amiga Bella.
—Lo has hecho genial, Queen —chilló ella emocionada.
—Gracias, Bella. ¿Crees que nos podamos ir? —pregunté. La verdad es que estaba cansada, además mañana tendríamos clases.
—Por supuesto, iré a despedirme de Abel. Ahora regreso —dijo. Asentí y me quedé esperándola. Me sentía algo nerviosa, como muchas personas se me acercaban a felicitarme y a decirme comentarios positivos. Todo se sentía como antes, antes de que destruyeran mi sueño sin piedad alguna. Siempre me preguntaba cómo es que podían existir personas a las cuales no les importan tus sentimientos. No les importa hacerte sufrir, acabar contigo si es necesario.
Bella regresó y tomó mi mano para así juntas encaminarnos hacia la salida. Escuché unos comentarios algo grotescos para mi querida mejor amiga por parte de un grupo de borrachos.
—¡Mi amor, tú con tantas curvas y yo sin frenos! —gritó uno, provocando las carcajadas de los otros.
—¡Qué ridículo! ¿Acaso no tienes un piropo que no sea de la Edad Media? Negro de mierda —respondió Bella, dejando al chico todo pasmado. Ella no dijo nada más y seguimos caminando hacia el auto. Sentí enojo por el insulto de Bella hacia el chico. Vamos, sé que el chico se lo buscó pero, ¿por qué ofenderlo por su color? qué porque el chico sea de piel oscura, eso no le daba derecho a ofenderlo de esa manera. Y estaba decidida a mencionárselo en el auto, porque la verdad es que no puedo tener una mejor amiga que se exprese de esa forma. Hasta que sentí cómo fui empujada al suelo, sintiendo un dolor horrible en la cabeza al ser esta estrellada contra el piso.
—¡¿Qué has dicho, maldita perra?! —gritó el chico, apuntándole con un arma en la cabeza. Bella se quedó frizada, observando al chico con horror. Pude notar cómo sus piernas comenzaron a temblar de los nervios. Con las pocas fuerzas que tenía y con la frente ensangrentada me puse de pie, para intentar calmar las cosas.
—Por favor, cálmate, ella no lo dijo en serio —murmuré, tratando de que bajara el arma. Sus amigos corrieron rápidamente hacia nosotros y se quedaron como espectadores observando todo. ¿Es que nadie pretende detenerlo? ¿De verdad van a dejar que dispare?
—¿Estás defendiendo a esta blanca que me dijo “negro de mierda”? —cuestionó él sin bajar el arma.
—Créeme, ella está borracha, no lo dijo en serio. Además, no te manches las manos por una cosa así, olvídalo —repetí, a punto de llorar. Me sentía impotente.
—Charlie, baja el arma o no querrás ver lo que pasará —dijo un chico, causándome más miedo del que ya tenía.
—Matt, pero ella… —intentó protestar, pero fue interrumpido.
—¡Pero ella ni mierda, baja la puta arma! —gritó el tal Matt. Charlie hizo caso y bajó el arma. Charlie observó de mala manera a Bella y se fue con sus amigos. Noté cómo volvió a respirar, y me observó de manera culpable. Y vaya que tenía que sentir culpa si sabe que ella no debió responderle de esa forma.