Una mañana, te encontré observando detenidamente el movimiento del capuchino, con música romántica de fondo.
Llevabas calcetines puestos, y tu suéter preferido, aunque estuviera haciendo sol.
Permaneciste así por un rato hasta que decidiste irte a dormir de nuevo. No recibí un gesto de ti, y un hueco de dolor sentí dentro de mí.
#21305 en Otros
#6269 en Relatos cortos
#33337 en Novela romántica
desamor, amor adolescente, tragedia dolor tristesa y nuevo comienzo
Editado: 26.07.2020