Cuando somos niños imaginamos que la vida de adultos es fácil, nadie te dice a qué hora dormir, que comer, que beber, con quien salir, recuerdo que mi adolescencia fue sencilla pero las tormentas en vasos de agua eran inevitables cuando mi padre no me dejaba salir con mi novio de aquella época. Ojala que el peor de mis males fuera ese.
Como dar la cara a la vida cuando solo está escupiéndote a la cara, era demasiado para mí, necesitaba huir, llorar de nuevo mi pena, llorar que mi nuevo amor, no es más que el causante de mis penas pasadas. Necesitaba ayuda y solo fui al lugar más seguro que tenía.
-Abuelo dónde estás?
-Zoe que pasa? Estas bien?
-Quiero que solo tú me digas que tengo que hacer?
-Primero cálmate.
-Tú también lo sabes?
-Toda la familia estaba presente.
Después de llorar abrazada a mi abuelo, durante 10 minutos, por fin hable, y le conté como me sentía. El con toda su sabiduría, solo hizo esta pregunta.
-En verdad vas a renunciar a la segunda oportunidad que te dan de amar?
-Por qué así? Hay millones de hombres en el mundo, por qué él?
-Mi niña mírame a los ojos. Ten más Fe en lo que no puedes controlar. Piensas que Leonardo iba por el mundo buscando como atormentarte? Algunas vez has pensado que él mismo se atormenta por no sentirse digno de ti? Los hombres también sufrimos, solo que no nos dan el derecho de expresarlo. Ahora dime que no lo amas?
-Si lo amo.
- A veces el caos tiene una razón de ser y no siempre se controla, pero las casualidades pasan por algo. Sabemos que Sebastián era un buen hombre que ansiaba hacerte feliz, pero eso no significa que ya no debas amar. Has pensado cuanto le dolía a Leonardo el mirarte a los ojos y saber que por culpa de su familia mancharon tu vida?
-Y si no me ama? Si solo se acercó a mí por culpa?
-Te recuerdo que él no se acercó a ti, el huyo de ti la primera vez que lo viste. Yo fui testigo.
-Siento que traiciono a Sebastián, a su familia.
-No te diré que le des una oportunidad porque tú debes entender que no fue culpa de él nada de lo que paso. Pero si te diré que la oportunidad te la debes a ti misma.
Darme otra oportunidad? Me la di, y aun así, no soy feliz. Por lo pronto no quería hablar con nadie, necesitaba salir, atrincherarme en algún lado, no recibir ninguna llamada, a donde escapar? Solo se me ocurrió un refugio, y no estaba segura de ser bien recibida. Busque a Gabriel.
-Zoe que pasa, no te ves bien. Fue lo primero que dijo al abrir la puerta de su casa.
-Tal vez no debo de buscarte a ti en estos casos, pero necesitaba escapar.
-Pasa, dime por qué estas así?, te noto rara.
Me sentía culpable por estar ahí, por tener conocimiento de los sentimientos de Gabriel, por ser egoísta y buscar refugio donde sabia no debía buscar, pero ya estaba ahí.
-Te lo contare todo, pero necesito dormir un poco.
-Te hicieron algo? Te lastimaron? Zoe me estas asustando.
Al borde del llanto, le respondí.
-Si Gab, me lastimaron y de un modo terrible, soy una tonta, una crédula, como confiar de nuevo?
-Que te hizo Leonardo?
-Gab, te lo contare todo, pero necesito dormir.
-Está bien, te diré donde puedes hacerlo.
Acostada, viendo hacia el techo me preguntaba qué pasaría si duermo durante meses? Existirá la posibilidad de hacerlo?. Cerre los ojos y caí en un sueño profundo, comencé a soñar, soñé que Leonardo sufría el mismo accidente que Sebastián y me dolía de la misma manera. Desperté sintiendo un hueco en el pecho, me di cuenta de algo que ya sabía, amaba con todo mi ser a Leonardo, pero como fue capaz?
Al asomarme a la ventana pude ver que ya era de mañana, dormí demasiadas horas. Al salir vi a Gabriel desayunando en la terraza.
-Cómo es que me dejaste dormir tanto? No temías de que estuviera muerta?
-Fui a verte varias veces en la madrugada.
-Quieres desayunar, me imagino que no has comido.
-Solo quiero café.
-Te serviré fruta.
Se levantó y trajo un poco de fruta de la cocina. Mientras la servía comenzó el cuestionario.
-Cuéntame niña. Que te tiene tan atormentada?
Volví a contar la historia, era inevitable sentirme traicionada mientras lo hacía, pero en cuanto pensaba en Leonardo y en mi sueño, no quería dejarlo, quería saber cómo estaba.
-Zoe, Leonardo me llamo anoche.
-A ti? Que te dijo?
-Está desesperado, supongo que eso hizo que me llamara a mí, quería saber que estuvieras aquí, al parecer tus padres creen que estas con Mindy, pero él ya te había buscado con ella.
-Que te dijo?
-Primero estaba molesto, pensó que yo te había traído aquí, aprovechando su situación.
-Le dije que se calmara, quería venir corriendo a buscarte pero después de que se calmó le dije que tal vez no era lo mejor.
-Él te conto algo?
-Sí, y sé que me voy arrepentir de decirte esto.
-Qué pasa?
-El tipo está loco por ti, es difícil que yo reconozca que alguien más pueda amarte más que yo.
-Gabriel no hagas esto, traer a colación tus sentimientos por mí cuando estás viendo que me estoy cayendo a pedazos.
-No me lo tomes a mal, Zoe siempre has sabido lo que siento…
-No continúes por favor!
-Déjame terminar.
Me sorprendió lo que dijo.
-Él gana.
Eso sí que no me lo esperaba.
-Qué?
-Leonardo es quien te merece.
-Yo siempre estuve enamorado de ti, pero ni Sebastián, ni yo, sufrimos la falta de tu amor como lo está haciendo él.
-No puedo creer que tú me digas eso.
-No puedo creer que te lo esté diciendo.
-No sé qué hacer.
-Si lo sabes y créeme, si lo haces, no traicionaras a nadie.
-Por ahora no haré nada, puedo quedarme unos días aquí?
-Sabes que sí. Que le dirás a tus padres para no ir a trabajar?