99.

Los ojos de Ern se abrieron de par en par cuando vio el coche de Dave entrando al patio de la casa de Meilin. La chica había escrito que estaría en casa en media hora, pero él logró llegar incluso antes.

Meilin fue la primera en salir del automóvil y se dirigió con paso rápido hacia Ern. Detrás de ella iban Dave y Kir. Este último se quedó de pie, apoyando la espalda contra la puerta.

—¿Qué significa esto? —Ern miró alternadamente a su novia y luego a Dave.

Ella se dio la vuelta y notó que Dave también la había seguido.

—Bueno, Raynom logró estar en tres lugares a la vez —explicó Meilin—. Pero llamé a Kir a tiempo.

—Y yo vine enseguida para que no me buscaras —interrumpió Dave—. Puedes golpearme.

—¿Se ha sobrecalentado? —Ern miró a la chica con curiosidad.

—Está nervioso por su terrible prepotencia —respondió Meilin con escepticismo—. Dave, ya basta. Todos entendieron que no sabías nada.

—¿Qué no sabía? —Ern ya estaba completamente confundido.

Cero comprensión.

—¿Podemos no empezar esta conversación desde el principio? Ya tuve suficiente por hoy —la voz de la chica sonaba cansada.

—¿Me esperarás en el apartamento? —preguntó el chico.

—De acuerdo —con esas palabras ella se dirigió a la entrada.

—¿Así que volviste con Allan? —preguntó Ern.

—Parece que sí —Dave bajó la cabeza—. Admito que estaba equivocado. Y siendo honesto, me estaba engañando a mí mismo. Pero por alguna razón esperaba que Raynom y los chicos se convirtieran en buenos amigos para mí también.

—¿Podemos, por favor, omitir esos detalles? —Ern hizo una mueca—. Porque me voy a marear.

—Pero en serio, Meilin casi sufre por mi culpa... —Dave volvió a lo suyo.

—Qué bueno que por fin lo entendiste —Ern lo agarró del cuello de la camisa y lo acercó hacia sí—. Si vuelvo a ver a Meilin con esa reacción por tu culpa, romperé todo lo que se pueda romper, ¿entendido?

—Puedes romper incluso ahora... —dijo Dave con indiferencia.

—Pero ahora ya no es interesante —el chico aflojó el agarre y lo empujó suavemente hacia atrás—. Y ni se te ocurra acercarte a ella.

—No funcionará —Dave se recuperó de inmediato—. Ahora estoy con Alex.

Ern hizo una inspiración-expiración ruidosa y dio un paso amenazante hacia adelante. Dave ni siquiera se movió cuando el chico lo agarró de nuevo.

—¿Crees que estoy bromeando contigo? —la ira brilló en los ojos de Ern.

—Ern, basta —interrumpió Kir—. Déjanos algo a nosotros. Creo que Meilin necesita más tu compañía ahora que él.

El chico exhaló y miró hacia arriba. Vio a Meilin en el balcón, observando el desarrollo de los acontecimientos.

—Tienes razón —dijo Ern, soltando a Dave—. Te lo advertí.

***

Al día siguiente era día libre. Meilin y Mayla estaban en casa de esta última charlando.

—Entonces, ¿qué pasó al final? —preguntó la hermana de Ern—. ¿Qué pasa con Dean? ¿Ern te contó algo?

—No —la amiga negó con la cabeza—. No llegamos a hablar como es debido. Ayer me dolía mucho la cabeza después de todo lo que pasó, así que me fui a dormir y Ern se fue a casa. No estaba para preguntas.

—Ah, pues a mí me escribió ayer. Me propuso vernos. Pero yo estaba con Kir, así que tampoco hablé —Mayla sonrió, pero casi de inmediato se puso seria—. Sinceramente, ni yo misma sé cómo reaccionaría Dean. Dudo que tan tranquilo como Ern con Kir. La situación está tensa ahora.

—Bueno, claro, Ern no es su dulce hermanita menor —intentó bromear Meilin.

—Sí. Pero aquí de verdad no es cosa de broma. Cuando Aubrey apareció de repente con Allan y su grupo, Dean se preocupó muchísimo. ¡Los chicos fácilmente podrían haberle soltado algo importante!

—¡Otra vez esa Aubrey! ¿Y de dónde sabes todo esto?

—De Kiara. Es la hermana de Dean, por si no lo sabías.

—¿No se suponía que no te interesaban los asuntos de los chicos?

—Ay, por favor —Mayla hizo un gesto con la mano—. Una cosa son las peleas de los chicos, y otra muy distinta son los chismes e intrigas.

—Oye —Meilin puso las manos sobre la mesa y se inclinó hacia su amiga—. ¿Sabes dónde puedo encontrar a Dean? ¡Voy a hablar con él yo misma!

—¡Vaya, vaya! Qué seria. Mmm, en la base, supongo. Pero no es la mejor opción.

—¿Puedes averiguarlo con seguridad?

—Mmm, bueno, vamos a intentarlo —Mayla desbloqueó su móvil y entró a Onima, la red social-diario popular en todo el mundo—. Sí, hace dos horas Dean estaba en el supermercado, mira, subió una foto de un champú con un meme local de los chicos, es largo de contar. Y ahora está en...

La chica se detuvo unos segundos, desplazándose por las publicaciones.

—Ajá, en "Sportilight", quién lo hubiera dudado —finalmente añadió—. ¿Quieres que vaya contigo?

—Claro que quiero —Meilin sonrió—. Pero no hace falta. Tengo que hablar con Dean a solas, para saber qué piensa realmente sobre esto. Ahora llamo a un taxi.

—¿Y si mejor le pedimos a Kir?

—¿Crees que es una buena idea?

—Puede que en el taxi no esté Raynom con sus amigos, pero bien podrían estar en "Sportilight". Es un lugar favorito no solo para Dean.

—Ah, ¿también pelean allí?

—Qué va. Allí tienen neutralidad —Mayla estalló en carcajadas.

—De acuerdo. Le llamo a Kir.

***

—¿Llevarte a "Sportilight"? —repitió Kir, apretando el teléfono contra la oreja—. ¿Para qué?

—Quiero hablar con Dean —respondió Meilin.

—¿Para qué?

—Ayer casi perdí el control. Y ni siquiera sé a qué conclusión llegaron Ern y él.

—Pregúntale a Ern.

—Ya decidí que quiero hablar con Dean yo misma, Kir. Esta vez voy a resolverlo todo yo sola. Si te resulta incómodo, llamo a un taxi.

—¿Dónde estás ahora?

—Todavía en la cafetería con Mayla.

—Bien, estaré allí en unos treinta minutos.

—Gracias.