Un bonito viaje

Capítulo 8

Después de que Richard ganara la medalla de la ciudad Malvalona, el junto a Laura iban hacia el pueblo Lavalcada pero ,cuando salieron del gimnasio del lider Erico, un Pidgey se estrelló contra el rostro del entrenador al cual empezó a picotearle la cara. 

-¡QUITAMELO POR FAVOR!- Dijo Richard

-Aver quédate quieto- Decia Laura mientras quitaba aquel pokemon de su amigo- Listo- 

-Condenado Pidgey- Insulto al ave  muy molesto

-Tranquilo de seguro solo te vio como una amenaza- Trato de tranquilizarle hasta que vio una carta en la pata del pokemon- Hey mira, una carta- Le saco la carta al emplumado y este último se fue volando

-¿Que dice?- Pregunto el

-Dice asi- Comenzo a leer la carta la entrenadora

Joven Richard

Necesito que vaya a pueblo Pardal antes de que vayas a por tu siguiente medalla de gimnasio porque necesito ayuda del Paleopokemon Edgar Giménez, también conocido como "Fósil maníaco", para que me ayude con un fósil muy maltratado que tengo y necesito que le digas que venga a Villa Raíz, yo mismo le hubiera pedido a el pero se averió el pokenav y también por ende te envie una carta. 

Muchas gracias por tu atención y disculpa las molestias

Firma: Profesor Abedul

 

-Para ser profesor pokemon tiene una mala ortografía- Dijo la entrenadora

-Bueno, la tarde aún es joven asi que si vamos corriendo y acortamos camino por el desierto, quizás llegamos para el anochecer y descansamos ahi- Dijo Richard

-No me parece buena idea- Opinó ella

-Vamos, te prometo que llegaremos para el anochecer y ahora que esta atardeciendo mucho calor no hará por el desierto así que estaremos bien y no nos dará un golpe de calor- Insistió

-Okey-Dijo con un suspiro Laura

Después de eso caminaron hacia el desierto, pasando el centro pokemon y una casa abandonada hasta que llegaron a la mitad de la ruta 111 donde se dividía la ciudad Malvalona con la parte del desierto y la famosa pista de entrenadores, estaban por cruzarlo pero un grupo de Golems hicieron pequeños terremoto causando un derrumbe que no alcanzó a Laura ni a Richard pero bloqueo el camino

-Excelente- Dijo con sarcasmo Laura

-Aver yo saco a Hitmonlee y tu a Beheeyem y a Melmetal para que puedan sacar las rocas- Le dijo Richard

-Okey- Respondió ella

Ambos sacaron sus pokeballs y las lanzaron en dirección a la acumulación de rocas

-Muy bien muchachos hay que sacar las rocas así que empecemos a trabajar- Dijo el entrenador 

Los pokemones hicieron un si con su cabeza e empezaron a sacar las rocas tanto ellos como los adolescentes compartiendo chistes y pequeñas conversaciones pero no se daban cuenta de que el atardecer estaba por apagarse para que la noche tomara su lugar hasta que la noche llegó justo cuando terminaron el problema de las rocas. 

-Listo, no fue difícil ¿Verdad?- Decía Richard con una sonrisa

-Claro pero ahora es de noche- Le menciono ella entre algunos suspiros y sudor

-Bueno es hora de que nos apresure nos antes de que se haga más tarde- Dijo el entrenador con un poco de preocupación

Ambos regresaron a sus agotados pokemones y corrieron hacia el desierto con las pocas fuerzas que le quedaban pero también había muchos tropiezos como las veces que se tuvieron que detener para descansar o porque había algunos niños todavía por la pista que se quedaban hasta altas horas de la noche pero al fin llegaron al desierto pero para su sorpresa  habia una fuerte tormenta de arena. 

-Creo que deberíamos volver al centro pokemon- Dijo Laura

-Pero ya llegamos hasta aquí hay que seguir- Decía insistente

-Hay que apurarnos entonces- Le respondió

Ambos se armaron de valor, se tomaron de las manos y se metieron en aquella tormenta feroz que les impedía ver chocando con todo como piedras pero el adolescente piso en una especie de ladrillo de arena que este al contacto se hizo cenizas y el junto a su amiga cayeron haciendo desprender de ellos un grito de terror hasta que sus pies tocaron una superficie estable. 

-¿Ya morimos?- Pregunto temblorosa

-No pero ¿Donde estamos?- Preguntó Richard

Laura abrió los ojos y vio que estaban en una especie de pasillo hecho con los mismos ladrillos del que piso su amigo pero estos no se deshicieron y que todo estaba oscuro así que empezaron a caminar sin destino por ahí encontrándose con algunos escritos casi inregistrables por la oscuridad. 

-¿Este será el famoso templo de arena del desierto?- Se pregunto en voz en alto

-Creo que si- Le dijo Laura- ¿Pero no debería aver pokemones fósiles por aquí? 

-Porque tuviste que mencionarlo-Apunto Richard hacia atrás de ellos empezando a escucharse rugidos como pisotadas

Los ruidos aumentaron y los chicos se prepararon para lo peor a pesar de que cada vez que se sentía más cerca hacían que sus piernas se sintieran como fideos crudos a punto de quebrarse pero de la oscuridad salió un pequeño Tranpich. 

-Pero que-Dijo Richard sorprendido

-Que bonito- Dijo emocionada Laura y fue hacia el pequeño pokemon de tierra para abrazarlo

-Tengo traumas con esas cosas- Dijo con algo de desagrado el entrenador

El pokemon soltó un gruñido tras escuchar al entrenador pero se callo de la nada y comenzó a temblar y soltar gemidos de aterrorizado

-¿Que pasa amiguito?- Pregunto la entrenadora

De entre esa oscuridad se abrieron un par de ojos que se podía ver claramente a pesar de que no hubiera luz y se escucho un gruñido



#5630 en Fanfic

En el texto hay: aventura, amor, pokemon

Editado: 10.12.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.