Ya dominaba mi trabajo, había pasado ya un año y medio, de haber perdido a Sebastián, aun dolía, y lloraba algunas noches, pero valía la pena concentrarme en mi trabajo, amaba lo que hacía.
El señor Giraldino convocó una reunión para ajustar los detalles de la fiesta de presentación del libro del Señor Ponte “El Bambú” era una novela para niños que hablaba de un panda muy tierno. Al finalizar la reunión mi padre se me acerco y me indico que fuera a su oficina. Así que obedecí al jefe y lo seguí hacia su oficina. Al entrar me percaté de que tenía un manuscrito en su escritorio.
-Quiero que leas esto y me des tu opinión.
-Yo soy publicista recuerdas? No editora.
-Si lo recuerdo, y también recuerdo que lo eres porque no te obligue a estudiar Literatura, de lo contrario no tendría que enseñarte lo que hago, y no me tendría que preocupar de que cuando muera, no tendré un sucesor.
-Ya vas a comenzar.
-Algún día estarás sentada en esta silla y tendrás que saber hacer cada actividad que se hace en esta editorial. Así que comencemos con lo principal, lee este manuscrito y evalúalo. Tome el manuscrito en mis manos.
-Amaneciste de malas verdad?
-Zoe!
-Ya viste como se llama? Es un título absurdo. Pregunte riendo.
-Zoe, si sigues así, terminaras arruinando mi negocio. Tu trabajo también es ayudar a encontrar un mejor título. Respondió mi papá molesto.
Salí de la oficina pensando y quejándome de que tenía demasiado trabajo con la fiesta de presentación del libro del señor Malacara. Pero en fin, supongo que no se me debe de olvidar lo afortunada que soy de que me enseñen las leyes de mi propio reino.
Regrese a mi oficina y le dije a Betty mi asistente que no me pasara ninguna llamada. Ningún mensaje a menos que fuera el proveedor de la música de la fiesta de presentación. Me senté, me quite los zapatos y me dispuse a leer.
Título: “Como conquistar a una mujer”
Autor: Demian Calos
El titulo me parecía absurdo, sentí que lo había escrito un hombre apuesto, pero pedante, ególatra, vanidoso, que se creía un Don Juan y que solo porque muchas mujeres han pasado por su cama, ya se sentía con el derecho de hacer tutoriales para ayudar a los hombre menos afortunados en el amor.
Comencé a leer, no muy entusiasmada, pero alguna vez han tenido expectativas muy muy bajas y de repente aquello en lo que no teníamos Fe, nos cambia la perspectiva de algo en específico?
Era un libro buenísimo, que digo buenísimo, era hermoso, con un título pretencioso, pero no dejaba de deleitarme con aquel escrito. El escritor verdaderamente no blasfemaba en ningún aspecto en como conquistar a una mujer, y no a cualquier mujer, sino a una de carácter, no era un tutorial como en un inicio pensé, era una hermosa historia, que hablaba de dos personas, un hombre y una mujer, a quienes el destino mantenía cerca, pero nunca se dirigen la palabra, ni si quiera se conocen y el día que lo hacen, se dan cuenta que han estado muertos en vida, hasta ese momento. Era curioso que aquel libro que aunque no me sintiera identificada con el personaje, hiciera que recordara a Sebastián, ese amor tan puro, tan inmenso, me dio nostalgia.
Sin darme cuenta eran ya las once de la noche, el libro me tuvo atrapada hasta que lo termine. Ni si quiera me di cuenta cuando Betty se fue, la oficina estaba sola, así que me fui de ahí, ni mi padre me aviso que ya se iba, supongo que estaba molesto. En el auto llame a mi madre para decirle que Roho se quedaría con ellos, ya que iba directo a casa. Mientras conducía pensaba en lo mal que me estaba portando de una manera inaceptable, me sentía decepcionada de mi al pensar que mi padre lo único que quería era hacerme enamorar de lo que hacemos, hasta ahora no lo había entendido. No me mal entiendan, no es que nunca haya leído un libro, todo lo contrario amo leer, pero lo hacía por hobbie no por negocio, y me di cuenta de lo afortunada que era, al saber que mi negocio era mi hobbie, le debía una disculpa a mi padre.
Al día siguiente me levante temprano entusiasmada por primera vez en mucho tiempo, antes de llegar a la oficina llegue por dos cafés y al llegar a la editorial, entre a mi oficina deje mis cosas, tome el manuscrito y los cafés para dirigirme a la oficina de mi padre. Lo espere sentada en su silla hasta que llegó.
-Buenos días.
-Buenos días, me puede decir que hace en mi silla, señorita?
-Estaba probandola, después de todo en algún tiempo y espero que en mucho tiempo, yo estaré sentada aquí.
-Espero que sea menos tiempo del que tienes estimado ya que me quiero jubilar pronto.
-Te diré algo que te dará gusto. Le dije mientras colocaba el manuscrito en el escritorio.
-Qué cosa será?
-Me enamore de “Frankenstein”. Por fin me di cuenta de lo importante que es ayudar a alguien con talento a explotarse a sí mismo, hacer que todas las células de su cuerpo se colisionen hasta explotar y brillar a todo su esplendor, como pasa con las estrellas.
-Por fin hablas con pasión. Imagino que te gusto el manuscrito.
-Es realmente conmovedor. Había olvidado esa parte de mí.
-Todo este tiempo he estado tratando de devolverte esta pasión. Pero eres tan terca. En fin no te hare perder el entusiasmo, háblame del libro.
-Te gustara, le hace falta pulirlo un poco, pero este joven es un buen escritor.
Pase la mañana relatándole a mi padre aquella historia, y le pedimos a Liz que citara a Demian Calos para la próxima semana, teníamos que hablar de su “Mounstro”.
Después de la comida regrese a mi oficina, aún tenía pendientes la fiesta de presentación del libro del Señor Ponte, tenía un millón de cosas que hacer, pero no podía dejar de pensar en manuscrito, pensaba que si ese libro tenia éxito, yo sería la descubridora de aquel talento, quien sabe, podía ser el próximo Whitman, ok tal vez exagere, pero en verdad el tipo era talentoso, y me enorgullecía ayudar a alguien a lograr un sueño.