—Hey, chicos —dijo Dave—. Si no pudisteis con Ern, con Arman seguro que no conseguiréis nada.
—Mejor ayudarnos en vez de tanta palabrería —le respondió Niles—. Menudo honrado estás hecho. ¡West, dile algo, venga!
Wesley solo hizo un gesto con la mano y suspiró significativamente.
—A veces ni yo entiendo de qué lado está. Así que pedís demasiado —comentó.
Los Raysons rodearon a Arman y se lanzaron al ataque. Alex se enfrentó a Niles, y Daniel a Jill. Este último, sin embargo, intentaba constantemente ayudar a sus compañeros. Dave sacó una barrita energética del bolsillo, la abrió y observó fascinado el desarrollo de los acontecimientos. Allan se deshizo muy rápido de su adversario y centró su atención en Jill.
—Dani, ve a saludar a West —dijo el líder—. Tu adversario se distrae demasiado.
—Vale —Daniel empujó con fuerza a Jill a un lado—. ¡Vete ya, que es lo que querías!
—Eh, en realidad no habíamos acordado esto —Wesley saltó rápidamente del capó y abrió la puerta del coche.
—¿Qué pasa, West, ya no eres tan valiente? —Daniel sonrió—. Te sacaré de ahí.
—Inténtalo —Wesley ya iba a sentarse en el interior cuando se encontró cara a cara con Anthony, que había conseguido meterse por el otro lado.
—Hola, West —el chico le saludó con la mano—. ¿Qué tal?
—¿West, te ayudo? —gritó Dave burlonamente. A Anthony, por supuesto, no lo veía—. ¿O puedes solo?
—Creo que West tendrá que apañárselas solo —sonó la voz de Kir desde atrás.
Dave se giró y lo vio justo detrás de él. El adversario estaba frente a él, apoyando los codos en el techo del coche.
—Vaya, Kir, me sorprendes —Dave sonrió de oreja a oreja, saltando del capó—. ¿Desde cuándo eres tan emprendedor?
—Es que tiene quien le inspire —dijo Martin, que también había vuelto a la "base" con los chicos.
—Bueno, Mitchell, también te tocará moverte —dijo Blake con disgusto—. ¿O vas a ponerte de su lado?
—¡Pfff, ni hablar! —Mitchell rodeó los coches y se acercó a Kir, que ya había adoptado una postura de combate—. ¡Ven aquí!
Arman consiguió hacer chocar hábilmente las cabezas de los hermanos Rayson. Hidd se desplomó hacia atrás y empezó a revolcarse por el suelo, sujetándose la cabeza con las manos. Blake se mantuvo en pie y se lanzó a atacar al adversario.
—Espera un minuto —Arman lo empujó y se dirigió al coche de Dave.
—Arman, déjalo, yo puedo encargarme —gritó Kir.
—¿De quién? ¿De Dave? —resopló su amigo—. No te sobrestimes. Que me hayas dado una vez en la frente no te hace más fuerte, Kir.
—¡Vaya! ¿Le diste un golpe en la cabeza a Arman? —preguntó Dave con evidente admiración—. ¿Hay alguna grabación?
—Ahora te voy a demostrar en carne propia cómo fue —soltó Arman.
—Lo siento, Kir —dijo Dave—. Pero él me interesa más que tú.
—¿Desde cuándo? —preguntó Kir sorprendido, pero Dave lo ignoró completamente, centrando toda su atención en su compañero.
Wesley dio un paso atrás, alejándose del coche, y casi chocó con Daniel.
—Ten cuidado ahí, West —dijo este último en tono burlón—. Podría considerarlo un ataque.
—Pfff, ¿me estás amenazando? —West se giró bruscamente y miró fijamente al chico—. ¿Has venido a pelear o qué?
—Vaya, vaya, ¿a qué viene tanta valentía de repente? —una sonrisa astuta se dibujó en el rostro de Daniel.
—Pues está claro por qué —respondió Anthony en lugar de Wesley, que ya había logrado salir del interior del coche.
El chico señaló con la mano hacia un lado. Al mirar allí, su amigo vio a Raynom y a una docena más de sus muchachos.
—Ah, entiendo, ya has llamado al jefe —Daniel agarró al adversario por el cuello y lo atrajo hacia sí.
—Déjalo, Daniel —gritó Raynom—. Ahora tendrás algo mejor que hacer.
Deni se dio la vuelta y miró a Alex, esperando su reacción. El líder hizo una señal con la mano, indicándole que lo soltara. Daniel aflojó los dedos y luego empujó con fuerza a Wesley.
—Ve a sentarte en el coche —dijo con desprecio—. Cómo se puede ser tan...
***
Meilin dejó el teléfono y cerró la puerta del armario. Kir acababa de avisarle que no podría llegar pronto —la banda de Raynom les había tendido una emboscada en el patio. Habían acordado que él resolvería algunos asuntos y pasaría a recogerla para llevarla a la clase adicional vespertina de todo el curso. Pero los planes cambiaron drásticamente.
El móvil emitió un breve pitido anunciando un nuevo mensaje. Meilin volvió a tomar el dispositivo.
«Kir: Perdona, Raynom ha aparecido en persona con toda su gente. Esto va para largo. Hablamos más tarde.»
La chica no respondió para no distraerlo. Una ligera sensación de ansiedad le subió como un nudo a la garganta.
"Quizás debería avisar a Maila. Aunque seguramente no sea una buena idea."
Meilin intentaba tranquilizarse, repitiendo mentalmente que esta era una situación habitual para los chicos de Allan —ellos sabrían manejarla.
Nadie había cancelado la clase adicional, y de alguna manera tenía que llegar allí. Sin pensarlo mucho, marcó el número de Ern, pero no hubo respuesta: el abonado estaba fuera de cobertura.
Se acercó a la ventana y corrió con cuidado la cortina. Enseguida notó a dos chicos sospechosos. Uno de ellos definitivamente pertenecía al grupo de Raynom —Meilin lo había visto con Wesley.
«Así que no están todos, Kir...»
La chica llamó a Mayla, pero tampoco cogió el teléfono. Al menos la hermana de Ern no estaba fuera de alcance. Entonces Meilin le escribió un mensaje.
«Meilin: Hola, ¿vas a la clase adicional?»